sábado, 26 de marzo de 2016

APARECE EL USO MÁS TEMPRANO REGISTRADO DEL MEDIO REAL DE 1865

Pablo Pérez Narváez
pabloperez@panchonet.net

Una vez más mi querida afición me dio un gran momento de alegría, de esos que esperamos todos los filatelistas que sucedan. Al ordenar mi colección de sellos de medio real saltó uno que había pasado desapercibido previamente.

Un lindo ejemplar, márgenes completos, utilizado en Quito, el 2 de enero de 1865, un día después de que la serie se pusiera en circulación.

De acuerdo a Funkhouser, existiría un ejemplar utilizado el 1 de enero, adicionalmente existe un lote de una subasta de los años setenta en los que consta una foto en blanco y negro de lo que se supone es un ejemplar usado en esa fecha, lastimosamente ni tenemos evidencia del primero ni la foto es lo suficientemente convincente.

Por lo pronto este sería el ejemplar de uso conocido más antiguo y que contemos con evidencia física.

Aprovechemos esta agradable situación para analizar un hecho particular, resulta que el 1 de enero de 1865 fue….domingo!!! ¿Habrá existido servicio de correspondencia un domingo en el Ecuador? A priori y dada la realidad de nuestra sociedad, esto sería bastante dudoso.

Sin embargo, deberíamos ubicarnos en la época, recordar que los trayectos de correspondencia tenían fechas exactas de salida, de arribo y, del trayecto que se debía recorrer, independientemente del día en que dicha fecha caía, por lo que sí existe la posibilidad de que hubiera habido servicio de correos el domingo 1 de enero de 1.865, aunque personalmente no creo que hubiera sucedido.

Así mismo, conversando con nuestro socio Miguel Naranjo, me manifestó que su colección incluye un sobre escrito el 7 de enero de 1.865 (sábado) en Loja, siendo consecuentemente esta carta la más antigua conocida franqueada con medio real azul. Recordemos que un viaje de Quito a Loja en esa época tomaba no menos de una semana a caballo (seguramente más), y en camino de herradura.

Uso temprano: Loja, 7 de enero de 1865 (colaboración de Miguel Naranjo S.)

Con estos datos, se puede inferir que los sellos de la primera emisión ecuatoriana, al menos el de medio real, ya debió estar a disposición de los responsables en las oficinas postales de la época y no solo en la capital y ciudades principales, el 1 de enero de 1.865.

Esperemos que sigan surgiendo evidencias de nuestra historia filatélica, hasta pronto.

SE CURSARON LAS INVITACIONES PARA LA EXPOSICIÓN DE CÓRDOBA

Roberto Néstor Cravero, Comisionado General de EXPO CÓRDOBA 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA ARGENTINA, remitió ya las diversas entidades asociadas a la Federación Interamericana de Filatelia, la invitación para inscribir colecciones en ese certamen.

La invitación incluye el Reglamento de la Exposición, al que podrán acceder en el enlace REGLAMENTO, y la HOJA DE INSCRIPCIÓN, en los que constan ya detalles importantes para conocimiento de los interesados.

La Exposición se realizará entre el 23 y el 27 de agosto de 2016 en el Centro Cultural Córdoba, si bien ya desde el día 20 habrá actividades relacionadas con la misma, particular que se hace constar en el logo diseñado para este certamen.

El Centro Cultural Córdoba, sede de la Exposición, es un moderno edificio de 15.500 m2, que alberga el Archivo Histórico de la Provincia, la Junta Provincial de Historia de Córdoba y un Centro de Interpretación y Exposiciones. Cuenta, además, con un Auditorio con capacidad para doscientas personas. Pueden conocer más sobre este Centro si visitan su página de Facebook.

Realizada con el auspicio de la Federación Interamericana de Filatelia, la Exposición está abierta a todos los filatelistas de asociaciones integradas a la misma. La organiza el Centro Filatélico Mediterráneo (Córdoba), por delegación de la Federación Argentina de Entidades Filatélicas (FAEF), con el patrocinio de la misma y el apoyo del Ministerio de Turismo de la Nación, la Universidad Nacional de Córdoba y el Correo Oficial de la República Argentina.

Las inscripciones podrán presentarse hasta el 17 de junio y el costo por cada marco es de cincuenta dólares de los Estados Unidos de América. En la clase un marco se pagará setenta dólares pero, como se ha previsto la posibilidad de presentar colecciones de dos y tres marcos, el costo será de cien y ciento cincuenta dólares, respectivamente. Las participaciones en las clases oficial, juvenil, literatura y fuera de concurso no deberán pagar valor alguno.

La Exposición se somete a los reglamentos de la Federación Internacional de Filatelia y está abierta a todas las clases competitivas previstas en los mismos, esto es, de Honor, Tradicional, Historia Postal, Enteros Postales, Aerofilatelia y Astrofilatelia, Temática, Maximafiflia, Fiscales, Un Marco, Juvenil, Moderna y LIteratura.

El Centro Cultural Córdoba, sede de la Exposición

Como se indicó anteriormente, en la clase Un Marco se admitirán colecciones de hasta tres marcos, "siempre que el tema elegido así lo requiriera para una mejor presentación, y que no fuera posible extenderlo a una colección de 5 marcos. Estos casos especiales se juzgarán con la escala de la F.I.P. para Clase Un Marco".

En la clase juvenil se han previsto tres categorías: A. De 10 a 15 años B. De 16 a 18 años C. De 19 a 21 años.

Las participaciones en Literatura Filatélica pueden ser de cuatro clases: A. Estudios, manuales y trabajos de investigación publicados en forma de libros, que hayan sido editados después del 1º de enero de 2011. B. Artículos de filatelia publicados después del 1º de enero de 2014 en periódicos o revistas, ya sean especializadas o no, los que deberán presentarse anilladas no pudiendo ser menos de diez. C. Revistas y boletines de Filatelia, editados después del 1º de enero de 2014. D. Catálogos de sellos postales, editados después del 1º de enero de 2014.

En la clase Filatelia Moderna, reservada para colecciones de piezas del siglo XXI, se han previsto tres categorías: A. Filatelia Tradicional B. Historia Postal C. Enteros Postales.

En la columna derecha de este blog pueden encontrar, en forma permanente, el enlace a la página web que contiene información sobre este certamente.


UNA PUBLICACIÓN DEL CORREO ESPAÑOL CONMEMORA SUS 300 AÑOS

En 2016 se conmemoran los trescientos años del Correo español. Con este motivo, Correos de España presenta, con el título Los Trescientos Mejores Sellos de la Historia, una publicación de lujo que, en tres tomos, uno por cada cien años, recorre la historia del servicio postal español.


