domingo, 26 de julio de 2020

APARECE OTRA CUCALÓN DEBIDAMENTE USADA

Anunciamos, en nuestra anterior entrega, que se había reportado el primer ejemplar conocido del sello de sobretasa para el camino de Loja a Zamora, utilizado adecuadamente en una pieza postal, en ese caso, una libranza emitida en 1925, último año de uso de la estampilla (pueden ver la nota pulsando AQUÍ).

Como suele ocurrir en estos caso, el reporte hizo que los propietarios de piezas similares se animen a mostrarlas. En este caso, Pablo Pérez nos envió las imágenes de una pieza de su colección, otra libranza postal, girada en Loja, el 19 de diciembre de 1924, con destino a Macará, en la frontera sur de la provincia; se trata, como en el caso anterior, del envío de un paquete que pesó 2 kilos con 980 gramos.



El franqueo es también el exacto: 5 centavos por cada cien gramos o fracción, lo que da un total de 1 sucre con cincuenta centavos, más 5 centavos por derecho de libranza, todo pagado con tres estampillas (un sucre, cincuenta centavos y cinco centavos) de la serie de presidentes. Se incluyen las sobretasas de 10 centavos para el ferrocarril a Puerto Bolívas y de 2 centavos para la Casa de Correos de Quito, que fue obligatoria hasta diciembre de 1924 y por eso no aparece en la libranza que reportamos en primer lugar. Se incluye, obviamente, la sobretasa que nos interesa, la conocida como Cucalón, por el nombre del ministro cuya firma aparece en cada pareja de sellos. Como en la otra libranza reportada, los sellos están cancelados mediante perforaciones en forma de cruz.

.


Ahora bien, a la rareza fundamental de tener una sabretasa Loja-Zamora debidamente usada, esto es, para correspondencia dentro de la provincia de Loja, la libranza de Pablo Pérez suma otra rareza, menor, pero no menos importantes: el sello de sobretasa de dos centavos para la Casa de Correos de Quito. Se trata del sello definitivo de dos centavos, que se usó únicamente en diciembre de 1924 y de los cuales se conocen pocos ejemplares usados en cartas o libranzas postales.

La libranza que publicamos en nuestra anterior entrega, entonces, dejó de ser la única, pero sigue siendo, junto con la que hoy presentamos, una de las grandes rarezas de la filatelia ecuatoriana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario