domingo, 26 de marzo de 2017

NEW INFORMATION ABOUT THE POSTAL STATIONERY CARDS OF 1885

Ross Towle

On 20 April, 1885, the American Bank Note Company entered the Ecuador order for 100,000 domestic 2c post cards, and 200,000 UPU 3c post cards.  


A die for each value was engraved and then transferred 18 on and then 12 on to form a stone of 30 images.  The cards were lithographed on card stock (22 x 28 inches, 140 lbs)  from Hastings & Todd. 

The printing was completed by 16 June 1885 when Ecuador was billed.  

The Ecuadorian agent involved was named "Ruiz". 

This information is extracted from an ABNC Order Book

SE PUBLICA EL PRIMER NÚMERO DE LA REVISTA DEL GRUPO DE ESTUDIO FILATÉLICO ECUADOR

El Grupo de Estudio Filatélico Ecuador acaba de publicar el primer número de su revista, en formato electrónico. Medio Real es el nombre que la flamante organización a escogido para dar nombre a su órgano oficial, que reúne estudios, información y noticias de actualidad sobre la filatelia ecuatoriana.

Medio Real es una publicación trimestral que, en este primer número, incluye un estudio de Georg Maier sobre las dos primeras emisiones de tarjetas entero postales del Ecuador, un trabajo de Teddy Suárez acerca de dos usos tempranos del matasellos 3154 y un texto de Juan Pablo Aguilar sobre los primeros vuelos de la Pan American en los años 1928 y 129.

La revista incluye dos notas breves, una de Ross Towle con importante nueva información sobre la tercera emisión de tarjetas entero postales del Ecuador, cuya tirada y detalles de impresión son por fin conocidos; y una aclaración sobre la marca prefilatélica BOLÍVAR.

La revista, en sus primeras páginas, rinde homenaje a Leo John Harris, Presidente Honorario del Grupo de Estudio, recientemente fallecido.

La revista se completa con una sección de noticias y, en la contraportada, con el análisis de una pieza filatélica seleccionada, en esta oportunidad, el uso más temprano conocido de la marca CERTIFICACIÓN / A GUAYAQUIL, cuyas particularidades se analizan.

Los interesados pueden acceder al primer número de esta importante publicación, pulsando el enlace MEDIO REAL NÚMERO 1.




PERÚ: UNA CIRCULACIÓN FALSIFICADA DE LA TARJETA DE 4 CENTAVOS DE 1880

Georg Maier

En una colección adquirida hace muchos años encontré una tarjeta entero postal de cuatro centavos, de la primera emisión peruana, con un matasellos de diciembre de 1883.

Las primeras tarjetas entero postales del Perú se hicieron en 1880, pero la ocupación del país por el ejército chileno, como consecuencia de la guerra del Pacífico (1879-1883), hizo que no puedan circular sino en 1884, y solo con un resello que muestra el sol en el centro superior de la tarjeta.

Una pieza fechada en 1883, y sin el resello, merece entonces un estudio detenido.

La tarjeta a la que hago referencia tiene origen y destino en Lima, pero curiosamente muestra al reverso un matasellos de recepción en Callao, el 5 de diciembre de 1883. Tanto este, como el de origen que consta en el anverso, son indudablemente auténticos.

¿Es posible que el Correo peruano se haya apresurado a poner en circulación las tarjetas, antes de que se las resellara con la imagen del sol?


En correspondencia con los eminentes filatelistas Percy Bargholtz y Herbert H. Moll, hace uno quince años, llegamos a la conclusión de que la tarjeta es solo una pieza forjada. Las razones para sostenerlo son las siguientes:

1.  El matasellos de origen de Lima no existía en 1883.

2. El porte dentro de la ciudad era de un centavo, y no de cuatro.

3. No hay razón para que una tarjeta enviada dentro de Lima, pase por Callao.


En referencia al primer punto, Guillermo Losa publicó un artículo en la revista “Filatelia Peruana” (Año 52, No. 154, junio de 2001, p. 18), en la cual reprodujo una muestra del matasellos de Lima en doble círculo, diámetro externo 26 mm. y estableció que fue usado con posterioridad a 1883.

Lastimosamente no he podido establecer el tiempo de uso del matasellos de Callao. Seguramente algún coleccionista interesado en este tema puede darnos alguna luz al respecto.

ECUADOR: EL RESELLO DE 5 CENTAVOS SOBRE TIMBRE TELEGRÁFICO (1893)

Juan Pablo Aguilar Andrade

El timbre telegráfico ecuatoriano de 5 sucres carmín de 1892, con el retrato de Juan José Flores, fue resellado al año siguiente con un nuevo valor (”5 CENTAVOS”), para utilizarlo en el servicio postal.

Sin embargo, como el resello no incluye ninguna referencia al hecho de que el timbre dejaba de ser telegráfico y se convertía en postal, en muchos casos se lo ha seguido considerando como telegráfico.

El catálogo Yvert, por ejemplo, lo incluye en la sección de telegráficos, con el número 9, y los catálogos especializados en timbres telegráficos (Hiscocks y Bareffot) incorporan también la estampilla en sus listas, en ambos casos con el número 9.

Scott y Stanley Gibbons indican con claridad que la estampilla tuvo uso postal, y lo mismo han hecho todos los catálogos ecuatorianos; sin embargo, en el Álbum Didáctico de Sellos Postales del Ecuador, editado por el Banco Central, que es una de las principales referencias de los coleccionistas ecuatorianos, no aparece la estampilla.