Cada tomo viene acompañado de una hoja recuerdo, una prueba filatélica y un matasellos especial. Estas piezas solo están disponibles como parte de la publicación.

Los interesados pueden adquirirla al precio de 150 euros, si son abonados al Correo español, o de 165 si no lo son. El pago puede hacerse en tres cuotas trimestrales de 50 o 55 euros cada una, según corresponda. Pueden comunicarse al correo atcliente.filatelia@correos.com.

LOS PRIMEROS TIMBRES TELEGRÁFICOS DEL ECUADOR (II): USO DE TIMBRES POSTALES

Como se vio en la entrega anterior de esta serie, el telégrafo empezó, en el Ecuador, como parte de la línea férrea que debía unir Guayaquil con Quito, y atendía las necesidades de esa obra; solo a partir del 9 de julio de 1884, el servicio se abrió al público.

La tarifa se pagaba en timbres postales, adheridos al telegrama que, una vez transmitido, se archivaba para efectos de una inspección mensual en la que debía establecerse “si los timbres adheridos están de acuerdo con el porte cobrado y anulados como corresponde”, según disponía el Reglamento de Telégrafos Nacionales (Periódico Oficial El Nacional, número 120, 15 de julio de 1884).

Uso telegráfico de timbres postales. A la izquierda, cancelación a pluma, al centro y derecha, perforaciones

Las estampillas que se utilizaron para el servicio telegráfico fueron las de las emisiones de 1881 y 1887 (Banco Central 8-13 y 21-24; Scott 12-17 y 19-22).

Es fácil reconocer estos usos, pues se les aplicaba cancelaciones a pluma con la fecha de transmisión y en algunos casos el nombre de la oficina, o se los cancelaba perforaciones de diversas formas.

EL 4 REALES DE 1866: LAS PLANAS. ÓVALO Y CÍRCULO

Las estampillas de cuatro reales se imprimieron en pliegos de 21 x 27 cms. y se dispusieron horizontalmente, en 8 filas de 13 estampillas cada una, lo que da un total 104 sellos por plana. Las estampillas están muy pegadas entre sí y los márgenes son prácticamente inexistentes, lo que hace que por lo general las piezas no estén completas o  incluyen parte de los márgenes del sello adyacente.

El procedimiento de impresión fue el tipográfico. Para preparar la plancha se utilizaba cartón húmedo (capas de papel seda alternadas con yeso y fécula de patata, disueltas en engrudo), sobre el que se presionaba un cuño o matriz, previamente preparado en  acero, tantas veces cuantas estampillas tuviera la plana. Este molde se secaba al sol o al horno y se colocaban en la caja de fundición, en la que se vertía el metal con el que se obtenía la plancha para la impresión. En el caso de los sellos de medio y un real se previó que esta plancha sea de estaño, y es de suponer que lo mismo ocurrió en el caso de la estampilla de cuatro reales.

Al igual que en los demás sellos de la serie, las estampillas están enmarcadas por líneas de borde.

El secado de cada estampilla no fue uniforme, lo que produjo diferencias en el ancho y alto de las estampillas y, con ello, la variedad más conocida del sello de cuatro reales: en algunos casos el círculo interno se convierte en un óvalo.

Pareja del sello de 4 reales. A la derecha círculo, a la izquierda óvalo

La variedad despertó el interés de los coleccionistas desde un inicio y, en mayo de 1893, en el número 365 de Le Timbre Posté, editado por Jean-Baptiste Moens, se publicó un estudio sobre el tema, que incluía una reproducción de la plancha completa en las páginas centrales de la revista. Esta reconstrucción ha servido de base, en adelante, para establecer las diferencias que permiten ubicar el lugar ocupado por las estampillas en la plana.

A partir de hoy, incorporamos ese estudio en nuestra biblioteca, para conocimiento de los interesados. Lo pueden ver, en su idioma original, en el enlace Le 4 Reales 1865 de l'Equateur.

También incluimos, en el enlace Plana del 4 Reales, un cuadro que permite ver las dimensiones de los sellos en cada una de las posiciones.

Al analizar el cuadro se puede ver que el círculo mejor dibujado es el de mayor ancho, esto es, el que ocupa la posición 10 (6 1/2 cms.). Si se toma en cuenta que el sello de la posición 9 tiene un ancho de 5 1/2 cms., la diferencia entre el círculo del primero y el óvalo del segundo se hace más notoria.

En el Manual de Kohl se hace referencia a esta pareja y, junto a ella, a la conformada por los sellos de las posiciones 50 y 51. En ambos casos, se les asigna un mayor valor por lo notorio de la diferencia entre las dos variedades.

MONEDAS COLUMNARIAS

Alfonso Carrillo Benítez
xcarrillo1972@yahoo.com

En 1728 el Rey Felipe V (1683-1746) cambia el proceso de amonedación, ordenando que en las casas de acuñación se labren un nuevo tipo de moneda, que a más de la superficie y figura regular, cuenten con un grabado en el canto, con la finalidad de evitar su falsificación y recorte. El borde puede ser acanalado, estriado o con leyenda o cualquier figura que se le ocurra a la ceca.

Las monedas irregulares o fabricadas con golpe de martillo, llamadas macuquinas, fueron sustituidas por nuevos cuños y métodos de elaboración y como resultado se tuvo monedas circulares y de condoncillo, dándose un paso importante para eliminar los problemas por diezmar las piezas y el deterioro que sufrían por roturas.

La nueva moneda de plata tomó el apelativo de columnaria o de mundo y mares, conocida así por el su diseño en el reverso. Las columnas representan a las de Hércules que simbolizan el final del mundo conocido; Los listones en las columnas con la inscripción “PLUS VLTRA (Mas Allá); los dos mundos entre las columnas son el antiguo y el nuevo mundo, el agua en la parte inferior significa la unión de los dos mundos por medio del mar, las coronas que rematan las columnas dice del dominio español en gran parte de los dos mundos, alrededor la palabra UTRAQUE UNUM (ambos son uno). También está grabada el año de la emisión y la marca distintiva de la ceca o casa de amonedación.

El anverso de la moneda se encuentra el nombre del monarca español en latín seguido de la leyenda "D G HISPAN ET IND REX" (por la gracia de Dios Rey de España y de las Indias), a la izquierda aparecían las iníciales del ensayador y en el centro el escudo de España en gran tamaño con una corona real encima; para evitar falsificaciones o cercenamientos el canto de la moneda tenía grabadas unas hojas de laurel en gran detalle.

