Adolfo Ruiz Calleja
La ceca de Santa Fe en época en el siglo XVII
Cuando pensamos en escándalos numismáticos en época de Felipe IV siempre nos viene a la cabeza el Gran Escándalo de Potosí (lo traté brevemente aquí pero prometo más tinta sobre este asunto). Sin embargo no fue el único. En la ceca de Santa Fe de Nuevo Reino (actual Bogotá) también ocurrió un largo y prolongado escándalo, si bien no tuvo ni la magnitud ni las consecuencias del de Potosí. Os relato brevemente el tema.
Alonso Turrillo de Yerba fundó la ceca de Santa Fe en 1621 con una ordenanza real de Felipe III que le permitía abrir la primera ceca del Nuevo Reino de Granada (si bien para cuando llegó la ordenanza Felipe III había muerto y quien reinaba era Felipe IV). Pronto se volvería a cerrar la ceca para no abrirse hasta 1627. Ya en 1623 llegó a Santa Fe Antonio de Vergara y Azcárate y Dávila, un joven capitán y caballero de la Orden de Santiago. Vergara estuvo relacionado con la ceca desde que llegó y su parentesco con Alonso Turrillo hizo que en 1647 pudiera acceder a ser el tesorero de la misma. Vergara tenía el cargo en propiedad, lo que significa que tenía derecho al usufructo de las ganancias por la amonedación de manera vitalicia y también la potestad de designar un sucesor (en esa época era muy normal comprar los cargos a la Corona). Por parte de sus obligaciones, se debían pagar varios impuestos: el quinto real, lo que suponía que el 20% de los metales preciosos se debían entregar a la Corona antes de entrar en la ceca; y el señoreaje, que era un impuesto a la acuñación de moneda (un real por cada marco de plata acuñado y un peso por cada marco de oro). No obstante, durante los 15 primeros años de funcionamiento la ceca de Santa Fe estuvo exenta del pago de señoreaje para favorecer que se invirtiese en maquinaria y que se pagase adecuadamente a los empleados.
PARA SEGUIR LEYENDO PULSE AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario