domingo, 19 de febrero de 2017

ECUADOR: LA POSTA A CABALLO DE 1933

El sello impreso en las cartas transportadas por la posta a caballo,
el 27 de agosto de 1933. Abajo el emblema de diario El Telégrafo
En agosto de 1933, diario El Telégrafo y el Círculo Hípico Campirano organizaron un recorrido a caballo por varias localidades de las provincias de Guayas y Los Ríos. Los integrantes del Círculo Hípico partieron a las cinco de la mañana del domingo 27 de agosto, desde las oficinas de El Telégrafo, en 10 de Agosto y Boyacá, llevando en sus alforjas la edición dominical del periódico.

La ocasión sirvió, además, para transportar correspondencia desde Guayaquil hasta los lugares visitados por los jinetes. Según la información de la prensa de esos días, se transportaron a caballo catorce paquetes de valija con más de trescientas cartas sencillas para Daule, Catarama, Ricaurte, Palermo, Buena Fe, Pijio, La Victoria, Jujan, Babahoyo, Samborondón, Providencia, Yaguachi, Boliche, Baba, Guare de Baba, La Bocana, Salitre, Dos Esteros y Vinces.

La correspondencia se recibió en las oficinas del periódico hasta las seis de la tarde del 26 de agosto; las cartas llevaban la estampilla correspondiente y fueron canceladas con matasellos de esa fecha. Se agregó, además, en toda la correspondencia, un sello impreso que indicaba que la carta había sido transportada por la posta a caballo. Era una inscripción en tres líneas horizontales con la leyenda "CIRCULO HIPICO CAMPIRANO / PRIMER CORREO DE POSTAS / A CABALLO .- AGT. 27 1933"; debajo del texto aparecía el logotipo del diario El Telégrafo: una T y una E pegadas dentro de un círculo.

Carta oficial, transportada en la posta a caballo y dirigida por la Administración Principal de
Correos de Guayaquil, al Administrador de Correos de Babahoyo. 
Lleva el sello de correspondencia oficial fechado el 26 de agosto de 1933 y el sello de recepción en Babahoyo
el 28 del mismo mes. En la parte superior derecha el sello de la posta a caballo

Según la información que aparece en El Telégrafo el 27 de agosto de 1933, "el correo con las numerosas cartas depositadas por los filatélicos durante el día de ayer .... tendrá..., además de la anulación oficial hecha con sobra de magnífica voluntad por el señor Breihl, Administrador de Correos de Guayaquil, un distintivo puesto por El Telégrafo, a fin de que, al transcurrir los años, tengan el valor que esos sellos de correos y sobres merecen".

El periódico organizador informó ampliamente sobre la posta a caballo que, al parecer, despertó mucha expectación en los sitios por donde pasó.

La ruta de la posta a caballo, en un gráfico publicado por El Telégrafo en agosto de 1933

Hoy, los lugares a los que la posta transportó correspondencia están, en muchos casos, a pocos minutos de Guayaquil o, incluso, forman parte de la ciudad. En los años treinta, sin embargo, era una travesía hacia sitios alejados que inspiró al cronista de El Telégrafo textos como el siguiente: "Saldrán como viejos centauros y conquistarán los caminos, los ríos caudalosos, los cacotales seculares, lo laberintos de la selva y llegarán, en un solo día a las más apartadas regiones con el afán de dar una clarísima demostración de lo que pueden los hombres y los animales de nuestro exuberante trópico".


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