Juan Pablo Aguilar Andrade
actualidadfilatelica@gmail.com
En el Ecuador, la Revolución Liberal, triunfante en 1895, asumió el programa de separar la Iglesia del Estado, colocar a las conmemoraciones cívicas en lugar de las religiosas y construir un panteón de héroes nacionales que dotara al Estado laico, de símbolos de identidad nacional alternativos a los que hasta entonces había exhibido el catolicismo.
Los sellos de correo estuvieron entre los instrumentos utilizados para ese propósito. En 1896, el gobierno liberal emitió la primera serie conmemorativa del Ecuador (Scott 63-69), con la que rindió homenaje a la transformación política que le llevó al poder, enlazándola con los próceres de la independencia que protagonizaron la revolución del 6 de marzo de 1845. Luego, en el paso del siglo XIX al XX, las estampillas con el escudo de armas de la República, o con los retratos de los primeros presidentes, fueron reemplazadas por una serie en la que aparecían los héroes del nuevo régimen, cuatro próceres de la Independencia (Espejo, Mejía, Calderón y Olmedo) y cuatro figuras del proceso que llevó a los liberales al poder (Moncayo, Carbo, Montalvo y Vargas Torres).
En 1904 el gobierno decidió celebrar por todo lo alto el centenario del nacimiento del héroe de la batalla de Pichincha, Abdón Calderón Garaicoa. El 12 de octubre de 1903 (Registro Oficial 624, 23 de octubre de 1903), el presidente Leonidas Plaza Gutiérrez declaró como fiesta cívica nacional el 31 de julio de 1904, fecha del centenario, destinó recursos a la acuñación de medallas de oro y plata para premiar un concurso sobre el prócer y bautizó con su nombre el parque central de su ciudad natal, Cuenca.
Cuatro meses después, el 19 de febrero de 1904 (Registro Oficial 722, 20 de febrero de 1904), el Presidente dispuso que se emita una serie postal conmemorativa del centenario; como era usual en esa época, las estampillas conmemorativas debían sustituir a las ordinarias durante un tiempo determinado, pasado el cual debían retirarse de circulación. En este caso, se dispuso que la serie dedicada a Abdón Calderón se utilice entre el 31 de julio y el 30 de septiembre de 1904.
La emisión de estampillas conmemorativas, sin embargo, tropezaba con un problema. La Unión Postal Universal consideraba que esta clase de productos postales tenían un carácter más bien especulativo y, en el número 1 del artículo 11 de la Convención Postal Universal firmada en Washington el 15 de junio de 1897, prohibió, para el servicio internacional, el uso "de estampillas postales creadas con un fin especial y particular al país de emisión, tales como las estampillas postales denominadas conmemorativas de una validez transitoria" (la cursiva consta en el original). El Congreso del Ecuador aprobó esta Convención con Decreto del 7 de octubre de 1899 (Registro Oficial 969, 12 de octubre de 1899); el texto de la Convención se publicó en el Registro Oficial 996 del 16 de noviembre de ese año.
Es por ésto que se decidió que la emisión conmemorativa se usara únicamente para el correo interno y eso explica la leyenda en la parte superior de las estampillas: CORREOS INTERNOS DEL ECUADOR.
El Decreto presidencial dispuso que las estampillas tuvieran al centro el retrato de Calderón, en color negro, circundado con ramas de laurel a la derecha y de olivo a la izquierda, debajo del retrato un haz de armas, la inscripción Correos Internos y las fechas 31 de julio de 1804 y 31 de julio de 1904.
Debían imprimirse seis valores en las siguientes cantidades:
Según el Decreto, los sellos de 1, 2, 10 y 20 centavos debían medir 10x30 mm. y los de 5 y 50 centavos 15x30 mm. Si bien las estampillas se hicieron en dos tamaños, siendo más grandes las de 5 y 50 centavos, las medidas no fueron exactamente las previstas en el Decreto; el alto se mantuvo, pero el ancho fue superior (19x30 mm. y 24x30 mm.).