Es esto último lo que ha generado, al menos, dudas sobre el carácter postal de la estampilla que comento, por lo que es necesario ratificar que si bien el resello no incluyó ninguna indicación, y se mantuvo la inscripción “TELEGRÁFOS” en su parte superior, la estampilla se reselló exclusivamente para el servicio postal.

La existencia de sobres en los que se usó la estampilla no es, sin embargo, una prueba suficiente, pues no era raro en esa época recurrir a los timbres telegráficos para el franqueo de la correspondencia.

Hay, sin embargo, una prueba irrefutable: las tarifas telegráficas entonces vigentes.

Según estas últimas, la tarifa mínima (diez palabras de hasta diez letras) era de veinte centavos para los telegramas en castellano y de cuarenta para los escritos en otros idiomas; cada palabra excedente pagaba diez y veinte centavos, respectivamente.

Como puede verse, si algo no requería el servicio telegráfico en la época a la que se hace referencia, era timbres de cinco centavos.

COSTA RICA: EXPOSICIÓN FILATÉLICA Y CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE ENTEROS POSTALES

Arturo Ferrer Zavala



Exposición filatélica

Entre los días 9 y 17 de marzo, se ha celebrado en San José, capital de Costa Rica, una serie de actos filatélicos, encaminados a celebrar el 120 aniversario de la Escuela de Artes Plásticas de esa ciudad.

Se celebro una exposición filatélica competitiva, en la que se exhibieron, en diferentes clases unas 30 colecciones, la mayor parte de ellas de un marco. Fueron calificadas por los jueces Luis Fernando Díaz, que fue nombrado presidente, Alberto Jiménez (México) Vicepresidente, los “ticos” Giana Wayman y Juan Herrera actuando también yo como juez.



Debido a la igualdad de puntuaciones (92 puntos) hubo dos grandes premios que correspondieron a Luis Escalante por su colección “Bishop Marks” (primeras marcas postales costarricenses), y Costa Rica 1921: centenario del cultivo del café de Álvaro Castro-Harrigan, una puntuación casi similar la obtuvo otra colección de Álvaro Castro-Harrigan  “Costa Rica, 1924, “Los semipostales de los juegos olímpicos”, del mismo coleccionista (91 puntos).

A ambos al igual que al resto de los coleccionistas se les entregaron sus premios en un multitudinario pero sencillo acto en el que se agradeció a los participantes su aportación y se brindó por el futuro de la filatelia “Tica”.

Ciclo de conferencias sobre enteros postales

En el mismo marco se celebró un ciclo de conferencias sobre enteros postales. 

La primera de ellas corrió por cuenta del juez F.I.P. Juan Reinoso, quien de forma muy acertada, habló sobre los enteros postales costarricenses, exhibiendo su magnífica colección.



En el uso de la palabra le sucedió Álvaro Castro-Harrigan, quien hablo sobre unas impresiones sobre los enteros ordinarios llamadas “Regalías”, producto muy interesante del correo Costarricense.

La tercera intervención corrió por cuenta de Luis Fernando Díaz quien hablo sobre la utilización de los enteros postales en las colecciones temáticas, su intervención a la par que amena resultó muy interesante para el numeroso público que tuvo ocasión de escucharla.


Por ultimo a mí me tocó felicitar a los conferenciantes que me precedieron, sugerir la idea de unificar los distintos estudios sobre enteros postales costarricenses que existen en la actualidad, con el fin de editar una enciclopedia, (idea que fue admitida) y la realización en el próximo congreso de Santiago de un estudio sobre las diversas emisiones de ese tipo, realizadas en los países americanos en los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Por último, hable de forma superficial, sobre la naturaleza de los enteros postales y sobre los criterios de admisión de la comisión F.I.P, para que un  producto postal, sea admitido como tal.

Comida de homenaje de la Real academia Hispana de filatelia e historia postal



Se celebró también una comida homenaje, en el restaurante “Las Buganvillas” a los académicos Luis Fernando Díaz y Alberto Jiménez, ambos únicos miembros pertenecientes a la institución, de las federaciones costarricenses y mexicanas.


Tras trasladarle un saludo, a los asistentes en nombre del presidente de la institución Jesús Sitjá, pronuncié unas palabras sobre la historia y fines de la Academia, recordé a los académicos costarricenses, ya no en activo Ricardo Álvarez Pallejo, español de origen y a quien se debe, según los costarricenses encuestados, haber puesto el nombre de Costa Rica en el mapa filatélico mundial y a Mamfred Amrheim, gran oro FIP, premio Bonilla Lara quien publicó una enciclopedia sobre literatura filatélica aun no superada, y entregué la insignia de plata de la institución al actual académico D. Luis Fernando Díaz y a Alberto Jiménez, ambos muy conocidos en el ámbito filatélico internacional y cuyos méritos no es preciso recordar.

EXPOSICIÓN TEMÁTICA EN PERÚ

La Federación Interamericana de Filatelia ha otorgado su auspicio a la Exposición de Filatelia Temática TEMAFIL PERÚ, que se realizará en Lima, en el Museo Postal y Filatélico del Perú, entre el 28 de abril y el 6 de mayo próximos.

