Este año cumple 175 el Penique Rojo, la estampilla que reemplazó a la primera emitida en el mundo, el Penique Negro, y que luego sería el primer sello dentado y se usaría hasta 1879.
Originalmente sin dentar, el Penique Rojo se puso a la venta en 1841 y utilizó el mismo diseño del Penique Negro, sin más cambio que el color, para facilitar el contraste entre el matasellos y la estampilla.
Fue éste el sello con el que se hicieron ensayos de sistemas que facilitaran su separación de la plana; existen ejemplares ruleteados y, a partir de 1854 se utilizó el dentado inventado por Henry Archer en 1848.
Originalmente se usaron las mismas planchas con las que se imprimió del Penique Negro. Cada plana tenía 240 sellos, repartidos en veinte filas y doce columnas, lo que permitía que cada fila tuviera el valor de un chelín, y cada plana de una libra.
En las esquinas inferiores de cada estampilla se grabaron dos letras mayúsculas, que permiten establecer su ubicación en la plana. La letra de la izquierda corresponde a la fila y la de la derecha a la columna; así, la posición 1 tiene las letras AA y la posición 240, TL.
En un inicio, las planchas estaban numeradas en los márgenes. Este sistema se utilizó hasta 1858, con la plancha 68, pues a partir de la siguiente se optó por incluir el número en cada estampilla, confundido con los marcos ornamentales de la derecha y de la izquierda. Se grabaron un total de 225 planchas, hasta que la estampilla dejó de imprimirse en 1879.
Otro cambio en el diseño se produjo en 1864, cuando a partir de la plancha 71 se agregaron las letras también en las esquinas superiores.
La esquina superior derecha de una plana, con el número de la plancha en el margen y las letras que determinan la ubicación en la plana |
De las 225 planchas que se grabaron, no todas fueron utilizadas, pues se desechan las defectuosas. Un caso importante es el de la plancha 77, que se dañó al inicio del proceso de impresión, por lo que fue destruida junto con los sellos impresos con ella.
El número de la plancha 143 en las ornamentaciones laterales |
Unas pocas estampillas, sin embargo, se salvaron del fuego. Se calcula que fueron alrededor de una docena y son los sellos más raros y valiosos de la filatelia británica. Hay ejemplares en la colección real, en el Museo Postal y en la Biblioteca Británica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario