domingo, 13 de marzo de 2016

GUÍA PARA PRINCIPIANTES: ETIQUETAS O CINDERELLAS

No todo pedazo de papel con dientes es una estampilla, ni tiene valor filatélico, pues el serlo o tener ese valor depende, no de las apariencias, sino del origen y la finalidad de cada sello.

Las piezas que interesan a la filatelia son aquellas preparadas por administraciones públicas, o con la autorización de ellas, para satisfacer el costo de los servicios postales, telegráficos o telefónicos, o como medio de pago de tributos. Cuando esto no ocurre, la que en su forma puede parecer una estampilla no pasa de ser una simple etiqueta o, para utilizar una denominación común, una cinderella o cenicienta.

Etiqueta ecuatoriana. El valor de diez centavos no servía
para pagar tributos ni servicios de ningún tipo, sino
para contribuir al financiamiento de la campaña antituberculosa
Muchas veces estas piezas se adhieren a la correspondencia, o a documentos de diverso tipo, con variados fines promocionales, relacionados con campañas de beneficencia, acontecimientos especiales, apoyo a determinados entes o agrupaciones, etc.

Hay casos en que estos sellos tienen un valor facial, pero éste no se relaciona con el pago de servicio o tributo alguno, sino que implica un aporte voluntario para fines determinados. 

El caso más común es el de los sellos de las campañas antituberculosas, que en los Estados Unidos, por la época en que se ponen a la venta, han recibido la denominación de Christmas Seals.

Se trata de sellos que se imprimen con la finalidad de recaudar fondos para financiar la lucha contra la tuberculosis y que los compradores pueden usar de los más diversos modos, entre los cuales se encuentra el adherirlos a la correspondencia. Su uso, sin embargo, es voluntario, sin que constituyan requisito para la prestación de servicio alguno. En esa medida, con independencia del ente del que provengan, carecen de carácter oficial.

Lo mismo ocurre con los sellos que muchas veces se ponen en circulación para promocionar exposiciones u otras actividades filatélicas.

La presencia de estos sellos en la correspondencia puede llevar a confundirlos con las estampillas postales, pero si se los analiza con detenimiento se verá que contienen referencias a los fines para los que fueron creadas y, sobre todo, que carecen de cualquier indicación relacionada con el servicio de transporte de correspondencia, pues no utilizan palabras como correos, aéreo o postal.

Sobre dirigido de México a Italia. Los sellos de la derecha son postales (nótese la leyenda Correos en el de la parte inferior y la referencia al correo aérea en el de arriba) y pagan la tarifa de correos. El sello de la izquierda es una etiqueta de la campaña antituberculosa mexicana, no hay referencia alguna al servicio postal pero sí consta el emblema de la campaña y el valor de 20 centavos, que quien lo adhirió al sobre pagó, no por el transporte de la correspondencia, sino para contribuir al financiamiento de la lucha contra la tuberculosis

Obviamente, las etiquetas pueden ser también coleccionadas, y de hecho hay no pocas personas que se dedican a ello. Esta afición, sin embargo, no forma parte de la filatelia y, para el caso de exposiciones, por ejemplo, no se admite la presencia de sellos de este tipo en las colecciones, aunque hay una clase filatélica especial, la filatelia abierta, a la que nos referiremos en su momento, que utiliza elementos postales y no postales y, por ello, hace posible que estas piezas tengan cabida.

En el anverso de esta pieza postal (arriba), consta el franqueo con estampillas ecuatorianas.
Al reverso (abajo) se ha adherido una etiqueta que promociona la Primera Exposición Filatélica Brasileña

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