El Círculo de Amigos de la Filatelia es el responsable de la organización del certamen, que cuenta con el auspicio de la Asociación Filatélica Peruana. El Comité Organizador lo preside Omar Carrillo, actuando Teresa Salazar como responsable de comunicaciones.

José Raúl Lorenzo, miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Interamericana de Filatelia, Presidente de la Federación Filatélica Cubana y destacado jurado y expositor temático, será uno de los encargadas de juzgar las colecciones que se presenten en esta Exposición.

Para cada uno de los días del certamen ses ha previsto la utilización de un matasellos conmemorativo, dedicado a diversos temas: naturaleza, cultura y tecnología, dos matasellos por cada uno de los temas.

Habrá también cuatro conferencias magistrales, dedicadas a filatelia juvenil, filatelia clásica peruana, filatelia temática e historia postal.

SE PUBLICA UN LIBRO SOBRE LA NUMISMÁTICA PARAGUAYA

Raúl Olazar, socio fundador de la Asociación de Coleccionistas Numismáticos del Paraguay, acaba de publicar un estudio sobre la numismática de su país, bajo el título Historia Monetaria y Numismática del Paraguay.

La Asociación de Coleccionistas Numismáticos del Paraguay es una activa organización que promueve el coleccionismo de monedas en ese país, y que ha realizado una serie de actividades para le impulso de la actividad.

La carencia de trabajos sobre el tema, y la necesidad de entregar a los numismáticos del Paraguay una guía que facilite su actividad, fueron los motivos que llevaron a Olazar a trabajar en el texto que hoy publica.

"El Libro -dice su autor- contiene información básica para el lector ya sea coleccionista o alguien ajeno a este mundo pero que quiere aprender un poco más sobre la historia monetaria de su país. Partiendo desde la época colonial, continuando por las diferentes épocas y sus gobiernos, los datos más resaltantes sobre la primera moneda de cuño nacional, algunos datos sobre billetes, la primera moneda de oro y plata del Paraguay, la economía durante las guerras, son algunos de los temas que aparecen en este material que se espera pueda ser de mucha ayuda para los jóvenes coleccionistas".

El texto de Olazar permitirá a los interesados en el coleccionismo de monedas, adentrarse en los detalles de la rica historia numismática del Paraguay.

Los interesados pueden contactarse con Raúl Olazar al correo olazarraul@gmail.com.

domingo, 19 de marzo de 2017

REGARDING COLONIAL POSTMARKS ON REVENUE STAMPED PAPER

Georg Maier

We thank all those who contributed to providing an explanation, in particular Manuel Arango, who we believe has the best explanation for their application. While we entirely agree with him that the documents in question went through the mail we are still wondering why the stamp appears inside the document and not in the beginning where it should be. And this still remains an open question.

Needless to say we are dealing here with Revenue Stamped Paper and not sealed paper as wrongfully suggested. We also want to make clear that during the colonial period a large part of the Province of Popayan was administeres by the Audience of Quito which also included the Provinces of Quito and Guayaquil, something modern day Colombians do not like to admit. The term Ecuador did not appear until the republican period.

We, now, would like to advance another possibility for the application of a postmark inside a document.

Police Eye, Ambato, January 12, 1861


During the republican period, between 1830-1865, there existed a stamped mark called police eye in public correspondence. Although the police eye was wrongly advertised and sold by unscrupolous dealers as postmarks they were not. The police eye was stamped inside a piece of correspondence usually going from one police station to another indicating that the subject matter in question was reserved only for the eyes of the destinatary. One much letter was typycally mailed free of charge with the anotation civiles on the outside to denote its public nature and stamped by a police eye on the inside. These police eyes were of different size and color depending on its origin. Police eyes are rarely see on the front of a cover.

Your comments on the subject.

ECUADOR: LAS PRIMERAS TARJETAS ENTERO POSTALES DE LA AMERICAN BANK NOTE COMPANY (1885)

Juan Pablo Aguilar Andrade

Las primeras tarjetas entero postales circularon en el Ecuador a partir de febrero de 1884, y su uso fue oficializado al promulgarse el Reglamento del Servicio Postal Interno en junio de ese año. Inicialmente se hicieron dos emisiones, una en la Imprenta de La Novedad y otra en la de V. Montoya, ambas compuestas por dos tarjetas, una de dos y otra de tres centavos.

Que había suficiente existencia de estas especies lo prueba el hecho de que siguieron usándose hasta inicios de los años noventa. No es claro, por eso, por qué el gobierno ecuatoriano encargó nuevas tarjetas de dos y tres centavos a la American Bank Note Company; ¿tal vez para que el diseño de las mismas estuviera de acuerdo con las regulaciones de la Unión Postal Universal?

Las tarjetas de 2 y 3 centavos de la tercera emisión ecuatoriana, impresas por la American Bank Note Company

Las tarjetas de esta tercera emisión ecuatoriana fueron una de dos centavos, en cartulina blanca, y otra de tres, en cartulina rosada; conforme las tarifas entonces vigentes, la primera debía usarse para el correo doméstico y la segunda para el internacional.

Como indica Georg Maier (Los Enteros Postales del Ecuador 1884-1957, Quito, 2014, p. 13), "ninguna de las tarjetas muestra características especiales, salvo una pequeña diferencia en el marco del diseño, que puede variar de 128 milímetros a 128,8 milímetros de ancho en los dos tipos. Donde sí existe una diferencia pronunciada es en el grosor del cartón, que varía entre 0,32 y 0,39 milímetros". Esto, sin embargo, según el mismo autor, no autoriza a hablar de diferentes tirajes.

