En la Pascua de 1896, la Iglesia de Cristo en Demarara, la Guayana Británica, recibió una ofrenda de 75 libras que sus feligreses, pese a lo escaso de sus recursos, habían logrado reunir para que la congregación pudiera hacer frente, de algún modo, a la difícil situación por la pasaba; para entonces se habían acumulado sobregiros por 100 libras, vencían 175 de la hipoteca de la escuela y era necesario honrar otras deudas menores.
Para el pastor Luigi Josa, no solo el dinero era bienvenido para solucionar la crisis. Las estampillas usadas podían ser también una fuente de recursos, dado el interés que los coleccionistas tenían por los sellos de la colonia británica, así que cuando la anciana señorita Preston se acercó a la iglesia para entregar dos estampillas de cuatro céntimos, la donación fue bienvenida.
El sobre que la señorita Rosa donó a la Iglesia de Cristo de Demarara |
El pastor Josa vendió los dos sellos por un valor equivalente a seis libras y pensó en la posibilidad de que la señorita Preston tuviera más estampillas iguales o, tal vez, otras de aquellas por las que los filatelistas ofrecían precios más elevados. Fue, pues, a verla, y con el pretexto de informarle sobre lo obtenido gracias a su colaboración y agradecerle el aporte, le preguntó si tenía más ejemplares de los mismos sellos, u otros que pudieran ser de utilidad.
Que no, dijo la señorita Preston; todas las estampillas que tenía las había ya regalado, aunque era probable que hubiera algo en una canasta vieja llena de papeles, que sacó y empezó a hurgar junto con el pastor. Y entre el montó de recibos y papeles sin valor, apareció un sobre que tenía como destinataria a miss Rose, en Blankenburg, y tenía en su esquina superior izquierda una pareja de sellos circulares de dos céntimos, impresos en papel de color rosa.
Los dos sellos pertenecían a la primera emisión de la Guayana Británica, impresa localmente, en 1850, con tinta negra sobre papeles de diferentes colores, con un diseño simple y hasta burdo: el valor en centavos, rodeado de un círculo en cuyo interior aparece la leyenda BRITISH GUIANA. Como Cottonreels (carretes de algodón), fueron bautizadas estas estampillas, por su parecido con las etiquetas circulares que se colocaban en los carretes de algodón. De los cinco valores de la serie, todos rarezas de la filatelia de la Guayana Británica, el más raro es el de 2 céntimos en papel rosa pálido que, a diferencia de sus compañeros, se imprimió en 1851.
El sobre dirigido a Job Collier, actualmente en la Colección Real Británica |
Ese era el sello del que un pareja aparecía en el sobre dirigido a la señorita Rosa, quien vivía con la señorita Preston y había sido testigo del hallazgo. Cuando el pastor Josa se volvió hacia ella y le explicó que las estampillas pegadas en su sobre eran muy buscadas por los filatelistas, vio que el rostro de la la anciana se iluminaba antes de decir, jubilosa, que por fin tenía algo de valor que se podía donar a la iglesia.
Josa vendió el sobre por un precio que, si bien fue el más alto que pudo obtener, unas doscientas diez libras, era inferior al que se hubiera podido conseguir si, libre de urgencias económicas, hubiera tenido más tiempo para hacer el negocio.
Lo obtenido fue suficiente, sin embargo, para sacar a la iglesia de su crisis financiera e, incluso, sobró algo de dinero que el pastor ofreció a las ancianas Rosa y Preston, que seguramente lo necesitaban dada su precaria situación económica. Se negaron a recibir valor alguno, porque para ellas el sobre, y lo obtenido gracias a él, estaba reservado para su vieja y querida iglesia.
El sobre Gordon |
Solo tres sobres se conocen con el 2 céntimos rosa de la Guayana Británica, en todos los casos con parejas del sello. Uno de esos sobres, dirigido a Job Collier, en Victoria Village, estuvo en la colección Ferrari y hoy se encuentra en la Colección Real Británica y otro, cuyo destinatario era Edward Gordon, perteneció a la colección Burrus y se vendió en Zurich el 22 de noviembre de 1989, en la subasta de la casa Christie's Robson Lowe, en 585.000 francos suizos (cerca de 589.000 dólares de los Estados Unidos, al cambio actual).
El sobre de la señorita Rosa alcanzó las 161.000 libras cuando fue vendido en mayo de 1990.
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