El 3 de marzo de 2022, la Federación Internacional de Filatelia hizo pública una condena a la invasión rusa de Ucrania, que incluye una recomendación a los comités organizadores de las exposiciones FIP del año 2022, para que retiren las colecciones presentadas desde Rusia y Bielorrusia y la presencia de jurados de esos países, "para evitar cualquier posible protesta"; deberán hacerse, dice la Federación, los reembolsos correspondientes (el comunicado puede verse pulsando AQUÍ).
Mucha incomodidad se ha notado, al menos en el espacio latinoamericano, por esta decisión que, según muchos, contradice el carácter apolítico de la organización.
Sin duda, un suceso como el que nos ocupa no puede pasarse por alto y merece una condena; esta última, además, encaja plenamente en los propósitos de no discriminación y promoción de la fraternidad entre los pueblos, que proclama es Estatuto de la Federación.
Sin embargo, que eso implique una práctica sanción a filatelistas de dos países, que se ven imposibilitados de presentar sus colecciones o de participar como jurados de exposiciones, nos parece que es ir demasiado lejos. No nos parece adecuado que la comunidad filatélica internacional separe de sus filas a un grupo de colegas, por motivos que no son imputables a ellos; es inapropiado, sin duda, cargar sobre los hombros de quienes realizan una actividad de estudio y esparcimiento, las culpas de sus gobiernos.
Esto, con mayor razón, si se toma en cuenta que la decisión que comentamos, si bien se suma al rechazo internacional y es por ello importante, no está en capacidad de generar resultados efectivos ni contribuir a la solución del problema con aportes que vayan más allá de lo declarativo. Convertir a los filatelistas de Rusia y Bielorrusia en blanco de la declaración, por más que se les pida comprender las circunstancias de la misma, parece por eso totalmente inútil.
A esto se suma que, al parecer, y tras un breve revisión de las páginas web correspondientes y de la información disponible, no habrá participación de los dos países en las exposiciones FIP de este año, salvo en el caso de CAPE TOWN 2022.
Sin duda, la generalidad de los filatelistas estará de acuerdo en la necesidad de protestar contra cualquier tipo de agresión, defender la paz y excluir cualquier solución violenta, pero no a costa de excluir a un grupo de colegas, que no hacen sino compartir nuestra afición, por el mero hecho de pertenecer a un país cuyo gobierno ha tomado decisiones que rechazamos.
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