No se ha encontrado ni una orden oficial de emisión ni el contrato de impresión, por lo que no sabemos ni las fechas exactas de circulación, ni el número de piezas emitidas.

Texto del anuncio publicado en El Comercio, de Quito, el 12 de febrero de 1886
La primera referencia contemporánea a la existencia de las tarjetas de la American Bank apareció en la publicación francesa Le Timbre Posté, en el número de diciembre de 1885, donde se informa que entraron en circulación en octubre de ese año. También en diciembre, la existencia de las nuevas tarjetas fue dada a conocer en las páginas de The Philatelic Record.

El 12 de febrero de 1886, el diario El Comercio de Quito, anunció que las nuevas tarjetas postales llegadas desde los Estados Unidos se encuentran a la venta en el almacén de Rafael E. Dávila.

Las tarjetas de la American Bank tuvieron poco uso en sus primeros años, pues siguió recurriéndose a las de las dos primeras emisiones. Son bastante escasos los ejemplares fechados en el período inicial, volviéndose frecuentes las tarjetas a partir de 1889.

Es necesario establecer con claridad los usos más tempranos y los más antiguos de estas tarjetas. Solicitamos, para ello, el apoyo de nuestros lectores.

ECUADOR: EL REGLAMENTO DEL SERVICIO POSTAL INTERNO DE 1884

Después de la gran reforma postal de 1865, que introdujo en el Ecuador el uso de la estampilla de correos y cubrió de oficinas postales el territorio de la República, el siguiente paso fundamental en la historia postal ecuatoriana fue la incorporación del país a la Unión Postal Universal, en 1880.

Para que el servicio postal se preste conforme los lineamientos de la organización internacional, era preciso adaptar las regulaciones internas hasta entonces vigentes, fundamentalmente en materia de tarifas; esto se hizo, al menos en lo que resultaba urgente, con algunos decretos del entonces presidente de la República, general Ignacio de Veintemilla. Sin embargo, la proclamación de este último como Jefe Supremo, la revuelta nacional que siguió al hecho y la guerra civil por medio de la cual se resolvió el diferendo, impidieron que se hiciera nada más en relación con la modernización de los correos ecuatorianos.

José María Plácido Caamaño, presidente del Ecuador entre 1884 y 1888
y la portada del Reglamento del Servicios Postal Interno, dictado por él en 1884

Hubo que esperar al nuevo gobierno, presidido por José María Plácido Caamaño, para que se produjera la segunda reforma postal. Ésta se basó en el Reglamento del Servicio Postal Interno, que el Presidente promulgó en 1884, y que fue el primer cuerpo normativo que, en la historia ecuatoriana, reguló de manera general el servicio de correos; hasta entonces, solo habían existido reglamentos sobre aspectos puntuales y, en mucho, se seguía actuando conforme la costumbre heredada de la administración española.

El Reglamento contiene información de gran importancia para nuestra historia postal: sus artículos regulan la operación del servicio, determinan las particularidades del mismo, fijan las nuevas tarifas postales e introducen definitivamente el uso de las tarjetas entero postales. 

Gracias al proceso de digitalización de su repositorio, que ha emprendido la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, podemos ofrecer a nuestros lectores el texto completo del Reglamento de 1884, que a partir de hoy incorporamos permanentemente e nuestra biblioteca.

Puede acceder al documento pulsando aquí.

ESTAMPILLAS USADAS

Desde abril de 1926 se publicó en Quito la revista Hélice, dirigida por el pintor Camilo Egas y el escritor Raúl Andrade. En la página 7 del tercer número, correspondiente al 23 de mayo de 1923, se publicó sin firma el artículo que aquí reproducimos y que tanto dice sobre la afición de reunir sellos de correo. Hemos respetado la ortografía original.


El álbum de estampillas usadas, es un museo de emoción internacional. Cada sello de correo arrastra consigo girones de paisajes remotos, fríos de estepas rusas y calores de desierto africano, pedazos de mar y de neblinas nórdicas, olores a muelle tropical y a carne levantina, temblor de cuchilladas en las tabernas chinas, pena cosmopolita de trasatlántico holandés, hosca desesperanza de los soldados coloniales, consumidos por las fiebres palúdicas y los vicios occidentales, dolor de la vida errante, angustia de las emigraciones, oscuridad de los agentes de comercio que viajan en tercera.

El hombre silencioso que ama la vida familiar, los potajes caseros, el ruido de la chiquillería juguetona, el gorro de dormir, la butaca forrada de peluche verdoso y las pantuflas abrigadas, cuelga de los barrotes del balcón, un anuncio modesto.


En realidad compra emociones. Las estampillas anuladas, por el membrete de las oficinas de correo, le traen una inquietud de ir y venir que no ha de saborear jamás.

Las estampillas sudanesas, llenas de signos árabes y en cuyo centro corretea un camello, le evocan páginas enteras de Pierre Loti. Las egipcias, con tres pirámides en azul, le hacen pensar en los touristas británicos de casco de corcho blanco y máquinas de fotografía terciadas, que agotaron todas la colecciones y un número crecido de botellas de whisky ...

