Alexander Montaña Rodríguez
Hace ya bastante tiempo que tenía en mente hacer un artículo sobre este tema. ¿De qué se trata?
De enmendar un pequeño error de descripción cometido por los diferentes catalogadores de las
monedas colombianas, tanto nacionales como extranjeros, que se ha perpetuado desde hace
más de un siglo, cuando, por ejemplo, el investigador chileno José Toribio Medina, describió estas
monedas en su obra: las monedas obsidionales hispanoamericanas, de 1919.
Santa Marta 1820, moneda de un real (cortesía Sedwick) |
Todos los catalogadores que se han referido a estas monedas (Medina, Fosalba, Barriga Villalba,
Krause, Restrepo, entre otros), hablan de que estas piezas tienen en sus diseños espadas en
sotuer o simplemente espadas. Y como lo demostraré a continuación, no se trata de espadas
sino de cañones coloniales. Algo que sin duda pudo influir en que este detalle pasara desapercibido a través de los años, es que la mayoría de ejemplares se encuentran en regular
estado de conservación o con distorsiones en el diseño, propias de su acuñación artesanal.
Santa Marta 1820, moneda de 2 reales (cortesía Sedwick) |
Aunque para algunos lectores puede ser un detalle menor, es claro que siempre debemos
describir acertadamente el diseño que traen nuestras monedas. Es algo básico.
Medina describió la moneda de un cuarto de real, en lo pertinente, así: 228. (…) en la parte
superior, entre los brazos de la cruz: S – M; en la inferior, a la izquierda un castillo, y a la derecha
una espada en sotuer, con un montón de balas al pie. (…) abajo: 1820; a la izquierda un castillo,
y a la derecha una espada en sotuer, con un montón de balas.
Si bien no es relevante para el objeto puntual de este análisis (que se centra en diferenciar
espadas de cañones), no sobra dedicarle unas líneas al término “sotuer” que erradamente utiliza
este autor (y que repiten Fosalba y Barriga Villalba). Esta palabra hace referencia a una figura
heráldica compuesta por una barra y una banda cruzadas (en forma de x). Lo que obviamente no
sucede con la forma y ubicación de la supuesta espada y las balas. A la derecha, un ejemplo
de unas espadas en sotuer.
Veamos ahora cómo eran las espadas utilizadas en la época de la independencia tanto por los
españoles como por los patriotas. Los ejemplos que presento a continuación son tomados de
artículos publicados por el investigador de militaria español Juan Calvó.
El siguiente grabado corresponde a varias de las espadas que según el Papel Periódico Ilustrado
(1883), pertenecieron a Simón Bolívar.
Podemos encontrar también buenos ejemplos de espadas en las pinturas de época que existen
de los diferentes próceres.
Ahora, ¿cómo eran los cañones que se utilizaban para el año 1820? Enseguida se presenta un
típico cañón español con indicación de sus partes.
Teniendo claro cómo eran las espadas y cañones utilizados para el año 1820, es más fácil
observar si el ornamento que aparece en las monedas bajo examen, descrito como espada, tiene
en realidad la forma de una espada o más bien la de un cañón colonial español. Veamos varios
close-up de la parte pertinente, tanto del cuartillo de cobre (anversos y reversos) como de la pieza
de plata (reversos).
El detalle más revelador lo encontramos en lo que correspondería a la guarda y guarnición de la
supuesta espada (ver flechas rojas). Ninguna espada usada en la época contaba con una guarda
así. En cambio, esa parte del diseño sí es coincidente con lo que se conoce como el muñón del
cañón. Además, suena más lógico que se hayan juntado las balas de cañón con un cañón que
con una espada.
Tomado del boletín Monedas de Colombia, No. 7,
Bogotá, abril de 2020, páginas 18-22,
por Alexander Montaña R. MASCOLECCIONISMO.
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