LAS PRIMERAS MONEDAS ARGENTINAS

El 20 de febrero de 1813, Manuel Belgrano (1770-1820) derrotó a las fuerzas del rey de España en la batalla de Salta y dejó abierto el camino hacia Potosí. La ciudad fue ocupada por el mayor general Eustoquio Díaz Vélez (1782-1856) el 7 de mayo y, con ella, cayó en manos de los ejércitos libertadores la Casa de Moneda, aunque saqueada y sin personal capacitado para operarla.

Poco antes, el 13 de abril de 1813, la Asamblea Constituyente reunida en Buenos Aires aprobó el proyecto del diputado de Salta, Pedro José Agrelo (1776-1846) y ordenó la acuñación de monedas en las que debía sustituirse con el "augusto emblema de la Libertad a las execrables imágenes de los déspotas antiguos".

La batalla de Salta y Mauel Belgrano

La Casa de Moneda tuvo que ser rehabilitada y el personal subalterno debió reemplazar a los técnicos que se habían unido a la retirada del ejército real; a fines de junio la orden de la Constituyente fue cumplida y se acuñaron las primera monedas con la nueva simbología, que reemplazó el retrato del rey por el Sol de Mayo y el escudo español por el de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La inscripción "UNION Y LIBERTAD", el monograma de la ceca de Potosí y el año de acuñación rodeaban el escudo y alrededor del sol se colocaron las palabras "PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA".

Entre junio y noviembre de 1813 se acuñaron monedas de plata de 1/2, 1, 4 y 8 reales y de oro de 1, 2 y 8 escudos. Al parecer se hicieron también monedas de oro de 4 escudos, pero hasta la fecha no se conoce ningún ejemplar.

Moneda de dos reales acuñada en Potosí (1813)

El 18 de noviembre de 1813, luego de la derrota de Ayohuma, el ejército argentino tuvo que retirarse de Potosí y Belgrano ordenó destruir la Casa de Moneda, pero el intento de hacerlo fracasó, por lo que pronto las instalaciones, recuperadas por las tropas reales, sirvieron para acuñar las antiguas monedas.

La población se resistió a cumplir la orden de devolver las monedas argentinas, pues se consideraba que pronto regresarían los argentino. Esto ocurrió efectivamente en 1815, cuando volvieron a acuñarse las piezas de las Provincias Unidas.