El álbum de estampillas es su libro de horas. En él saborea los más acres deleites. Las riñas de los marinos borrachos. Las agonías de los grumetes que murieron a bordo, víctimas de enfermedades de puerto asiático. Las juegas tristes de los capitanes de navíos negreros. La embriaguez negra del opio que hace tambaleas a los oficiales de marina y desnudarse a las mujeres blancas. Los ronquidos del banjo, la lujuria de las danzas de negros y las decoraciones tropicales. La sed de los legionarios heridos, bajo cuyo nombre supuesto, se ocultaron crímenes, quiebras fraudulentas y apellidos ilustres que se mezclaron en los "procesos célebres". Las chimineas de Marsella, las calles fangosas de Yokohama, las ruletas de Macao y las bailarinas judías.

La estampilla, con su aire de visto bueno oficial, puesto en el dorso de las amarguras que viajan, es una crónica completa de Gómez Carrillo. Alineadas, rígidas y uniformes, sobre las hojas de los álbumes, semejan epitafios de mil vidas desconocidas y parecen soñar en el viaje único que hicieron al fondo de una bodega trasatlántica, con destino a la Babel-necrópolis del álbum de un coleccionista ...

NUEVO CATÁLOGO DE SELLOS CLÁSICOS DE SAN PREDRO Y MIQUELÓN

La portada del catálogo de Tillard y una de sus páginas
El prolífico y multipremiado Jean-Jacques Tillard nos ofrece un nuevo trabajo sobre las estampillas de San Pedro y Miquelón.

Se trata de un libro que, en 128 páginas a color, cataloga las emisiones clásicas del archipiélago francés, aparecidas entre 1885 y 1908.

La obra, sin duda un texto fundamental para los interesados en la filatelia de los territorios franceses de ultramar, estudia uno por uno los sellos clásicos de San Pedro y Miquelón, dedicando una página a cada uno de ellos. 

El libro tiene un precio de 35 euros y lo pueden obtener contactándose con el autor, al correo texspm@cheznoo.net.

Pueden obtener más información sobre ésta y otras obras de Jean-Jacques Tillard, en la página Filatelia de San Pedro y Miquelón.


UN REPERTORIO DE FALSIFICACIONES EN LA RED

El sello falsificado es, sin duda, el peor enemigo del filatelista. No pocas aficiones se han perdido cuando un entusiasta descubre que esas estampillas que tanto le costaron conseguir, que veía como piezas clave de su colección, no pasaban de ser simples falsificaciones.

Aprender a distinguir lo falso de lo auténtico es, por eso, fundamental. Claro que en determinados casos habrá que recurrir a la mirada del experto e, incluso, a instrumental especializado; pero todo filatelista debe desarrollar la capacidad de, al menos, identificar aquello que puede hacer dudar sobre la autenticidad de una pieza.


Por eso, nos permitimos recomendar una página webe que reúne un valioso repertorio de piezas falsificadas de diferentes países, con imágenes y datos que permiten distinguir entre el sello falso y el auténtico.

A partir de hoy habrá un acceso permanente a esa página en la columna derecha de este blog. Lo interesados pueden acceder pulsando aquí.

LAS MONEDAS Y SUS ELEMENTOS

Presentamos, en esta nota, un interesante video producido por el Museo de la Casa de la Moneda, de Madrid, que sin duda interesará a los aficionados a la numismática y, particularmente, a los que quieren iniciarse en este apasionante campo del coleccionismo.

Se trata de un trabajo de cerca de cinco minutos, que permite conocer las monedas, sus elementos y particularidades. Pueden verlo pulsando la siguiente imagen.


domingo, 12 de marzo de 2017

MORE ABOUT POSTMARKS ON STAMPED REVENUE PAPER

Opinions of the memebers of the Ecuador Philatelic Study Group,
Thank you friends

EIVIND LUND (NORWAY)

I have not much knowledge about the revenue paper. Revenue paper are seen used with or without postmarks. The first sealed paper (6 reales value) is postmarked red Quito Franca. As you see the first three sealed papers (postmarked Quito, Latacunga and Riobamba) seen to has been sent from Quito. On arrival the postmark was applied the sealed paper. Could it be the same reason as I writes below.

On first and second issue, postage was glued on afterwards on the revenue papel. Cut from the wrappers was glued to the revenue paper to prove such act of mailing. The revenue paper had no validity if it was not sent through the mail (Leo Harris).

BERNARD BESTON (AUSTRALIA)

"Sealed" Revenue paper is not a term I have ever seen in relation to "Stamped" revenue paper. Or is this a google translation of the Spanish? Is this the case in England also or is this peculiar to Australia.

MANUEL ARANGO (COLOMBIA)

It seems to me that the observation of Bernie Beston is correct. The best translation of "papel sellado" is “Revenue stamped paper", not "sealed". 

If I understand well what exposed by the Mr. Eivind, documents with hand stamps of Quito, Latacunga and Riobamba began in Quito and subsequently upon arrival at these cities were applied. I do not think it is correct this assessment. The fact that the seal of revalidation say QUITO, does not mean that they were initiated in this city. Revenue stamped paper revalidated for Ecuador with Quito seal was used in almost all its territory. Please look closely at the top right edge of the document of Latacunga. It was written with different font indicating the value of postal payment: 2 reales, meaning it’s went through the post office. On the others this data is not displayed. 

