Jaime Benavides contó hace poco, en una de las conferencias diarias de Mi Oficina Philatelic Society (puede verlas pulsando AQUÍ), que en México la falta de estampillas con valores bajos para el franqueo fue superada no solo con las clásicas bisecaciones sino llegando, incluso, a lo que alguien denominó un verdadero picadillo filatélico: usar la octava parte de un sello.
Presentamos en esta nota el siguiente ejemplo, de la colección de Jaime, del que se considera como uno de los usos fraccionarios más raros de la filatelia mexicana.
Se trata de un sello de ocho reales de la primera emisión mexicana, del cual se utilizó únicamente la octava parte (1 real), en la oficina principal de Distrito en Monterrey, para ese entonces una ciudad de aproximadamente 21.000 habitantes. Está cancelado con matasellos de Monterrey, de noviembre 3, sin especificación del año, que estuvo en uso entre 1850 y 1870.
Se conocen solamente siete piezas como esta en toda la emisión.
Gracias a Jaime Benavides por las imágenes y los datos para esta nota.
Algunos coleccionistas no mexicanos no creen que sean usos reales.
ResponderEliminarLa razón de eso es que no conocen a los empleados y burócratas mexicanos.
Ni a de casos extra;os que hay que sacar adelante para que se cumpla el trabajo.