UNA REIMPRESIÓN PARA NO PERDERSE, LA DE LOS RESELLOS LINDBERGH DE COSTA RICA

Para la gran mayoría de los habituales en las reuniones del espacio virtual de Mi Oficina, no es una novedad la existencia de la piedra litográfica con veinticinco posiciones del resello que, para conmemorar la visita de Charles Lindbergh, se puso en 1928 (Scott 147) sobre la estampilla costarricense de 1926 con el retrato de Cristóbal Colón, con valor facial de 12 céntimos y color rosa (Scott 124).

Antolín Chinchilla, a quien el gobierno encomendó prepara la piedra con cien posiciones para realizar el resello, preparó paralelamente esta piedra de 25 posiciones, utilizando el dado original.

La piedra litográfica con las 25 posiciones del resello Lindbergh

Alfonso Molina Mainieri es el feliz propietario de esta pieza conseguida, como él afirma, "en parte por mi insistencia, pero definitivamente gracias al buen corazón de un gran amigo filatelista".

Pues bien, Alfonso no quiere que la piedra se quede ahí sino que ha buscado la forma de utilizarla para crear reproducciones, claramente identificadas como tales, de los resellos, para que puedan tenerla los interesados en esta pieza singular de la filatelia costarricense.

La tarea no ha sido fácil y ha llevado algo así como dos años ubicar a las personas capacitadas para hacer la impresión, utilizando los procesos de hace cien años, manualmente y con la meticulosidad requerida.

Las reimpresiones en proceso de impresión

Lo que se pretende es hacer un total de cien reimpresiones, cincuenta en color azul y cincuenta en color rojo, lo que las diferencia claramente de las impresiones originales, en negro. Cada grupo de reimpresiones estará numerado del 1 al 50 y será trabajo con las mejores tintas posibles y sobre papel libre de ácido.

Los interesados en estas piezas podrán recibirlas a partir del 7 de diciembre de 2021. Pulsando AQUÍ podrán adquirir las reimpresiones a USD 65 si se compra solo un color o a USD 120 si se compren los dos. El precio incluye el envío por correo certificado.

No se quede fuera de esta oportunidad que tiene un indudable interés, no solo para los filatelistas costarricenses, sino para todos aquellos interesados en el correo aéreo y la aerofilatelia.