I am enclosing some documents similar to those presented by Georg, extracted from my book "Recovering our pre-philately in the light of the Colombians historical archives". In the document of Roldanillo Franca is seen on the right of the red handstamp, the indication of 1 real as payment of the corresponding rate; Buga Franca in 1796, also notes an indication of payment of mailing costs. 

All these documents with indication of having passed through the mails were located only in the provinces of Popayan and Ecuador, covering the entire colonial period from 1772 until 1809 or a bit later. Why only in this region? We do not know. I have reviewed thousands and thousands of documents in the Colombian national archives and I have never found revenue stamped paper with similar postmarks in different areas  than Popayán and Ecuador.

So concluding, in my opinion all these documents were sent by judicial authorities with the different processes through the mail and not as a sign of authority as suggested by Georg.

Buga Franca 1795

Buga Franca 1795

Buga Franca 1796

Cali Franca 1796

Quito Franca 1787

Quito Franca 1787

Roldanillo Franca 1787

Roldanillo Franca 1809

Roldanillo Franca 1809



EXPOSICIÓN FILATÉLICA Y SEMINARIO DE ENTEROS POSTALES EN COSTA RICA

Para conmemorar los ciento veinte años de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, se ha programado una exposición filatélica de un marco, organizada por la Asociación Filatélica de Costa Rica, que estará abierta entre el 9 y el 17 de marzo de 2017.

Paralelamente, los días 10 y 11 de marzo se reúnen en Costa Rica destacados expertos en enteros postales, para un seminario en el que se han programado importantes charlas sobre esta especialidad filatélica.

Los enteros postales clásicos y los enteros postales ilustrados de Costa Rica, son los temas de sendas conferencia a cargo de Juan Reinoso y de Álvaro Castro Harrigan, mientras que Luis Fernando Díaz tiene a su cargo un charla sobre el valor y uso temático de los enteros.

A estos reconocidos expertos costarricenses, se suman dos voces autorizadas en enteros postales: Arturo Ferrer Zavala, Presidente de la Comisión de Enteros Postales de la Federación Interamericana de Filatelia y Alberto Jiménez, estudioso mexicano, quienes expondrán sobre el estado del coleccionismo de enteros postales en Argentina, Colombia, España y México.

El seminario se cierra con un panel sobre el catálogo costarricense de enteros postales.

Tanto el seminario, como la exposición, son una muestra más de la importante actividad que vienen desarrollando las asociaciones y los filatelistas de Costa Rica; vale la pena destacar, además, el apoyo recibido de una institución como la Universidad de Costa Rica, que una vez más abre sus puertas para difundir la actividad filatélica.

Mención especial merece, también, Arturo Ferrer Zavala, siempre activo y entusiasta impulsor del coleccionismo y el estudio de los enteros postales en España y América.

Esperamos recibir información de los colegas costarricenses acerca del desarrollo, tanto de la Exposición como del Seminario, a fin de difundirla entre nuestros amigos.



MÁS DIFÍCIL CADA DÍA. SOBRE EL ALTO COSTO DE LOS SERVICIOS POSTALES

Cartero en Lisboa
Foto de Pedro Ribeiro Simões

Walter Alves Carneiro

En Argentina, nuestro apasionante hobby, la filatelia, se ve dificultado no sólo por el incremento desmesurado (con respecto a otros países del mundo) de las tarifas postales, sino por medidas aduaneras que equiparan la compra de sellos en el exterior - aunque sean usados y de poco valor - con la importación de productos como ropa o electrónica.


Ejemplo: una carta internacional simple hasta 20 gramos cuesta en Europa entre 0,80 y 1,70 euros (15-30 pesos), en USA o Canadá 2 dólares (30 pesos), etc; aquí sale 118 pesos (US$ 8). Un envío certificado a esos destinos en Argentina puede salir mas de 400 pesos, algo indispensable si se canjea una cierta cantidad de sellos y que estos LLEGUEN A DESTINO, algo extremadamente riesgoso en el caso de la correspondencia no registrada. 

Una vez aquí, puede soportar costosos trámites tanto del Correo como de la Aduana, que hacen casi prohibitivas las compras y canjes.A la muy buena medida de la e-tienda - que lamentablemente carece de muchas emisiones para el filatelista común - sería bueno imaginar un régimen especial aduanero y de franqueos para la compra y correspondencia de envío de sellos postales, tanto en lo nacional como entre coleccionistas del país y del mundo.

NOTA: El texto de Walter, que se refiere a la realidad argentina, es fácilmente aplicable a muchos de nuestros países, donde ocurren cosas idénticas o peores. En el Ecuador, por ejemplo, un envío certificado con peso mínimo cuesta diez dólares y los trámites aduaneros tienen múltiples complicaciones; que lo diga si no Teddy Suárez, luego de todo lo que debió hacer para desaduanizar las medallas asignadas a los coleccionistas ecuatorianos en PHILATAIPEI 2016.

PERÚ: ¿UNA VARIEDAD DE LA TARJETA DOBLE DE 5 CENTAVOS DE 1883?

La tarjeta doble de 1880, con el resello rosado para que circule en 1883
Georg Maier

Como conocen los aficionados a los enteros postales del Perú, ese país ordenó imprimir sus primeros enteros postales tipo tarjeta en 1880, pero la emisión no pudo hacerse sino en 1883, luego de terminada la ocupación chilena a raíz de la Guerra del Pacífico (1879-1883).

Esa emisión, sin embargo, se hizo con un resello: la imagen del sol en el centro de la parte superior de la tarjeta, en colores diferentes de acuerdo al valor facial.

Las tarjetas de la emisión en referencia eran de tres valores (tres, cuatro y cinco centavos), y la que nos interesa es la doble de cinco centavos con el resello en color rosa, lo que la diferencia de la tarjeta sencilla con el mismo valor, cuyo resello es violeta.

Los catálogos de Paul Ascher y Higgins & Gage mencionan como variedad la tarjeta doble con el resello en negro (obviamente, un error de color). No consta en esos catálogos una variedad con el resello en color "moreno", a la que sí se refiere el eminente filatelista Herbert H. Moll en su catálogo (Postal Stationery of Peru, The Postal Stationery Society, 1999, p. 10); según esta obra, el resello en color "moreno" fue reportado por el filatelista norteamericano Gerard Marque. 

En mi correspondencia personal con el señor Moll (29 de diciembre de 1999), mencioné que tenía en mi posesión varios ejemplares de esa tarjeta con el resello en color café. El me aseguró que ninguno de sus colaboradores en el libro mencionaban ese color. No he podido saber si la discrepancia existe en el color mismo o en su descripción (el término "moreno" podría ser, en realidad, café). El señor Moll me solicitó una entrevista en una exposición para ver físicamente el ejemplar en discusión, pero lamentablemente el encuentro no llegó a darse.
 
Comparación de colores
En el proceso de limpiar la plancha, el líquido que fue utilizado bien puede haber alterado el color rosa convirtiéndolo en "moreno" o café en las primeras impresiones; podría tratarse, en consecuencia, de una reacción química por el líquido limpiador, que habría alterado el color rosa original.

¿Se trate, entonces, de un error, como en el caso del resello negro, o solo de una variación de color producto de una reacción química?

Rogamos a los coleccionistas contribuir con sus opiniones al respecto. Pueden hacerlo escribiendo a este blog actualidadfilatelica@gmail.com.

BLUE BOY: LA HISTORIA DE AMOR TRAS UN SELLO ÚNICO

En 1847 un joven de veinticuatro años, J. Wallace Hooff, envió desde Alexandria (Virginia) una carta a su prima Jannett Brown, que se encontraba en Richmond. Las dificultades que la relación entre ambos enfrentaba, por su parentesco cercano y por el hecho de que él era presbiteriano y ella episcopaliana, fueron el motivo de la misma, que terminaba con una advertencia apropiada en un amor clandestino: burn as usual (quémala como de costumbre).

El sobre dirigido a Jnnett Brown, con el Blue Boy

Jannett, que una vez superadas la dificultades terminaría casándose con J. Wallace Hooff, no hizo caso del pedido y, tras atar la carta con una cinta, la guardó en un costurero donde su hija, Mary Goulding Fawcett, la encontraría sesenta años después. Mary guardó la carta, pero pensó que el sobre, franqueado con un sello circular impreso en papel azul, podía valer algo; hizo las averiguaciones del caso y terminó vendiéndolo a quien le hizo la mayor oferta: tres mil dólares.

Daniel Bryan, Administrador
de Correos de Alexandria (Virginia)
Por conservar un recuerdo amoroso, Jannett preservó el único ejemplar conocido de la estampilla de cinco centavos sobre papel azul, impresa en 1846 por Daniel Bryan, Administrador de Correos de Alexandria. 

En 1981 la pieza, conocida por los filatelistas como Blue Boy (Muchacho Azul), se ofreció en venta en una subasta de la casa suiza Feldman; el comprador pagó por ella un millón de dólares.

El Blue Boy es parte de las emisiones provisionales hechas por los administradores de correos de diversas localidades de los Estados Unidos, con aprobación gubernamental, antes de que se ponga en funcionamiento el nuevo sistema postal nacional y se emitan las primeras estampillas estadounidenses, en 1847. 

Once administraciones postales hicieron estas emisiones, cuya lista puede consultarse pulsando el enlace PROVISIONALES.

Las estampillas provisionales de Alexandria fueron dos, ambas de cinco centavos: el Blue Boy y otro sello similar, impreso en papel color crema. De este segundo sello se conocen dos variedades, según el número de asteriscos qie enmarcan la estampilla: cuarenta o treinta y nueve.


LA ÚLTIMA ESTAMPILLA DE FRANKLIN D. ROOSEVELT

Franklin D. Roosevelt (1882-1945), en su calidad de filatelista, prestó especial atención a los sellos postales emitidos por los Estados Unidos durante su largo gobierno (1933-1945); según se sabe, él personalmente revisaba y aprobaba los diseños y, en algunos casos, diseñaba la estampilla.

La última que, podemos decir, salió de sus manos, fue la que se emitiría el 25 de abril de 1945, trece días después de la muerte del Presidente, para conmemorar la Conferencia de San Francisco, que dio origen a las Naciones Unidas (Scott 928). Ernest A. Kehr reproduce, en El Apasionante Mundo de la Filatelia (pp. 245-246), la historia de este sello contada por el Jefe General de Correos de los Estados Unidos, Franck C. Walker:

Lo mismo que todos los norteamericanos, el Presidente se preocupaba por la Conferencia ... Habíamos hablado sobre las posibilidades de un sello conmemorativo de la Asamblea. Una noche, siendo ya bastante tarde, me llamó desde Warm Springs y me dijo que había reflexionado mucho acerca del tema: el diseño habría de ser muy simple, con las palabras "Pro-Naciones Unidad"; el recuadro completamente recto; como único detalle de adorno una pequeña ramo de laurel al pie de la impresión. La Oficina de Grabación e Impresión realizó varios bosquejos, y el famoso filatelista señaló uno de ellos, que a su juicio era el más apto para la Conferencia destinada a tener tanta influencia en el mundo. Teniendo presente la gran demanda que se haría de ese sello, el Presidente trató con William Hassett acerca de la venta "día de emisión". Aceptó también mi idea de que él, personalmente, comprara el primer ejemplar recibiéndolo del Jefe de Correos de San Francisco. Ésa fue su última disposición oficial, media hora más tarde había fallecido.

