sábado, 9 de febrero de 2019

ECUADOR 1884: INFORME DEL EMPRESARIO DE LA CARRERA DEL SUR (IV)


También acordamos con el Señor Administrador del Guayas que los correos de comunicaciones, y los de encomiendas salgan en el mismo vapor los miércoles, por las razones siguientes:

Primera: que no siendo complicado ni muy trabajoso, como en esta capital el despacho del correo de encomiendas; éste se desocupa mucho antes que el de comunicaciones, y no hay razón para retardar su salida al día jueves, como sucede en Quito, á causa de la abundante remisión de encomiendas del comercio de esta plaza. Segunda: que se evita al Supremo Gobierno el gasto de doble embarcación, que lo hace al salir ambos correos en distinto día, y tercero: que el conductor de encomiendas no pierde inútilmente un día de camino.

Creo, pues, Señor Administrador General que en estas medidas no verá U. sino el más acendrado deseo de satisfacer cumplidamente la alta confianza con que me ha favorecido el Supremo Gobierno, y que por mi parte solamente he tratado de evitar toda pérdida de tiempo y gasto superfluo al Erario, sin que la empresa omita el más pequeño para asegurar en lo posible los intereses que se le han confiado, y el mejor servicio de los correos.

No pasaré en alto comunicar á U. que el conductor José M. Gordillo ha puesto en mi conocimiento que, en la Administración de Babahoyo, se le ha abonado unicamente la mitad del valor de un flete de bagaje, porque el sobresaliente que traía no pesaba el número completo de arrobas que se calcula par cada carga. Bien creo que este procedimiento depende de la misma escrupulosidad del Señor Administrador de Babahoyo, y por lo mismo aguardo que U. se sira hacerle presente la disposición que existe á este respecto, y es: que cuando pasa de dos arrobas, el sobresaliente se abona, y con justicia, un bagaje para la carga. Ni puede ser de otro modo; pues ningún flotante se convendría con el medio precio, porque el peso de la carga no sea exactamente el calculado á cada bagaje y el conductor tiene que pagarlo, siempre como completo.

En el correo pasado recibí un oficio del Señor Administrador de Machache, contraido á manifestarme que iba á establecer un aumento en el precio de los fletes de bestias: esto comprueba que el proceder del Señor Administrador de Latacunga va sirviendo de ejemplo á los demás, y por lo mismo se manifiesta la urgente necesidad de coartar cuanto antes dichas arbitrariedades, y de evitar los nuevos obstáculos que impedirán el pronto despacho de los correos en el tránsito. En contestación manifesté al Señor Administrador de Machache la palpable sinrazón con que procedía; alterando el justo precio de costumbre, y le manifesté que algunas personas de ese lugar querían comprometerse á servir los relevos de bagajes, con bestias propias, pro el precio establecido, y con el número suficiente para proveer á todos los correos; y últimamente recibí un oficio de dicho Administrador, asegurándome que está pronto á dejar su destino, siempre que se le exija á proporcionar las bestias por el precio establecido; puesto que, no teniendo ni una de su propiedad, sujetará á los correos á alquilarlas al precio que impongan los particulares.

Además, algunos postillones de Machache han comenzado á dar mucho que hacer á los correistas con su mal comportamiento. El largo tiempo que tengo de experiencia en el servicio de correos, me ha proporcionado mucho conocimiento en la rutina con que desempeñan los postillones. Conozco á todos ellos, y sé cuál ha sido su desempeño; mas ahora, creyéndose, sin duda, relevados de sus deberes para con el Supremo Gobierno, quieren establecer un nuevo servicio á su amaño, y se resisten á cumplir sus comisiones de costumbre, exigiendo también ellos un aumento en el precio del sueldo fijado á los escoltas, que es de diez reales para cada tambo, y no pueden estar mejor pagados.

Entrada a un tambo
(tomado de Whymper, Travels amongst the great Andes

Para el arreglo de todos estos particulares, y remedio de tantos abusos necesito, sin duda alguna, de la autorizada cooperación de U., á fin de que los conductores no tengan que sufrir las consecuencias del capricho de esos funcionarios, encontrando una rémora para desempeñar con exactitud sus deberes en los mismos empleados que tienen el deber de prestarles los auxilio que ordena el Supremo Gobierno.

Como lo más continuo posible haré mis viajes, tendré ocasión de comunicar á U. minuciosamente todo lo que ocurra en el servicio postal; pues está en los intereses del Gobierno y en los de la Empresa que dirijo, la repetida vigilancia á las oficinas y postas de correos del tránsito, de cuyo desempeño depende el exacto cumplimiento de las condiciones fijadas en mi contrata; y antes que todo la satisfacción de mi propia conciencia; para lo que haré todo lo que está de mi parte, á fin de llenar debidamente la confianza del Supremo Gobierno y la del comercio de esta ciudad que me ha honrado con su adhesión.

Por lo demás, las autoridades superiores relacionadas con el ramo de correos, no hay duda que han dado cumplimiento á las órdenes consignadas  en el oficio que con fecha 13 de Setiembre dirigió el H. Señor Ministro de Hacienda, á los Señores Gobernadores de las provincias del tránsito, y solamente el Señor Administrador de Latacunga parece no haber tocado hasta ahora con el Señor Gobernador de León.

Termino, pues, el presente informe con la satisfacción de decir á U. que hasta hoy, el desempeño de la Empresa de Correos corresponde a los compromisos de la contrata. Lo conductores llegan con exactitud á esta capital á la hora señalada en el itinerario, y á veces aun con anticipación. Los Correos llevan buena y bien armada escolta para la seguridad de los intereses que conducen: las jornadas se hacen con comodidad, y evitando el peligro de caminar por la noche. En los lugares que ha sido imprescindible la muy temprana madrugada he puesto por mi cuenta y costo duplicadas escoltas; pues no omito ni omitiré medio ni gasto alguno para establecer el servicio de correos con rigurosa exactitud, y la posible seguridad. 

Pero serían estériles y del todo nugatorios aun mis mayores sacrificios, si no contara como cuento con la decidida cooperación y apoyo del Supremo Gobierno, quien impulsará mi empeño para llevar á cima el éxito feliz de la Empresa que dirijo.

Dignese aceptar la alta consideración con que me suscribo de U. atento y S.S.

Rafael Escalante

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