Moneda columnaria de la Casa de Potosí

Estas monedas fueron acuñadas en varias cecas de Europa y de las Indias bajo la misma denominación del sistema monetario octavario que regía en todos los territorios dominados por la corona española, entre los años 1732 hasta 1773 cuando fueron reemplazados por las monedas de busto; se acuñaron sobre todo en las cecas de México, Potosí y Lima, aunque también en las demás cecas coloniales como Guatemala, Popayán, y Santiago de Chile. En tanto el columnario es un tipo de moneda y no una nueva unidad monetaria, se utilizó como denominación mayor para las “columnarias” el real de a 8,

Esta moneda fue la inspiración para crear la moneda de los Estados Unidos de América el símbolo del dólar, que adopta el sistema monetar1o decimal en 1793, Su primer dólar fue una moneda que se apodó “la el pelo flotante” de plata de plata al 77.4% de aleación con cobre de 39 milímetros de diámetro y 26,96 gramos de peso.

Las columnarias fueron el remplazo de las antiguas monedas macuquinas que eran acuñadas a golpe de martillo en todas las cecas del imperio colonial español. Las macuquinas solían casi siempre ser de irregular forma y por ello eran fáciles de cercenar con el fin de sustraerles la plata o el oro antes de devolverlas a la circulación sin que el público pudiese advertir ese daño; por contraste el columnario tenía una forma redonda por completo y el borde estaba grabado con un cordoncillo, siendo imposible cercenar la moneda y hacerla circular después.

GUÍA PARA PRINCIPIANTES: ENTEROS POSTALES

Habíamos indicado en nuestra anterior entrega, que la filatelia no se limita a las estampillas sino que incluye otras clases de piezas postales. Entre ellas, revisten particular interés los enteros postales.

Aunque los expertos no se han puesto de acuerdo en una definición de estas piezas, y hay algunas cuya calidad de enteros postales es discutida, podemos decir, de manera general, que se trata de sobres, tarjetas o papeles que llevan un sello, o una indicación de pago preimpresa, lo que les permite ser utilizados en el servicio postal sin necesidad de agregar estampillas.

Los enteros postales son de diversos tipos, siendo el primero el de las tarjetas, que son de dos clases: las tarjetas postales propiamente dichas, esto es, una postal como las que comúnmente se utilizan, pero con una estampilla preimpresa, y las cartas tarjetas: tarjetas dobladas y pegadas en los bordes que, por ser desprendibles, permiten al destinatario abrir la tarjeta y conocer el contenido de la correspondencia.

Tarjetas entero postales del Ecuador. La de la derecha es una carta tarjeta, en la que se puede ver el borde desprendible

En algunos casos, las tarjetas entero postales están ilustradas con diversos motivos; cuando es así, se las denomina tarjetas vista.

Tarjeta vista ecuatoriana

Los sobres permiten colocar la correspondencia en su interior y tienen una variedad: los llamados aerogramas, que son en realidad cartas que se doblan sobre sí mismas y se convierten en sobres que se transportan por vía aérea.

Aerograma emitido por el Ecuador
Otro tipo común de entero postal es la faja o wrapper, pieza de papel que se utilizaba para envolver periódicos u otro material impreso.

Faja o wrapper




sábado, 19 de marzo de 2016

LA COLECCIÓN DE UN NIÑO, ATRACTIVO EN NUEVA YORK 2016

Es el típico álbum universal, en este caso un Mercury de la casa Stanley Gibbons, con casillas preimpresas para coleccionar estampillas comunes de todos los países, con el que los niños empiezan su camino en el mundo de la filatelia. No hay entre sus más de quinientas estampillas ninguna pieza de importancia y, si alguien pretendiera venderla en un comercio filatélico, debería sentirse satisfecho si consigue solo unos cuantos dólares.

Sin embargo, esta colección será uno de los atractivos de la Exposición Internacional de Nueva York, que se realizará en el Javits Center, de Manhattan, entre el 28 de mayo y el 4 de junio próximos.

La explicación está en el nombre su propietario: John Lennon.

Stanley Parkes, primo de Lennon, le regaló el álbum con algunas estampillas, y en él se fueron incoporando sellos de la correspondencia recibida desde Estados Unidos y Nueva Zelanda, así como típicas bromas infantiles: un mostacho en el perfil de la reina Victoria y una barba en el de Jorge VI.

La casa Stanley Gibbons, que había comprado el álbum en una subasta en 2004, ofreció revenderlo en US$ 50.000. No sabemos si ese fue el precio que se pagó, pero el comprador fue el Museo Postal del  Instituto Simthsoniano, que lo exhibió por primera vez entre 2005 y 2006.

Nueva York 2016 ofrece una segunda oportunidad para ver esta curiosidad filatélica. Si quieren saber algo más sobre ella, pueden leer los artículo publicados por RollingStone y el Instituto Smithsoniano.

Imágenes del álbum de John Lenno (tomadas de Smithsonian's National Postal Museum)




UN NUEVO BLOG PARA FILATELISTAS

Correos de España estrenó este mes un nuevo espacio para los filatelistas. Se trata de un blog que brinda información actualizada sobre las actividades de esa administración postal, y enlaces a sitios web de filatelia española.

Sin duda, los muchos interesados en los sellos de España contarán a partir de ahora, gracias a esta iniciativa, con una gran ayuda para el desarrollo de su afición.

Pueden acceder al blog en el enlace Noticias de Filatelia.


LOS PRIMEROS TIMBRES TELEGRÁFICOS DEL ECUADOR (I): EL INICIO DEL SERVICIO TELEGRÁFICO

La autorización para construir líneas telegráficas en el Ecuador la dio el Congreso de 1871 , y la primera línea se instaló en 1873, durante la segunda administración de Gabriel García Moreno (1869-1875); no fue, sin embargo, una línea de servicio público, sino que se construyó para atender las necesidades del ferrocarril que ese mismo año se empezó a construir con la intención de que empalmara, en Sibambe, con la carretera hacia Quito. El presidente García Moreno anunció, en su mensaje al Congreso de 1873, que se había conseguido un empréstito para financiar la adquisición de rieles, carros y máquinas, “y para la del telégrafo que se pondrá en la vía férrea y en la carretera”.

La obra del ferrocarril comenzó el 18 de julio de 1873  y el 1 de mayo de 1874 se inauguró el tramo entre Yaguachi y Milagro; meses antes, en diciembre de 1873, ya funcionaba el telégrafo entre las dos poblaciones y en adelante su avance siguió paralelo al de la obra del ferrocarril.

Durante el gobierno de Ignacio de Veintemilla (1876-1883) el ferrocarril y la línea telegráfica avanzaron hasta el puente de Chimbo, donde se estableció la estación terminal; había, además, oficinas intermedias en Milagro y Naranjito.