Con la muerte del Presidente, el diseño se modificó ligeramente: incluyó la frase "Hacia las Naciones Unidas 25 de abril de 1945" y el nombre de Roosevelt.




MONEDA ATREVIDA

En 1916, Estados Unidos decidió renovar el diseño de las monedas de un cuarto de dólar; el trabajo se encargó a Hermon McNeil, que escogió una imagen de la Libertad, de pie entre dos pedestales, con un escudo en su mano izquierda y una rama de olivo en la derecha.

Puesta en circulación, la nueva moneda escandalizó inmediatamente a un sector de la sociedad norteamericana. la razón: la Libertad tenía un pecho descubierto.

La presión hizo que la Casa de Moneda encargara al mismo McNeil que retocara la moneda; el escultor lo hizo cubriendo el pecho, motivo del escándalo, con una cota de malla.

Sería éste el modelo que mantendría la moneda hasta 1930, el último año en que fue acuñada.

sábado, 4 de marzo de 2017

150 AÑOS DE LAS PRIMERAS ESTAMPILLAS SALVADOREÑAS

Este año se celebra el sesquicentenario del inicio del período filatélico en El Salvador.

En 1867, esa república centroamericana puso en circulación sus primeras estampillas, una serie de cuatro valores (medio, uno, dos y cuatro reales) ilustrados con un volcán en erupción, con once estrellas en semicírculo en su parte superior, que representan las provincias que en ese entonces componían el país (San Salvador, La Libertad, Sonsonate, Santa Ana, La Paz, Cuscatlán, Usulután, San Vicente, San Miguel, La Unión y Chalatenango).

Aunque para algunos el volcán que aparece en las estampillas sería el San Miguel, se considera que se trata en realidad del Izalco (El Faro del Pacífico), que es el que aparece en el escudo de armas de El Salvador.

Aunque se emitieron oficialmente el 17 de enero, el uso de las estampillas fue obligatorio recién a partir del 1 de marzo de 1867.

Las estampillas fueron impresas en planas de cien sellos (diez por diez) por la American Bank Note Company, de Nueva York, en septiembre de 1866 y llegaron a El Salvador el 17 de diciembre. Las planas llevan la identificación de la casa impresora en la parte superior, escrita en idioma castellano: COMPAÑÍA AMERICANA DE BILLETES DE BANCO DE NUEVA YORK.

En abril de 1873 se hizo una nueva tirada de la serie, que se distingue de la primera por la tonalidad de color y por la goma, amarilla en la primera impresión y blanca en la segunda.

Es muy raro encontrar las estampillas de la primera emisión salvadoreña, usadas en sobre.

POSTMARKS ON COLONIAL SEALED PAPER

Georg Maier
ecuadorstudygroup@gmail.com

While looking through my stock of excess colonial pre-philately, I come upon several documents mostly on sealed paper which showed on the margins philatelic markings, often of great rarity. Sitting down with some of my philatelic colleagues we tried to come up with a reason for the markings but could not find a good reason for their being and assistence for help from our philatelic friends.

The only common denominator we could find was their age; all originating in the 1770’s and 1780’s and all involving legal matters. One, with a beautiful Latacunga and Franca mark is a testament signed in Quito. Another postmarked Quito and Franca involves a suit for damages i.e. nothing that would give us a clue as to the application of postal markings.

Here are the four documents:

1. Sealed paper for six reales (Second Class) from 1731-1732-1733-1734 revalidated for 1782-1783. Post mark Quito-Franca in red with a Quito Type I marking which chronologically follows the same marking in black. Date January 1, 1782.



2. Sealed paper for six reales (Second Class) from 1752-1753 revalidated for 1782-1783. Post mark Latacunga Franca in black with earliest known postmark from that city. Date Quito, June 18, 1783.



3. Sealed paper of ¼ of a real (Fourth Class) from 1762-1763 and revalidated for 1770-1771. Manuscript annotation on various pages that it also serves for 1772. Postmark Riobamba in black. Earliest known postmark of that city and less than a handful known. Date Riobamba January 28, 1772.



4. Sealed paper for One Real (Third Class) from 1758-1759 revalidated for 1780-1781 with manuscript annotation on various pages that it also served for the year 1772. The final page of this document which is in my collection shows the date of October 15, 1776. Postmark Ysquande in black. The first and only known mark of its kind.


In my private collection I have several other documents of one or more pages marked with a postmark. These are in chronological order: Riobamba (1772), Popayan and Buga 1780), Cali (1783), Latacunga (1783), Buga (1784) and Quilichao (1788).

Since most of these documents are of postal content Y am wondering if the postal directors stamped them as a sign of authority rather than as postmarks.

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