viernes, 7 de enero de 2022

ESTAMPILLAS PARA EL SERVICIO DE ÚLTIMA HORA

En el tiempo de las comunicaciones instantáneas es fácil olvidar que hubo una época en la que transcurrían no pocos días entre el envío y la recepción de un mensaje. El correo salía en días determinados y había una hora hasta la cual se podía entregar la correspondencia, porque en caso contrario ésta debía esperar hasta el siguiente día de salida, para ser enviada.

Existía, sin embargo, el denominado servicio de última hora. Quienes llegaban tarde con sus cartas a la oficina de correos, podían conseguir que se envíen el mismo día si pagaban un valor adicional al de la tarifa normal. De esta manera, se compensaba al Correo por el trabajo extra de incluir correspondencia en un grupo de cartas que ya había sido clasificado y preparado para el envío.

En algunos casos, se emitieron sellos especiales para el pago de esa tarifa excedente, los denominados sellos de última hora o too late.

La primera estampilla de este tipo la emitió la colonia británica de Victoria (al extremo sudeste de Australia) en 1855; llevaba el retrato de la reina Victoria y, en la parte superior, las palabras too late; la tarifa era de seis peniques.

En el Ecuador, el primero y a la larga único sello de última hora se emitió en 1945 (Scott I1), aunque el servicio como tal existía desde antes. Para el efecto, se reselló con las siglas "U.H." (última hora) y el valor de diez centavos, el timbre de sobretasa "Casa de Correos y Telégrafos" color verde (Scott RA49A).

Esta estampilla dejó de circular pronto, ante la sospecha de que la falsificación del timbre de sobretasa azul, resellada para el correo aéreo con el valor de cuarenta centavos (Scott C135), pudiera haberse también extendido al sello de última hora.

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