Fue el presidente José María Plácido Caamaño (1883-1888), quien emprendió la tarea de construir la línea telegráfica entre Guayaquil y Quito. Concluida la obra, el telégrafo se convirtió en un servicio público a partir de su inauguración, el 9 de julio de 1884, fecha escogida por ser el primer aniversario del triunfo de la revolución contra Ignacio de Veintemilla. Tres días después, el 12 de julio, el telégrafo ecuatoriano se conectó con el cable internacional, lo que hizo posible la comunicación con el exterior.

El ferrocarril cruza sobre el puente de Chimbo a fines del siglo XIX (tomado de Archivo Nacional de Fotografía). Inicialmente, las instalaciones telegráficas se construyeron paralelamente al ferrocarril

Para la organización del servicio telegráfico el Presidente de la República dictó el Reglamento de Telégrafos Nacionales (1884) y puso el nuevo servicio bajo la responsabilidad del Administrador General de Correos. Las primeras oficinas telegráficas se establecieron en Guayaquil, Yaguachi, Chimbo, Riobamba, Ambato, Latacunga y Quito. En 1885 se construyeron nuevas líneas, una entre Guayaquil y Daule y otra entre Alausí y Cuenca, que estuvo terminada el 22 de agosto, aunque según ciertas fuentes la oficina de Cuenca se inauguró el 10 de agosto de 1887. Entre 1886 y 1888 la línea se extendió hasta Tulcán por el norte y Loja por el sur y se construyeron ramales hacia Guaranda, de Loja a Machala, de Yaguachi a Babahoyo y de Santa Elena a Bahía de Caráquez. En febrero de 1888, la línea ecuatoriana empalmó con la colombiana.

Según informó en 1888 el Director General de Correos, el movimiento telegráfico se concentraba, para ese entonces, en las oficinas de Quito y Guayaquil, sin que las otras produjeran “una renta considerable”; por ahora, decía, “están destinadas a promover el desenvolvimiento mercantil e industrial por las facilidades que ofrecen a la comunicación”.

Para 1892, las oficinas telegráficas eran 52 y la longitud de la línea telegráfica se estimaba en 1.500 kilómetros y pasó a más de 2.000 en 1894. Cuatro años después, en 1898, las oficinas telegráficas eran 87, y la línea tenía una longitud de 2.195 kilómetros. 

EL 4 REALES DE 1866: EL PAPEL

Papel avitelado o wove paper
La primera serie de estampillas ecuatorianas se imprimió sobre una variedad de papeles; en la época, el papel se importaba y no era fácil conseguirlo en tipo y calidad uniformes.

En el caso del sello de cuatro reales, se utilizó un solo tipo de papel, el que se conoce como papel avitelado (wove paper en inglés), aunque Justo Campaña habla de ejemplares en papel azulado tenue. Carlos Matamoros describe el avitelado como un papel de "trama o contextura ... de fibras múltiples que mirada a trasluz impresionan como pequeños puntos muy juntos entre sí".

Según Robert D'Elia, el papel es "blanco opaco o semitransparente, duro, delgado, de 0,064 milímetros a 0,069 milímetros".

Entre los varios papeles usados en los primeros sellos ecuatorianos, se ha identificado la existencia de marcas de agua con el nombre de los fabricantes y sello secos. En el caso de la estampilla de cuatro reales, no se han reportado marcas de agua, pero sí un sello seco: un doble óvalo con la inscripción "REPUBLICA DEL ECUADOR" y, en el centro, el escudo de armas de la República. El tamaño del óvalo es de 22 mm. en el eje horizontal y 30 mm. en el vertical.

Seguramente, el sello seco se aplicó en el papel destinado a la correspondencia oficial, papel que debió entregarse al impresor para que realice su trabajo. 

El sello seco aplicado en el papel utilizado
para imprimir el sello de cuatro reales
Alboran Dujmovic hizo notar que el papel estaba disponible en pliegos doblados por la mitad y que, al parecer, el sello seco se aplicaba en el pliego doblado, razón por la cual aparecía en el ángulo superior izquierdo de cada mitad, pero con menos nitidez en la segunda hoja. Dice Dujmovic: "Como este escudo se encuentra impreso en ambas páginas del pliego, es evidente que se usaba el aparato de impresión con la hoja doblada de modo que en la primera página, el relieve es más pronunciado que en la segunda página" (Sellos impresos en alto relieve encontrados en las estampillas de la primera emisión del Ecuador, Ecuador Filatélico, Guayaquil, número 4, octubre de 1975, p.13).

Para imprimir las planas de los sellos de cuatro reales, cada pliego se dividió por la mitad y, como veremos, las estampillas se distribuyeron en ocho filas horizontales de trece sellos cada una, lo que da un total de 104 estampillas.

Siendo así, la posición del sello seco depende de la forma en que el papel fue colocado en la prensa; hay, entonces, cuatro posibilidades, una en cada uno de los ángulos de la plana. Dado el tamaño del sello seco, este abarca dos estampillas, siendo éstas las ubicadas en las posiciones 1 y 2, 12 y 13, 92 y 93 y 103 y 104.

En las posiciones 12 y 13 y 92 y 93, el sello seco esta en el anverso del papel, mientras que en las otras dos posiciones aparece en el reverso.

En todo caso, no existe más de un sello seco por plana, lo que convierte a las estampillas que lo tienen en una verdadera rareza, incluso si todos los papeles utilizados tenían el sello seco, dada la escasez de la estampilla de cuatro reales.




CORREO NEUMÁTICO

Antes del fax y el correo electrónico, la necesidad de entregar mensajes en el menor tiempo posible entre lugares relativamente cercanos, se satisfizo mediante el sistema neumático: redes de tubos en las que viajaban cápsulas empujadas por aire comprimido.

Inventado a inicios del siglo XIX por el escocés William Murdoch, el sistema fue adoptado en Londres en 1853 para comunicar la estación de telégrafos con la Bolsa de Valores y solucionar el problema de congestión telegráfica que producía demoras de hasta un día en el despacho de mensajes.
 
Estación de correo neumático en la primera mitad del siglo XX
La misma Londres y otras ciudades europeas establecieron a partir de ahí complejas redes de tubos neumáticos que permitían transportar correspondencia dentro del área urbana. Estos sistemas funcionaron hasta fechas relativamente recientes, cuando fueron definitivamente desplazados por el desarrollo de la informática.

Estampilla italiana para el servicio
de correo neumático
Berlín tuvo un sistema que llegó a tener alrededor de cuatrocientos kilómetros de tubos y funcionó hasta 1976. En París, cuyo sistema tenía una extensión similar, el servicio de correo neumático terminó en 1984. En el caso de Praga, el correo neumático funcionó hasta 2002, cuando fue suspendido indefinidamente a causa de las graves inundaciones de ese año.

Solo en Italia se emitieron sellos postales exclusivamente destinados al servicio de correo neumático. La primera emisión se hizo en 1913 y la última en 1966.

