domingo, 14 de febrero de 2016

LAS ESTAMPILLAS DE CÓRDOBA

Este año, la cita de la filatelia continental será en Córdoba (ver EXPOSICIONES: LO QUE VIENE EN EL 2016) y los filatelistas del espacio FIAF se alistan para estar presentes en esa ciudad argentina.

Preparando el camino para la exposición que conmemorará el bicentenario de la independencia argentina, recordamos aquí uno de los momentos importantes para la filatelia cordobesa: la emisión de las estampilla de Córdoba, el 28 de octubre de 1858.

A partir de 1835, las provincias argentinas se confederaron en un cuerpo político conformado por estados soberanos, que delegaban sus relaciones exteriores y otros poderes a la provincia de Buenos Aires. La derrota de Juan Manuel de Rosas (1793-1877), Gobernador de Buenos Aires, en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852, produjo la secesión de Buenos Aires, pues ésta provincia se negó a participar en el nuevo estado federal que, conservando el nombre de Confederación Argentina, se estableció al promulgarse la Constitución de 1853.

Fue durante este período, en el que la Confederación y el Estado de Buenos Aires se mantienen separados, que empezaron a usarse los sellos postales en el territorio argentino: el 21 de agosto de 1856, la provincia de Corrientes puso a la venta el primer sello postal y dos años después, el 1 de mayo de 1858, Buenos Aires emitió las estampillas conocidas popularmente como "Barquitos". Hay que anotar que antes de estas dos emisiones, en 1856, Buenos Aires había preparado ya un sello postal, los "Gauchitos", que no llegó a ponerse a la venta por la oposición del Administrador de Correos, Manuel de Luca.

Córdoba 1858, 5 y 10 centavos
En febrero de 1858 se puso a la venta, también, la primera estampilla de la Confederación Argentina, para ser utilizada en todo el territorio de la misma, pero sin eliminar los correos provinciales.

Ese mismo año, el 27 de junio, el gobernador de Córdoba, Mariano Fragueyro, solicitó a la Asamblea Legislativa regular adecuadamente el servicio de correos en la provincia, lo que fue aprobado mediante ley del 3 de septiembre, expidiéndose el 27 de ese mes un Decreto que organizó el servicio postal provincial, en los lugares a los que no llegaba el correo nacional. El franqueo debía hacerse mediante estampillas, siendo la tarifa de 5 centavos para las cartas de una onza o menos y de cinco centavos adicionales por cada onza excedente.

Las estampillas se mandaron a imprimir en la Casa Larsch, de Buenos Aires, donde se litografiaron dos valores: 5 y 10 centavos, el primero en color azul y el segundo en color negro, ambos imperforados. El motivo escogido fue el escudo de Córdoba, cuyo diseño original lo hizo el escribano Francisco de Torres, en el acta de fundación de la ciudad, conforme lo dispuesto por el fundador, Jerónimo Luis de Cabrera (1520-1574), el 6 de julio de 1573.

Las estampillas de cinco centavos se imprimieron en pliegos de treinta, en tres filas horizontales de diez, mientras que las de diez centavos estaban dispuestos en pliegos de veinte sellos, con cuatro filas de cinco cada uno.

Un pliego completo del sello de 5 centavos de Córdoba, que ofrece a la venta la Casa Jalil

Como ocurre normalmente en el caso de sellos litografiados, cada estampilla tiene detalles particulares que permiten ubicarla en un lugar preciso de la plancha.

Las estampillas de Córdoba se usaron hasta 1865, cuando se suprimieron los correos provinciales.


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