domingo, 16 de abril de 2017

CARA O CRUZ

Alfonso Carrillo Benítez

Tradicionalmente se ha denominado anverso y reverso a las dos caras de una moneda, términos importantes en el momento de describir y estudiar un material numismático. El problema surge a la hora de definir cual lado es el anverso y su oposición el reverso. El Diccionario de la Real Academia de la lengua define “Anverso: en las monedas y medallas, haz que se considera principal por llevar el busto de una persona o por otro motivo. Reverso: En las monedas y medallas, haz opuesto al anverso”.  Parece un poco ambigua la definición ya que faltaría por establecer como se considera el motivo principal en una de las caras.

En la obra de H. F. Burzio, Diccionario de la Moneda Hispanoamericana (Chile, 1958) se puede observar una definición más completa: “Anverso: cara o haz principal de las monedas y medallas que es el lado que ostenta el busto del soberano o las armas distintivas del estado, o cualquier otro signo de autoridad de la emana la moneda. La fijación como anverso de la cabeza o busto grabado es tan antigua como la misma y las primeras series griegas y romanas, que ostentan la efigie de sus divinidades o emperadores, sirvieron a los iniciadores de la ciencia numismática como patrón par su determinación, incorporando a su léxico. A falta de la cara principal o su especificación en la ley u ordenanza monetaria, se la determina mediante su leyenda, que en general es continua, fijando como anverso la cara de su comienzo. Reverso: haz opuesto al anverso, cuya impronta muestra el tipo secundario de la moneda o medalla. Las piezas primitivas solo traen un hueco que correspondía a la forma de la herramienta del yunque que sujetaba a la moneda para inmovilizarla, a fin de que el acuñador pudiese cómodamente estampar a fuerza de golpes de maza o martillo, la figura del anverso. El progreso de la técnica monetaria hizo que más tarde se grabasen en el reverso figuras mitológicas, alegorías, emblemas de la localidad que las batía, la cruz en los pueblos cristianos. Modernamente se reserva el campo de reverso para la identificación del valor”.

Cara o cruz. Moneda de cobre de 4 maravedís (1779) del reinado de Carlos III, el retrato del monarca en el anverso y la cruz de Pelayo en el reverso


Los términos “cara o cruz” de una moneda, son una forma popular de expresar los conceptos de anverso y reverso de una moneda, ficha o medalla. Estos términos no se han encontrado en tratados numismáticos, sino que se refieren a la utilización de una moneda en un sencillo juego de azar que consiste en lanzarla al aire y donde las probabilidades de acertar el lado elegido es del 50%. Esta modalidad constituye una de las formas de juego más difundidas y es utilizada en forma cotidiana, inclusive para determinar la posición de los equipos en juegos deportivos o la posesión del saque en el tenis de campo o en otros entretenimientos.

Sin embargo los términos cara o cruz tienen un antecedente, por cuanto hacen alusión a las antiguas monedas de cobre de los monarcas Borbones de la segunda mitad del siglo XVIII y del siglo XIX, donde aparecía el busto del rey en el anverso y la Cruz de Pelayo en el reverso.

Cara o sello. Ecuador, moneda de un sucre de 1884, anverso con el retrato de Antonio José de Sucre y reverso con el escudo de armas de la República


En los países hispanoamericanos se dan variantes en la denominación del juego como “cara o sello” en Ecuador, Perú, Chile, Colombia y Panamá; “cara o seca” en Argentina; en México “águila o sol” y en Brasil “cara o coroa” (cara o corona).

Como ejemplo se señala que en Italia se denomina “testa o croce” y en Alemania “kopf oder zahal” (cabeza o cifra). En otros países hacen alusión a las imágenes que aparecen en sus monedas.

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