Alemania, Austria y Francia no emitieron sellos, pero sí enteros postales para correo neumático.


En América del Sur, enteros postales para el servicio de correo neumático se emitieron en Argentina para Buenos Aires (1920) y en Brasil para Sao Paulo (1916). 

Entero postal francés para el servicio de correo neumático

LA MONEDA ESPAÑOLA EN LA COLONIA

Alfonso Carrillo Benítez

Varios periodos históricos se sucedieron para tener lo que ahora conocemos como moneda; elemento básico para realizar transacciones financieras y comerciales, pues el trueque fue el sistema rudimentario de cambio, luego fueron los griegos que utilizaron el hierro y el cobre fue el metal de las monedas romanas; y por último se decantó en la plata y el oro como los metales que por su escasez, calidad, brillantez, ductilidad, entre otros adjetivos, fueron los metales escogidos para la fabricación de monedas y por sobre todo por su valor intrínseco. Sin embargo, para las pequeñas transacciones no resultaban muy útiles pues se necesitaban fragmentos muy pequeños que ponían en peligro su protección y conservación, por lo que optó por el cobre para los menores pagos.

En el proceso, debido a que el oro y la plata podían ser adulterados mediante aleaciones con otros metales, lo que ocasionaban fraudes, se vio la necesidad de establecer controles de fabricación, verificación del peso y liga y utilización de las piezas de intercambio elaboradas, o moneda como empieza a conocerse, lo que se convierte en el punto de partida para establecer las casas oficiales de amonedación.     

El vocablo moneda se deriva del Capitolio Romano -Templo de Juno Moneta- donde se fabricaban las piezas que servían para las transacciones, a donde acudían los ciudadanos portadores de lingotes de oro y plata y recibían las monedas marcadas con un sello que certificaba su calidad, espesor, peso y demás características. El pago por este servicio o derecho de acuñación lo pagaban los usuarios que en árabe se define con la palabra siccach de donde se deriva el vocablo ceca, para denominar a las casas de acuñación o amonedación.

La historia de la conquista española que se inicia con el descubrimiento de las “Indias” a fines de siglo XV señala que vino acompañada, como era de suponer, con la organización e imposición de sus propias costumbres, tradiciones, religión, sistemas económicos y comerciales en nombre de: “dos Majestades: la de Dios y la del Rey” como manifiesta el Dr. Carlos Ortuño en su obra Historia Numismática del Ecuador, editada por el Banco Central del Ecuador en 1977.

El sistema monetario español tenía dos patrones que se basaban en el metal utilizado. Las monedas de oro tenían como la unidad el escudo, con múltiplos de: dos escudos o doblón, cuatro escudos o media onza y los ocho escudos u onza. Mientras que en las de plata la unidad era el real, con múltiplos de dos reales o peseta, cuatro reales o medio peso y, la de ocho reales o peso; los submúltiplos fueron el medio real y un cuarto de real o cuartillo; en publicaciones también se establece la un octavo de real aunque existen dudas de su presencia por el mínimo tamaño que podía tener.


Al principio de la conquista y por no existir la moneda, pero sí las riquezas metálicas, el comercio se realizaba con pequeños pedazos de oro y plata sin labrar, basando su valor en el peso de las piezas, que ocasionaban varios problemas al comercio y la hacienda de España, ya que frecuentemente se transaba sin pagar el quinto real, derecho de la corona como impuesto. Fue este el motivo principal para la decisión que tomaron los reyes de establecer casas de acuñación en las Indias.

Las primeras cecas establecidas en esta región descubierta, fue por orden del Rey Carlos I de España y V del Sacro Romano por decreto del 11 de marzo de 1535. Se fundaron una en lo que ahora es México y otra en la Isla de Santo Domingo para que elaboren monedas con las mismas leyes que regían en España. Se conocen monedas de estas casas desde 1536 es decir un año después de su fundación únicamente elaboradas en plata y vellón como ordenaba el decreto.

Posteriormente se fundan casas de amonedación en Lima por orden del Rey Felipe II en 1565, Potosí posiblemente en 1575, donde se ubicaron las minas argentíferas más ricas del imperio. En Santa Fe de Bogotá en 1559 por disposición de Don Felipe II, que no funcionó hasta 1620.

En los inicios se labran las denominadas monedas de martillo, por la forma de su elaboración que se caracterizaban por su forma irregular debido a que no se usaban cospeles o piezas metálicas circulares sino que se golpeaban en trozos de plata y oro ajustados al peso, que se marcaban con golpes de martillo incrustados cuños en los que se distinguían los símbolos de la corona. También se denominaron monedas de cruz por llevar esa insignia en uno de los lados y popularmente macuquina que se mantiene entre los numismáticos.


Luego se perfeccionaron los procesos de acuñación y se labraron monedas circulares y con cordorcillo.        

GUÍA PARA PRINCIPIANTES: MÁS QUE ESTAMPILLAS

Cuando se habla de filatelia, se piensa en los sellos de correo, pero la disciplina abarca un espacio mucho más amplio, que incluye todo lo relacionado con el servicio postal.

Antes de que se inventaran las estampillas, por ejemplo, se aplicaban en la correspondencia marcas que permitían identificar poblaciones, o informaban sobre el hecho de que el servicio postal había sido pagado por el remitente (franca) o debía cobrarse al destinatario (debe). Las piezas que llevan estas marcas son objeto de una rama importante del coleccionismo: la prefilatelia.

"QUITO", la marca prefilatélica más antigua de la Real Audiencia de Quito (22 de febrero de 1770)
Colección de Georg Maier

Esta última es parte de una disciplina más amplia: la historia postal. La filatelia no se limita a ser una afición que se reduce a reunir estampillas, sino que concibe a éstas como parte del servicio de transporte de correspondencia, que se estudia en todos sus aspectos: tarifas, rutas, procedimientos, etc.

Para ello, importa no solo el sello postal, sino la pieza en la que éste va adherido, pues ella se convierte en documento fundamental que aporta información sobre los aspectos que se han indicado. La estampilla, entonces, sobre todo bajo ciertos supuestos, adquiere mucho más valor si no ha sido separada del sobre, envoltura o tarjeta en que fue pegada para certificar el pago de la tarifa por el servicio de correos.