Según Justo P. Campaña, los colores de las estampillas (rojo, azul y amarillo), se escogieron para formar con ellos la bandera ecuatoriana; esa sería la razón de que las estampillas amarillas fueran más anchas, como la franja del mismo color en la enseña nacional.
Las estampillas fueron impresas en marzo de 1904. Tanto la orden de grabado como la de impresión se dieron en ese mes, según el informe de la casa impresora, la American Bank Note Co., publicado en el número 8-10 de El Coleccionista Ecuatoriano (julio de 1937-marzo de 1938). Esa es, también, la fecha que consta al borde de un bloque de diez especímenes del sello de 50 centavos.
Conforme lo previsto por el Decreto Presidencial, las estampillas debían ponerse a la venta el 31 de julio de 1904 y, hasta el 30 de septiembre, debían ser la únicas usadas para el servicio interno; la correspondencia internacional debía franquearse con las estampillas ordinarias entonces en uso, las de la serie de personajes ilustres de 1901. El 20 de julio de 1904, el Ministro de Instrucción Pública pidió al Director General de Correos que recuerde estos particulares a los administradores postales de la República.
Las estampillas circularon durante el período inicialmente fijado y dejaron de utilizarse a partir del 1 de octubre de 1904. Un nuevo Decreto presidencial estableció con claridad que la emisión conmemorativa no podía usarse en ninguno de los servicios de correos de la República (Decreto 10, 25 de octubre de 1904, Registro Oficial 922, 26 de octubre de 1904).
El mismo Decreto autorizó al Ministro de Hacienda vender, "a quienes lo soliciten", y al valor facial, los sobrantes de las estampillas conmemorativas.
No sabemos si esta disposición se cumplió inmediatamente ni cuántos de estos sellos, ya sin valor postal, fueron vendidos, pero en 1905, en el número del 15 de octubre de la revista Guayaquil Filatélico, se informó que habían aparecido en el mercado estampillas de la serie conmemorativa de Abdón Calderón, con el resello OFICIAL, a las que calificó como falsas.
Esto era sin duda cierto. Como se ha visto, el hecho de que las estampillas que nos ocupan se hayan emitido como conmemorativas, para utilizarse durante un corto período, las excluía de la posibilidad de que sean empleadas en el correo internacional. Las estampillas oficiales eran hechas, precisamente, para marcar la correspondencia que con ese carácter circulaba hacia el exterior; no había posibilidad alguna, entonces, de que los sellos con el retrato de Abdón Calderón pudieran emplearse como oficiales.
Según el Manual de Kohl, el resello fue puesto por el mismo gobierno, a fin de hacer las estampillas más atractivas para la venta. Estos resellos aparecen en colo rojo y violeta y, de este último, además violeta negruzco y violeta azulado.
Olivier Bertossa incluye, en su catálogo especializado, las cantidades de estampillas que fueron reselladas con la palabra OFICIAL. Desconozco de dónde tomó el dato, pero sin duda es errado, porque no concuerda con la cifra de estampillas sobrantes que se pusieron a la venta en 1906, conforme se verá enseguida. Lo cierto es que, entre octubre de 1904, cuando los sellos conmemorativos perdieron su valor para el servicio postal interno, y 1906, cuando los sobrantes se ofrecieron en venta mediante una licitación pública, una cantidad no establecida de sellos fue utilizada para forjar la pretendida serie para el servicio oficial.
De todos modos, la cantidad que se sacó a licitación el 10 de abril de 1906 (Registro Oficial 59), nos permite tener una idea aproximada de cuántas estampillas fueron efectivamente vendidas durante el período de uso, entre el 31 de julio y el 30 de septiembre de 1904. El siguiente cuadro muestra la tirada original, la cantidad licitada, la cantidad aproximada de sellos vendidos en el período de uso (según lo dicho debieron ser menos) y el porcentaje de utilización.
