En estos días de competencias deportivas, que empezaron incluso antes de la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la meta de todos los atletas está en obtener las medallas de oro, plata y bronce, que se asignan como premio a sus esfuerzos.
Según los organizadores, las medallas "recatan la relación entre la fuerza del héroe olímpico y las fuerzas de la naturaleza". Una hoja de laurel, en una de las caras, simboliza la victoria, y en la otra, la diosa Nike con el estadio Panathinaikó y la Acrópolis como fondo recuerdan los juegos de la antigüedad.
Este año, las medallas han sido preparadas por la Casa de la Moneda de Brasil con estrictos criterios de sostenibilidad ambiental.
Para ello, las 2.488 medallas se fabricaron con oro obtenido sin el uso del mercurio y, en el caso de la plata y el bronce, con materiales reciclados; las cintas para colgarlas están hechas también con material reciclado.
También los estuches de las medallas, que tienen forma de guijarro, han sido fabricados con madera certificada.
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