Historia postal: pieza transportada desde Guayaquil hasta Lima, por el servicio francés de vapores, en 1872. Cuatro sellos de un real del Ecuador cancelados con el matasellos rombo franca, de Guayaquil, y dos estampillas francesas canceladas con matasellos rombo ancla, del servicio francés de vapores, y fechador francés con la identificación del barco (paquebote número 2)

Parte importante de la historia postal es el estudio de los matasellos usados para inutilizar las estampillas, así como de las marcas que por diversos motivos se colocaban en la correspondencia. El estudio de los matasellos tienen denominación propia: marcofilia.

domingo, 13 de marzo de 2016

SE REALIZÓ LA IV COPA CUBA DE FILATELIA

El Grupo Empresarial Correos de Cuba y la Federación Filatélica Cubana organizaron, para conmemorar los 260 años del Correo Cubano, la IV Copa Cuba de Filatelia Habana 2016, que se realizó en los salones de la planta principal del Ministerio de Comunicaciones, entre el 1 y el 5 de marzo de 2016.

La inauguración del certamen incluyó una velada artística en la que se presentaron el guitarrista y compositor Cristián Alejandro, el Coro Diminuto de la Escuela Alejandro García Caturla y Beatriz Márquez. Se puso también en circulación una serie de cuatro sellos y una hoja recuerdo conmemorativa del 260 aniversario del Correo Cubano, mediante la aplicación de un matasellos especial por parte de Manuel Martínez Montes de Oca, viceministro de Comunicaciones, Carlos del Toro Ríos, presidente de la Junta de Gobierno del Grupo Empresarial Correos de Cuba  y la vicepresidenta de este último, Zoraya Bravo Fuentes.

Como muchos conocen, la Copa Cuba se organiza como una competición por equipos, en la que la suma de los puntajes de las cuatro colecciones que conforman cada equipo, permite escoger al ganador; cada equipo incluye una colección clásica, una temática, una juvenil y una de un marco. En esta ocasión participaron un total de dieciséis colecciones, en cuatro equipos en los que se encontraban representadas las provincias de La Habana, Matanzas, Camagüey, Cienfuegos y Holguín.

José Raúl Lorenzo, presidente de la Federación Filatélica
Cubana, con un grupo de asistentes a la IV Copa Cuba
(foto tomada de Correos de Cuba)
El 5 de marzo se realizó la ceremonia de premiación, en el hotel Comodoro, de La Habana. El equipo ganador fue el número 4, integrado por José Ramón Mallón, quien exhibió su colección Cuba Republicana (1902-1958) y obtuvo medalla de oro grande; Juan Emilio Martínez, que consiguió plata grande con El Teléfono; Joaquín Espinosa, cuya colección Sellos fiscales de Cuba durante la administración española recibió vermeil grande, al igual que la colección juvenil de Harold Fernández, De visita a la granja.

Hay que destacar que este equipo estuvo liderado, precisamente, por el coleccionista juvenil Harold Fernández, cuya colección pudieron admirar quienes visitaron EXPOAFE 150 AÑOS, en septiembre y octubre pasados.

A más de los premios por equipos, se entregaron los siguientes cuatro reconocimientos especiales: premio clásico para Cuba Colonial, de Leonardo Palencia; premio temático para Una mirada a las aves, de Raudel Busto; premio juvenil para De visita a la granja, de Harold Fernández; y premio un marco para Presidentes de los Estados Unidos 1938, de Joaquín Mestre.

Los interesados en conocer el palmarés completo de la IV Copa Cuba lo encontrarán en el blog de la Comisión Temática de la Federación Interamericana de Filatelia, si pulsan el enlace COPA CUBA.

FILACENTRO 2016: HOMENAJE FILATÉLICO A CERVANTES

El 22 de abril próximo se conmemoran cuatrocientos años de la muerte de Miguel de Cervantes y, como no podía ser de otra manera, hay un amplio programa de actividades a lo largo del años, que los interesados pueden consultar en la web oficial IV Centenario de la Muerte de Cervantes.

La filatelia no podía estar ausente de esta conmemoración. El 29 de enero, el Correo español emitió dos estampillas referidas al acontecimiento, y según nos ha informado nuestra buena amiga Marcela Díaz Cabal, cuya colección temática dedicada al escritor fundamental de la lengua castellana pudimos admirar en EXPOAFE 150 AÑOS, entre el 21 de abril y el 2 de mayo próximo se realizará, en Alcalá de Henares, la ciudad natal de Cervantes, FILACENTRO 2016, que permitirá conmemorar tanto el IV centenario cervantino, como los 300 años del Correo Español.

La exposición se realizará en la Sala de Exposiciones de Santa María la Rica y será organizada por la Asociación de Filatelia y Coleccionismo de Alcalá de Henares, con el auspicio de del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, el Correo español, la Federación Española de Sociedades Filatélicas y la Federación Centro de Sociedades Filatélicas.

FILACENTRO 2016 será la ocasión para poner a disposición de los coleccionistas la segunda parte del libro Cervantes y El Quijote en la filatelia e historia postal, de Vicente Sánchez Moltó, Cronista Oficial de Alcalá de Henares.

Quienes asistan a FILACENTRO 2016 podrán participar, también, en otras actividades culturales relacionadas con Cervantes, parte de un amplio programa que desarrolla el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, y que se puede consultar en la agenda cultural de este último.

FILATELIA SANMARTINIANA EN EL PERÚ

Para muchos historiadores la independencia del Perú fue un hecho crucial en la eliminación de la presencia colonial española en las Américas, en este hecho histórico intervinieron muchos personajes entre peruanos y extranjeros, siendo uno de los más importantes el militar argentino Don José de San Martín y Matorras.

Es por ello que en la larga historia postal peruana han sido muchas las emisiones en homenaje a este personaje continental y sus obras durante su paso por el Perú.



Del mismo modo su memoria es recordada por importantes instituciones peruanas como el Instituto Sanmartiniano del Perú y el Museo Sanmartiniano del Perú, que el pasado 25 de febrero celebraron sus 81 años de existencia.


Es por este importante aniversario que el Museo Sanmartiniano del Perú inauguró su Sala de Exposiciones Temporales con la muestra “Filatelia Sanmartiniana” la cual presenta los originales, las ampliaciones y las fichas técnicas de todas las emisiones que el Perú ha realizado en homenaje al libertador Don José de San Martín y sus obras durante su presencia en el Perú.

A este actividad se sumó la empresa Servicios Postales del Perú, que emitió un matasellos conmemorativo por el 81 Aniversario del Instituto Sanmartiniano del Perú y la realización de la menciona muestra.

Este matasellos que se aplicará entre el 25 de febrero al 25 de mayo (período de duración de la muestra) en la oficina postal de Lima, reproduce la imagen del Generalísimo Don José de San Martín.

Cabe señalar que para la inauguración de esta muestra filatélica se contó con la presencia de Ministro de Estado en el Despacho de Defensa el Dr. Jakke Valakivi Álvarez, así como de parte importante del cuerpo diplomático acreditado en el Perú.

Los interesados en este tema, pueden contactarse con el organizador, Augusto Zavala Rojas, al correo augusto.zavala.rojas@gmail.com.

