Gerhard Lang-Valchs
La zona gris
Aparte de los falsos menores cuya existencia se debe a la producción de ilustraciones, como hemos visto, Torres fabricaba ejemplares difíciles de catalogar o de ponerles una etiqueta. La gama de este apartado de su producción va de falsos de tipo error/broma hasta sellos de fantasía, a veces copias de otros sellos de fantasía ya existentes, o invenciones propias.[1] Los barquitos de Argentina con el valor en inglés o en cifra (fig. 24/25) o la serie Gibraltar (fig. 26) y de otras tantas colonias inglesas con la efigie de la reina Victoria son buenos ejemplos para el caso.
Figuras 24, 25 y 25: Bromas fantasiosas de Torres |
Para el Perú, sin embargo, he encontrado poco en este sentido, aunque tengo la impresión de que nuestro bromista hizo algo más que tal vez algún coleccionista descubra a raíz de la publicación de este artículo.
La „Kunst-Beigabe“ de los hermanos Senf
Para aumentar la atractividad de su revista filatélica Illustrirtes Briefmarken Journal los hermanos Senf de Leipzig (Lipsia/Alemania) incluyeron en su publicación, durante la década de los 1880, hojas con reproducciones de sellos de todo el mundo. La sobrecarga “FALSCH!” o “FACSIMILE!”, impresa de forma más o menos visible en alguna parte del anverso, indicaba su condición de imitación. En la hoja del 15 de abril de 1884 aparece el sello que vemos en la figura 28.
Figura 28: Senf Kunst-Beigabe |
El lector se preguntará por qué se menciona aquí esta imitación. En un artículo publicado ya hace años en una revista alemana pude demostrar que algunas de las imitaciones de las Kunst-Beigaben habían sido diseñadas, que no impresas, por Torres, como lo son también las ilustraciones de la revista filatélica de los Senf y las de sus catálogos, supervisados por Alfred Moschkau.[2] Así que asumo que el diseño del ejemplar presentado también es obra del español.
Los “falsos mayores”
Quedan como última categoría los “falsos mayores” o sea, los falsos propiamente dichos, puestos en el mercado filatélico por las redes de distribución. La mayoría de estas imitaciones datan de los tiempos cuando Torres todavía vivía y trabajaba en Italia. Ajustándose al gusto de los coleccionistas contemporáneos, la gran mayoría llevaban ya matasellos impresos. Estos son muchas veces muy característicos y permiten atribuir los falsos que nos revelan su taller productor.
Figuras 29 y 30: Matasellos CORREOS en sello de EEUU y Brunswick |
El
matasellos “CORREOS; 7. 1. 1866; II-III” fue usado por Torres profusamente
sobre falsos de España y países sudamericanos, pero, siguiendo su ya conocida
inclinación bromista, también sobre sellos de países de otras lenguas (fig.
29/30).
Figura 31: Broma de Torres [PESETO] |
Ya en 1882
el reverendo Earée, reconocido experto británico en falsos, describe en la 1ª
edición de su Album Weeds nuestros
falsos con sus más emblemáticas cancelaciones. Sin embargo, parecen haber sido
durante mucho tiempo los únicos falsos de los primeros sellos peruanos
existentes o, al menos, accesibles en el mercado filatélico europeo. Tan sólo
en 1892 Earée añade un segundo ejemplar del medio peso, en la 3ª edición de su
obra en 1906 un tercero, ambos por lo que se ve, de otro autor. [3] De vez en
cuando también aparecen otros matasellos como el todavía no enteramente
descifrado de la figura 34 cuya inscripción central en letras muy grandes
termina en “...UX”.
Figuras 32 y 33: Falsos con matasellos "CORREOS" |
El valor
de “UNA PESETA” parece existir tan sólo como
“valor broma” de “UN PESETO”
(fig. 31). Sin embargo, una versión idéntica “paralela” con la inscripción
correcta, como se ve en los falsos de varios otros países, no ha sido descrita
aún para el Perú.
Un detalle que todas estas imitaciones tienen en común, aparte del ya mencionado matasellos, es el cambiado diseño del árbol en el cuarto superior derecho del escudo de armas. Torres no intenta representar el follaje ni tampoco ninguna fruta, sino que rellena la copa con un rayado oblicuo.
Figuras 34 y 35: Falso con matasellos "...UX" y Trencito "falso mayor" |
Finalmente tenemos que volver sobre la falsificación de uno de los sellos más emblemáticos de las primeras emisiones del Perú, el trencito. Cuando hablamos de las bromas de Torres ya mencionamos unos ejemplares que son a todas luces “falsos menores”. Pero, en el caso del presente ejemplo (fig. 36), vemos que mi intento de clasificación de las imitaciones de Torres tiene sus puntos flacos y a veces falla. Este ejemplar se diferencia por su color rojo como el auténtico, el matasellos aplicado y el papel usado de sus hermanos “menores”, razón por la que hay que incluir esta variante entre los “auténticos falsos”.
Pensamiento final
Estoy seguro de que de las cerca de 800 ilustraciones que Torres suministró al comerciante vienés para su catálogo alguna que otra prueba rara sigue durmiendo en alguna colección, aunque no se trate de una imitación peruana. Agradecería al feliz coleccionista que se tope con un ejemplar sospechoso, o tal vez con varios, encuentre ocasión y tiempo de comunicármelo.
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