Georg Maier
Juan Pablo Aguilar Andrade
Imagen 1 |
Lo de nueva es
relativo (por eso las comillas), porque en realidad está ahí desde hace mucho
tiempo, pero no nos habíamos percatado de su existencia.
Establecida la Real
Renta de Correos, Popayán empezó a usar una marca lineal en la que el nombre de
la ciudad se abreviaba juntando la segunda P con la primer A y las letras
finales A y N (imagen 1). Esta marca la mandó a fabricar José Antonio Pando y
Riba a mediados de 1769, junto con las de Santa Marta, Mompox, Honda, Santa Fe
y Quito[1],
pero el uso más antiguo que se conoce data de 1772.
Luego se utilizó una
marca lineal sin abreviatura, que aparece acompañada, arriba o abajo, por las
marcas de porte FRANCA o DEBE. Tizón y Guinovart la registran sola y con las
dos marcas de porteo y fijan 1791 como su fecha más antigua (imagen 2)[1].
En el catálogo de marcas utilizadas en la Real Audiencia de Quito se registró
también esta marca lineal, pero no fue posible comprobar una fecha de uso
anterior al 3 de febrero de 1792 (imagen 3)[3].
Imagen 2 (izquierda) e imagen 3 (derecha) |
Al revisar dos cartas
con contenido en las que se utilizó esa marca lineal, en un caso con la marca
de porteo FRANCA y en otro con la marca DEBE, nos llamaron la atención ciertas
diferencias, casi imperceptibles, entre las dos marcas de origen.
Estas comparaciones
son difíciles porque el desgaste de la marca y la cantidad de tinta utilizada,
puede generar diferencias que no son tales.
Sin embargo, a simple vista se
notaba una diferencia en la anchura del trazo circular de la letra P (imagen 4) y, si esto era así, lo más probable es que la
medida de las marcas fuera diferente.
Hicimos la prueba y la sospecha se
comprobó: mientras una de las marcas tenía 42 mm. de largo, la otra medía 40,5
mm. En lo que tiene que ver con la altura, las dimensiones son las mismas, 7
mm. (imagen 5).
Imagen 5 |
No cabe duda,
entonces, que hay dos marcas diferentes, una de 42 mm. x 7 mm., que llamaremos
marca A, y otra de 40,5 mm. x 7 mm. que denominaremos marca B.
La carta en la que aparece la marca A (imagen 6), está fechada en
Popayán el 3 de febrero de 1792 y fue enviada a Pasto; pagó la tarifa de 1 ½ real,
establecida para cartas sencillas. La marca de origen viene acompañada por la
marca de porteo FRANCA.
Imagen 6 |
La marca B (imagen 7),
consta en una carta enviada a Quito y fechada en Cali el 28 de julio de 1795.
Se despachó desde Popayán sin pagar la tarifa de 2 reales para cartas
sencillas, que debía ser satisfecha por el destinatario, en virtud de la marca
de porteo DEBE que se colocó junto a la marca de origen.
Imagen 7 |
Manuel Arango ha
tenido la gentileza de proporcionarnos varias imágenes de la marca de origen a
la que se refieren estas líneas. Es difícil, sin embargo, establecer
distinciones si no se pueden medir las piezas originales; de todos modos, hay
dos marcas que constan en la misma página de una colección y que sin duda
corresponden a las que hemos identificado como A y B: la primera, en una carta
dirigida a Pasto el 18 de noviembre de 1793 (imagen 8) y la segundo en una enviada a Santa
Fe y fechada el 1 de junio de 1794 (imagen 9).
Imagen 8 |
Imagen 9 |
Sería muy aventurado,
sin embargo, asignar fechas sin un estudio más extenso de piezas originales y
decir, por ejemplo, que la marca A fue la primera en usarse y la B aparece a
partir de 1794. Entre las imágenes proporcionadas por Manuel Arango, por
ejemplo, hay dos que se parecen más a la marca A que a la B, la una fechada el
6 de septiembre de 1797 (imagen 10) y la otra del 5 de junio de 1802 (imagen 11).
Imagen 10 |
Imagen 11 |
La cuestión,
entonces, queda abierta. Nuevos comentarios e informaciones serán sin duda de
gran utilidad para aclarar el tema y, de antemano, agradecemos a quienes nos
los puedan enviar.
Agradecemos a Manuel
Arango por su ayuda para la preparación de este artículo.
NOTAS
[1] Manuel Tizón y Jorge
Guinovart, Prefilatelia Española,
Barcelona, M. y R. Gilabert, 1983, tomo III, pp. 1441.
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