OTRAS POSIBLES PRUEBAS DEL CUATRO REALES

Revisamos en la entrega anterior las supuestas pruebas del sello ecuatoriano de cuatro reales de 1866, y llegamos a la conclusión de que se trataba, en realidad, de piezas forjadas, impresas por lo menos veinte años después de la emisión original.

Hay, sin embargo, entre las estampillas referidas, algunas que por sus características merecen ser analizadas por separado.

En su estudio sobre las primeras estampillas ecuatorianas, Jorge Ayora afirmaba (p. 53) que si existían pruebas, éstas debían haberse presentado en colores rojo y negro, pues no era creíble que se hubieran utilizados los colores de los sellos que ya estaban en circulación (azul, verde y amarillo).

Posible prueba del cuatro reales, en color negro
Y son precisamente esos los colores de sellos similares a los que aparecen los bloques de ocho reseñados en nuestra nota anterior, también con el cóndor mirando a la derecha, pero engomados, con una impresión más nítida y en papel delgado blanco grisáceo.

¿Se trata de pruebas?

En el caso de las tres primeras estampillas de la serie, es seguro que se hicieron pruebas. El Ministro de Hacienda, al informar al Congreso de 1865, indicó que cuando se pensabas mandar a imprimir las estampillas en Europa, se presentó Manuel Rivadeneira, a quien se escogió después del ensayo respectivo, al ver la buena calidad del trabajo realizado. 

Existe un sello de medio real, en color negro, que con toda certeza es la prueba a la que se refirió el Ministro de Hacienda; ¿ocurre lo mismo con la estampilla de cuatro reales?

Pienso que no. En primer lugar, puesto que se habían hecho ya las estampillas de medio y un real, no era necesario establecer si el trabajo de Manuel Rivadeneira (sabemos que en realidad la grabadora era su hija, Emilia) era de calidad; pero, sobre todo, no parece probable que Emilia Rivadeneira, que había hecho ya para los primeros sellos un escudo sin error, con el cóndor mirando a la izquierda, haya cometido el error de torcer el cuello del ave.

A esto se añade la existencia de matasellos de favor en las supuestas pruebas, lo que no tiene explicación y hace improbable que nos encontremos, en realidad, frente a ensayos.

A partir de unas poco claras afirmaciones de Salinas de Lozada, Robert D'Elia recuerda que Emilia Rivadeneira presentó ante el Poder Legislativo, en 1887, una petición por la que pretendía ser contratada nuevamente para imprimir los sellos postales del Ecuador, Salinas de Lozada no es muy preciso en relación con ésto, dice el autor citado, pero al parecer sostiene que las pruebas del cuatro reales fueron parte de esa petición.

El pedido de Emilia se imprimió en un folleto bajo el título Algo sobre el sistema proteccionista y en él constan, efectivamente, muestras del trabajo de la grabadora. Se trata de una ilustración de carácter religioso, de cuatro reproducciones de la estampilla de cinco centavos, impresa por la American Bank Note Company, entonces en circulación (Banco Central 10; Scott 14); y de tres sellos, pensados sin duda para timbres fiscales o papel sellado.

Los sellos reproducidos en el folleto de Emilia Rivadeneira (1887). Las estampillas se imprimieron
en color: verde, amarillo, naranja y azul, en la primera fila, y verde, naranja y azul en la segunda
No es descabellado suponer, sin embargo, que junto con el folleto y las reproducciones en él incluidas, se haya entregado, en la solicitud original o en copias a los legisladores, estampillas de cuatro reales con el cóndor mirando a la derecha.

Sabemos que el pedido de Emilia Rivadeneira no fue atendido, y que si bien el Congreso expidió una Resolución en la que reconocía el trabajo de la grabadora (21 de julio de 1887), ésta nunca más fue contratada para imprimir sellos postales.

Autores como D'Elia y Suárez-Bongiovanni se refieren a la posibilidad de que, preparadas las reproducciones de la estampilla de cuatro reales con el cóndor mirando a la derecha como medio para conseguir un nuevo contrato del Gobierno, Emilia Rivadeneira utilizó posteriormente las planchas para imprimir sellos para el mercado filatélico, decepcionada por lo que consideraba un tratamiento injusto por parte de las autoridades.

De todos modos, aunque nos movemos siempre en el mundo de las especulaciones, todo apunta a que tampoco en este caso nos encontramos ante pruebas del cuatro reales.

CORREO CATAPULTADO

El correo catapultado fue un servicio especial de entrega de correspondencia que combinaba el transporte marítimo y el aéreo; la correspondencia, transportada por barco, se transfería poco antes del arribo, a un hidroavión que, catapultado desde la cubierta de la embarcación, permitía que las cartas lleguen a su destino antes que el buque atraque en el puerto.  Luego de entregar el correo, el avión volvía al barco, amarizaba junto a él y era izado por medio de una grúa.


Hidroavión catapultado desde la cubierta del barco alemán Europa

El sistema, que permitía un servicio de entrega rápida en un tiempo en el que los aviones no estaban en capacidad de cubrir trayectos transatlánticos con una carga de bultos de correo, tenía una ventaja adicional: daba a los destinatarios de la correspondencia el tiempo suficiente como para responderla, antes que el buque emprendiera el viaje de regreso.

El servicio de correo catapultado, que se utilizó también para entregar correspondencia en puertos próximos al trayecto de la nave, en los cuales esta última no atracaba, se realizó por primera vez en agosto de 1928, en la ruta Nueva York-El Havre, cubierta por el barco francés Ile de France, desde cuya cubierta se catapultó un hidroavión Léo 198, tripulado por el teniente Demougeot. Habiendo despegado a 700 kilómetro del puerto, el hidroavión entregó la correspondencia veinticuatro horas antes del arribo del buque.

El Ile de France era un transatlántico de la Compañía General Transatlántica, que estuvo en servicio entre 1927 y 1958. Se destacaba el diseño art déco, que lo convirtió en el barco mejor decorado de su época.
El Ile de France, las estampillas reselladas para el correo catapultado y una carta transportada en el primer viaje

Para enviar correspondencia mediante correo catapultado debía satisfacerse una tasa adicional que, en el caso del primer envío realizado desde el Ile de France, fue de diez francos. En esa ocasión, los sellos de sobretasa fueron sobrecargados en Nueva York por el agente del correo francés, Jules Cohen, autorizado para ello por el cónsul de Francia. Los sellos sobrecargados fueron el de 90 cts. el de 1,50 Frs., con los retratos de Berthelot (Scott 242) y de Pasteur (Scott 196), respectivamente; se sobrecargaron 2.700 ejemplares del primero y 900 del segundo.