Como puede verse, el sello más utilizado fue el de 5 centavos, lo que no resulta extraño si se toma en cuenta que esa era la tarifa de una carta simple para el correo interno. Le sigue uno de los sellos raros de la filatelia ecuatoriana, el cincuenta centavos amarillo; la tirada fue escasa (8.000 ejemplares) y se vendió alrededor del sesenta por ciento; si descontamos los resellados como oficiales y los matasellados de favor, queda clara la razón por la que no es fácil hacerse con este sello, en estado nuevo.
No he encontrado información que confirme cuántos sellos se vendieron como resultado de la licitación. Lo cierto es que, si se dió la venta, ésta debió ser en pequeñas cantidades, pues en 1909 Ludwig Goldner, comerciante de Hamburgo, compró dos mil series en la Tesorería sel Ministerio de Hacienda, tal como se lo contó veinte años después a Justo P. Campaña. Si pensamos en la estampilla de cincuenta centavos, y asumimos que nada se vendió en la licitación, habrían quedado únicamente unas mil estampillas sin uso en la Tesorería; no sabemos su destino pero, si sobrevivieron, esas, más las que hubieren comprado los coleccionistas durante el período de vigencia de la serie, serían las únicas disponibles en estado nuevo.
Porque, la dos mil series que compró Goldner, las adquirió mataselladas de favor, pues para ese entonces los coleccionistas daban preferencia a los sellos usados. Las cancelaciones son las que se utilizaron mientras la serie circuló, un doble círculo con la inscripción CORREOS DEL ECUADOR, el nombre de la localidad al pie y la fecha en el centro. Según Campaña, los matasellos utilizados para las cancelaciones de favor correspondían a Portoviejo, Riobamba, Quito y Guayaquil y, entre las planas adquiridas por Goldner, aparecieron ejemplares del sello de cinco centavos sin perforación vertical. En varios casos, las cancelaciones de favor son fácilmente identificables, porque las estampillas conservan la goma original.
Si bien la serie conmemorativa debía usarse únicamente para el servicio interno, hay varios ejemplares matasellados con el cancelador de Guayaquil de la Sección Exterior, lo que haría pensar en una cancelación de favor. Es posible, pero tampoco sería extraño que se tratara simplemente de un error administrativo: el uso indistinto de matasellos, tanto de la sección exterior como de la interior, sin importar el destino final de la correspondencia.
Los sellos de cinco centavos de esta serie existen con resellos de los conocidos como "Consejo Escolares", utilizados en 1907-1908. No se puede pensar sino que se trata de sellos forjados, pues estando fuera de circulación las estampillas desde 1904, no cabía que fueran utilizadas para el servicio postal tres años después.
La serie conmemorativa del centenario del nacimiento de Abdón Calderón (1904) |
En 1904 el gobierno decidió celebrar por todo lo alto el centenario del nacimiento del héroe de la batalla de Pichincha, Abdón Calderón Garaicoa. El 12 de octubre de 1903 (Registro Oficial 624, 23 de octubre de 1903), el presidente Leonidas Plaza Gutiérrez declaró como fiesta cívica nacional el 31 de julio de 1904, fecha del centenario, destinó recursos a la acuñación de medallas de oro y plata para premiar un concurso sobre el prócer y bautizó con su nombre el parque central de su ciudad natal, Cuenca.
Cuatro meses después, el 19 de febrero de 1904 (Registro Oficial 722, 20 de febrero de 1904), el Presidente dispuso que se emita una serie postal conmemorativa del centenario; como era usual en esa época, las estampillas conmemorativas debían sustituir a las ordinarias durante un tiempo determinado, pasado el cual debían retirarse de circulación. En este caso, se dispuso que la serie dedicada a Abdón Calderón se utilice entre el 31 de julio y el 30 de septiembre de 1904.
