Camilo Destruge
El señor Wheelwright, primer Superintendente de la Compañía, salió de Inglaterra para el Istmo, por la vía de Nueva York, el día 21 de abril, para venir a establecer la principal agencia en Lima.
El Perú fue puesto bajo las órdenes del capitán Peacock, Maestro que había sido de la Marina Real inglesa, y quien vino al Ecuador con el carácter de Superintendente de la Compañía; y el Chile fue entregado al mando del capitán Glover.
Ambos vapores salieron de Inglaterra, con destino al pacífico, el 1 de junio de 1840.
Fue el primer Agente de la Pacific Steam Ship Navigation Company en Guayaquil, don Manuel Antonio de Luzárraga; y el 11 de mayo de 1841, anunciaba oficialmente a la Gobernación de la Provincia, que para el 7 de junio siguiente debía esperarse la llegada del vapor Perú a este puerto, de 3 a 5 de la tarde, con procedencia del Callao, agregando que saldría de Guayaquil dos días después, llevando carga y pasajeros para los puertos del Perú, Bolivia y Chile.
Publicó también el señor Luzárraga un aviso por la prensa, y decía en él:
"Debe ser muy plausible que al fin se haya realizado un proyecto tan deseado, y tan ventajoso para todos, especialmente para el comercio. Todos debemos interesarnos en que prospere y se establezca sólidamente. Los pueblos de América, que viven casi como extraños, por la dificultad de comunicarse, puestos ya en contacto por este medio, estrecharán más y más sus relaciones, formando otras nuevas, excitados por la facilidad, seguridad y prontitud de sus negocios y comunicaciones.
"Si el Gobierno, como es de esperar, protegiere en cuanto pueda esta importantísima empresa, hará un beneficio inestimable a este país; despertando el espíritu de comercio, y estimulando al trabajo y a la acción; sin lo cual nuestras ricas producciones serán, como hasta ahora, máquinas sin movimiento, enmohecidas y roídas por la inercia y el tiempo."
El día señalado entró, efectivamente, a nuestro puerto el primer vapor de la Compañía Inglesa, y se puede suponer el júbilo con que sería recibido por la población.
En cuanto a concesiones, el Gobierno ecuatoriano las hizo liberalmente, y fueron aumentando con el transcurso del tiempo, como debía ser, ya que así se propendía al desarrollo de la navegación con beneficio para el país.
El Chile entró por vez primera a Guayaquil el 8 de octubre de 1841, a las seis de la tarde, en circunstancias de que la ciudad estaba animada por las fiestas patrias.
Al día siguiente, el vapor inglés en unión del vapor nacional Guayas, ambos llenos de gallardetes y banderas, recorrieron la ría, haciendo evoluciones, para solaz de la muchedumbre congregada en el Malecón para presenciar un espectáculo nuevo para ella.
El Perú y el Chile fueron, pues, los primeros vapores de la Compañía del Pacífico, y luego vinieron sucesivamente el Ecuador, el Nueva Granada, el Bolivia y el Anne, que fue el primer "caletero"; es decir, el primero en hacer el comercio de cabotaje en las costas ecuatorianas.
Tal fue el origen de la navegación por vapor en el pacífico, y de la Commpañía Inglesa que todavía presta importantes servicios con sus magníficas naves, muy superiores, por ciento, a aquellas con que inició la navegación.
El Perú fue puesto bajo las órdenes del capitán Peacock, Maestro que había sido de la Marina Real inglesa, y quien vino al Ecuador con el carácter de Superintendente de la Compañía; y el Chile fue entregado al mando del capitán Glover.
Ambos vapores salieron de Inglaterra, con destino al pacífico, el 1 de junio de 1840.
Fue el primer Agente de la Pacific Steam Ship Navigation Company en Guayaquil, don Manuel Antonio de Luzárraga; y el 11 de mayo de 1841, anunciaba oficialmente a la Gobernación de la Provincia, que para el 7 de junio siguiente debía esperarse la llegada del vapor Perú a este puerto, de 3 a 5 de la tarde, con procedencia del Callao, agregando que saldría de Guayaquil dos días después, llevando carga y pasajeros para los puertos del Perú, Bolivia y Chile.
El Chile y el Perú en el puerto de Callao |
Publicó también el señor Luzárraga un aviso por la prensa, y decía en él:
"Debe ser muy plausible que al fin se haya realizado un proyecto tan deseado, y tan ventajoso para todos, especialmente para el comercio. Todos debemos interesarnos en que prospere y se establezca sólidamente. Los pueblos de América, que viven casi como extraños, por la dificultad de comunicarse, puestos ya en contacto por este medio, estrecharán más y más sus relaciones, formando otras nuevas, excitados por la facilidad, seguridad y prontitud de sus negocios y comunicaciones.
Manuel Antonio Luzárraga |
El día señalado entró, efectivamente, a nuestro puerto el primer vapor de la Compañía Inglesa, y se puede suponer el júbilo con que sería recibido por la población.
En cuanto a concesiones, el Gobierno ecuatoriano las hizo liberalmente, y fueron aumentando con el transcurso del tiempo, como debía ser, ya que así se propendía al desarrollo de la navegación con beneficio para el país.
El Chile entró por vez primera a Guayaquil el 8 de octubre de 1841, a las seis de la tarde, en circunstancias de que la ciudad estaba animada por las fiestas patrias.
Al día siguiente, el vapor inglés en unión del vapor nacional Guayas, ambos llenos de gallardetes y banderas, recorrieron la ría, haciendo evoluciones, para solaz de la muchedumbre congregada en el Malecón para presenciar un espectáculo nuevo para ella.
El Perú y el Chile fueron, pues, los primeros vapores de la Compañía del Pacífico, y luego vinieron sucesivamente el Ecuador, el Nueva Granada, el Bolivia y el Anne, que fue el primer "caletero"; es decir, el primero en hacer el comercio de cabotaje en las costas ecuatorianas.
Tal fue el origen de la navegación por vapor en el pacífico, y de la Commpañía Inglesa que todavía presta importantes servicios con sus magníficas naves, muy superiores, por ciento, a aquellas con que inició la navegación.
Guayaquil, marzo de 1919
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