Pese a haber tenido la iniciativa, no fueron los franceses los que la desarrollaron, pues el Ile de France prestó el servicio de correo catapultado solo durante dos años. Serían los alemanes quienes, a partir de 1929, y hasta 1935, utilizarían el sistema  en la ruta Bremen Nueva York, servida por los navíos Bremen y Europa, de la compañía Norddeutscher Lloyd.

Sobre transportado por el Bremen, que utilizó el servicio de correo catapultado

En el caso del correo catapultado alemán, cada viaje se aprovechó para incluir en la correspondencia marcas alusiva.

A partir de 1934, los alemanes establecieron un nuevo servicio que utilizaba el sistema de correo catapultado.

Estampilla de Gambia (Scott 242), que conmemora
el servicio Transatlántico desde Alemania, que utilizaba
Gambia como punto de partida hacia Sudamérica
Se trataba de un servicio transatlántico que partía de Berlín, hacía escala en Sevilla y en la isla de Gran Canaria y luego, desde Batshurt, en la actual Gambia, se dirigía hasta Recife, en Brasil, desde donde conectaba con Río de Janeiro, Montevideo y La Paz.

El viaje incluía una parada en medio del Atlántico. El avión de transporte, un Dornier Wal 31, partía desde Gambia en busca de los buques nodriza Westfalen y Schwaben, cerca de los cuales amarizaba para ser reabastecido y luego catapultado para continuar el viaje.

El servicio era semanal y estuvo en funcionamiento hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Los interesados en el correo catapultado pueden encontrar muy buena información en la página que la Federación Internacional de Filatelia destina a esta modalidad postal. Pueden verla pulsando el enlace CATAPULTADO.

¿DÓNDE SE IMPRIMEN LOS EUROS?

El euro, la moneda común europea, se imprime en los diversos países que componen la Unión pero, ¿cómo identificar en cuál?

La respuesta está en el número de cada billete, y varía según se trate de los billetes de la primera serie, o de la segunda (llamada Europa) que empezó a emitirse a partir de 2013.

En el caso de la primera serie, el número está precedido por una letra que es, precisamente, la que permite identificar el país que lo emite.


En el billete de la ilustración, la letra inicial es la Y, lo que hace posible determinar que fue emitido por Grecia.

El sistema se basa en el orden que ocupa cada país, alfabéticamente, según su denominación oficial en el idioma correspondiente. Las letras se asignan en ese orden, pero a la inversa, a partir de la Z, según se puede ver en el siguiente cuadro.


Como puede verse, Bélgica, primer país en la lista, tiene asignada la letra Z. Las letras W, K y J se reservaron para los países de la Unión Europea que no utilizan el euro y las letras R, F y G para países que, utilizando el euro, en un principio no lo emitían. Los lugares de Grecia y Dinamarca se cambiaron, porque la letra W no existe en el alfabeto griego.

Con la nueva serie de billetes, el sistema de numeración se modificó. En la actualidad hay dos letras delante de los números.


De esas letras, la segunda no tiene significado alguno y permite, únicamente, incrementar la cantidad de números de serie. Es la primera letra la que permite identificar, ya no al país, sino a la casa de impresión, conforme el cuadro que se reproduce enseguida.


El billete de veinte euros que reproducimos, cuya letra inicial es la S, fue entonces impreso por el Banco de Italia.

GUÍA PARA PRINCIPIANTES: ETIQUETAS O CINDERELLAS

No todo pedazo de papel con dientes es una estampilla, ni tiene valor filatélico, pues el serlo o tener ese valor depende, no de las apariencias, sino del origen y la finalidad de cada sello.

Las piezas que interesan a la filatelia son aquellas preparadas por administraciones públicas, o con la autorización de ellas, para satisfacer el costo de los servicios postales, telegráficos o telefónicos, o como medio de pago de tributos. Cuando esto no ocurre, la que en su forma puede parecer una estampilla no pasa de ser una simple etiqueta o, para utilizar una denominación común, una cinderella o cenicienta.

Etiqueta ecuatoriana. El valor de diez centavos no servía
para pagar tributos ni servicios de ningún tipo, sino
para contribuir al financiamiento de la campaña antituberculosa
Muchas veces estas piezas se adhieren a la correspondencia, o a documentos de diverso tipo, con variados fines promocionales, relacionados con campañas de beneficencia, acontecimientos especiales, apoyo a determinados entes o agrupaciones, etc.

Hay casos en que estos sellos tienen un valor facial, pero éste no se relaciona con el pago de servicio o tributo alguno, sino que implica un aporte voluntario para fines determinados. 

El caso más común es el de los sellos de las campañas antituberculosas, que en los Estados Unidos, por la época en que se ponen a la venta, han recibido la denominación de Christmas Seals.

Se trata de sellos que se imprimen con la finalidad de recaudar fondos para financiar la lucha contra la tuberculosis y que los compradores pueden usar de los más diversos modos, entre los cuales se encuentra el adherirlos a la correspondencia. Su uso, sin embargo, es voluntario, sin que constituyan requisito para la prestación de servicio alguno. En esa medida, con independencia del ente del que provengan, carecen de carácter oficial.

Lo mismo ocurre con los sellos que muchas veces se ponen en circulación para promocionar exposiciones u otras actividades filatélicas.

La presencia de estos sellos en la correspondencia puede llevar a confundirlos con las estampillas postales, pero si se los analiza con detenimiento se verá que contienen referencias a los fines para los que fueron creadas y, sobre todo, que carecen de cualquier indicación relacionada con el servicio de transporte de correspondencia, pues no utilizan palabras como correos, aéreo o postal.

Sobre dirigido de México a Italia. Los sellos de la derecha son postales (nótese la leyenda Correos en el de la parte inferior y la referencia al correo aérea en el de arriba) y pagan la tarifa de correos. El sello de la izquierda es una etiqueta de la campaña antituberculosa mexicana, no hay referencia alguna al servicio postal pero sí consta el emblema de la campaña y el valor de 20 centavos, que quien lo adhirió al sobre pagó, no por el transporte de la correspondencia, sino para contribuir al financiamiento de la lucha contra la tuberculosis

Obviamente, las etiquetas pueden ser también coleccionadas, y de hecho hay no pocas personas que se dedican a ello. Esta afición, sin embargo, no forma parte de la filatelia y, para el caso de exposiciones, por ejemplo, no se admite la presencia de sellos de este tipo en las colecciones, aunque hay una clase filatélica especial, la filatelia abierta, a la que nos referiremos en su momento, que utiliza elementos postales y no postales y, por ello, hace posible que estas piezas tengan cabida.

En el anverso de esta pieza postal (arriba), consta el franqueo con estampillas ecuatorianas.
Al reverso (abajo) se ha adherido una etiqueta que promociona la Primera Exposición Filatélica Brasileña