La inscripción "Correos Internos", que dejaba en claro que las estampillas estaban destinadas al correo doméstico |
Es por ésto que se decidió que la emisión conmemorativa se usara únicamente para el correo interno y eso explica la leyenda en la parte superior de las estampillas: CORREOS INTERNOS DEL ECUADOR.
El Decreto presidencial dispuso que las estampillas tuvieran al centro el retrato de Calderón, en color negro, circundado con ramas de laurel a la derecha y de olivo a la izquierda, debajo del retrato un haz de armas, la inscripción Correos Internos y las fechas 31 de julio de 1804 y 31 de julio de 1904.
Debían imprimirse seis valores en las siguientes cantidades:
1 centavo
|
300.000
|
2 centavos
|
150.000
|
5 centavos
|
160.000
|
10
centavos
|
60.000
|
20
centavos
|
30.000
|
50
centavos
|
8.000
|
Según el Decreto, los sellos de 1, 2, 10 y 20 centavos debían medir 10x30 mm. y los de 5 y 50 centavos 15x30 mm. Si bien las estampillas se hicieron en dos tamaños, siendo más grandes las de 5 y 50 centavos, las medidas no fueron exactamente las previstas en el Decreto; el alto se mantuvo, pero el ancho fue superior (19x30 mm. y 24x30 mm.).
Según Justo P. Campaña, los colores de las estampillas (rojo, azul y amarillo), se escogieron para formar con ellos la bandera ecuatoriana; esa sería la razón de que las estampillas amarillas fueran más anchas, como la franja del mismo color en la enseña nacional.
Bloque de especímenes con borde de hoja y la indicación del mes de impresión, marzo de 1904 |
Las estampillas fueron impresas en marzo de 1904. Tanto la orden de grabado como la de impresión se dieron en ese mes, según el informe de la casa impresora, la American Bank Note Co., publicado en el número 8-10 de El Coleccionista Ecuatoriano (julio de 1937-marzo de 1938). Esa es, también, la fecha que consta al borde de un bloque de diez especímenes del sello de 50 centavos.
Conforme lo previsto por el Decreto Presidencial, las estampillas debían ponerse a la venta el 31 de julio de 1904 y, hasta el 30 de septiembre, debían ser la únicas usadas para el servicio interno; la correspondencia internacional debía franquearse con las estampillas ordinarias entonces en uso, las de la serie de personajes ilustres de 1901. El 20 de julio de 1904, el Ministro de Instrucción Pública pidió al Director General de Correos que recuerde estos particulares a los administradores postales de la República.
Las estampillas circularon durante el período inicialmente fijado y dejaron de utilizarse a partir del 1 de octubre de 1904. Un nuevo Decreto presidencial estableció con claridad que la emisión conmemorativa no podía usarse en ninguno de los servicios de correos de la República (Decreto 10, 25 de octubre de 1904, Registro Oficial 922, 26 de octubre de 1904).
El mismo Decreto autorizó al Ministro de Hacienda vender, "a quienes lo soliciten", y al valor facial, los sobrantes de las estampillas conmemorativas.
No sabemos si esta disposición se cumplió inmediatamente ni cuántos de estos sellos, ya sin valor postal, fueron vendidos, pero en 1905, en el número del 15 de octubre de la revista Guayaquil Filatélico, se informó que habían aparecido en el mercado estampillas de la serie conmemorativa de Abdón Calderón, con el resello OFICIAL, a las que calificó como falsas.
Esto era sin duda cierto. Como se ha visto, el hecho de que las estampillas que nos ocupan se hayan emitido como conmemorativas, para utilizarse durante un corto período, las excluía de la posibilidad de que sean empleadas en el correo internacional. Las estampillas oficiales eran hechas, precisamente, para marcar la correspondencia que con ese carácter circulaba hacia el exterior; no había posibilidad alguna, entonces, de que los sellos con el retrato de Abdón Calderón pudieran emplearse como oficiales.
Prueba de cuño del retrato de Calderón y prueba del sello de 10 centavos |
Según el Manual de Kohl, el resello fue puesto por el mismo gobierno, a fin de hacer las estampillas más atractivas para la venta. Estos resellos aparecen en colo rojo y violeta y, de este último, además violeta negruzco y violeta azulado.
Olivier Bertossa incluye, en su catálogo especializado, las cantidades de estampillas que fueron reselladas con la palabra OFICIAL. Desconozco de dónde tomó el dato, pero sin duda es errado, porque no concuerda con la cifra de estampillas sobrantes que se pusieron a la venta en 1906, conforme se verá enseguida. Lo cierto es que, entre octubre de 1904, cuando los sellos conmemorativos perdieron su valor para el servicio postal interno, y 1906, cuando los sobrantes se ofrecieron en venta mediante una licitación pública, una cantidad no establecida de sellos fue utilizada para forjar la pretendida serie para el servicio oficial.
De todos modos, la cantidad que se sacó a licitación el 10 de abril de 1906 (Registro Oficial 59), nos permite tener una idea aproximada de cuántas estampillas fueron efectivamente vendidas durante el período de uso, entre el 31 de julio y el 30 de septiembre de 1904. El siguiente cuadro muestra la tirada original, la cantidad licitada, la cantidad aproximada de sellos vendidos en el período de uso (según lo dicho debieron ser menos) y el porcentaje de utilización.
VALOR
|
TIRADA
|
LICITADOS
|
USADOS
(Aprox.)
|
%
USADO
(Aprox.)
|
1 centavo
|
300.000
|
162.221
|
137.779
|
46
|
2 centavos
|
150.000
|
87.526
|
62.474
|
42
|
5 centavos
|
150.000
|
37.168
|
112.832
|
75
|
10 centavos
|
60.000
|
44.732
|
15.268
|
25
|
20 centavos
|
30.000
|
22.879
|
7.121
|
24
|
50 centavos
|
8.000
|
3.184
|
4.816
|
60
|
Como puede verse, el sello más utilizado fue el de 5 centavos, lo que no resulta extraño si se toma en cuenta que esa era la tarifa de una carta simple para el correo interno. Le sigue uno de los sellos raros de la filatelia ecuatoriana, el cincuenta centavos amarillo; la tirada fue escasa (8.000 ejemplares) y se vendió alrededor del sesenta por ciento; si descontamos los resellados como oficiales y los matasellados de favor, queda clara la razón por la que no es fácil hacerse con este sello, en estado nuevo.
Estampilla con el resello OFICIAL y matasellos de favor |
Porque, la dos mil series que compró Goldner, las adquirió mataselladas de favor, pues para ese entonces los coleccionistas daban preferencia a los sellos usados. Las cancelaciones son las que se utilizaron mientras la serie circuló, un doble círculo con la inscripción CORREOS DEL ECUADOR, el nombre de la localidad al pie y la fecha en el centro. Según Campaña, los matasellos utilizados para las cancelaciones de favor correspondían a Portoviejo, Riobamba, Quito y Guayaquil y, entre las planas adquiridas por Goldner, aparecieron ejemplares del sello de cinco centavos sin perforación vertical. En varios casos, las cancelaciones de favor son fácilmente identificables, porque las estampillas conservan la goma original.
Si bien la serie conmemorativa debía usarse únicamente para el servicio interno, hay varios ejemplares matasellados con el cancelador de Guayaquil de la Sección Exterior, lo que haría pensar en una cancelación de favor. Es posible, pero tampoco sería extraño que se tratara simplemente de un error administrativo: el uso indistinto de matasellos, tanto de la sección exterior como de la interior, sin importar el destino final de la correspondencia.
Los sellos de cinco centavos de esta serie existen con resellos de los conocidos como "Consejo Escolares", utilizados en 1907-1908. No se puede pensar sino que se trata de sellos forjados, pues estando fuera de circulación las estampillas desde 1904, no cabía que fueran utilizadas para el servicio postal tres años después.
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