domingo, 7 de junio de 2020

1857: UN CHASQUI EN BABAHOYO

Joaquín de Avendaño (1812-1886) fue un pedagogo y diplomático español, que cumplió las funciones de Cónsul de España en Guayaquil entre 1857 y 1858. que publicó, por entregas, el relato de su paso por el Ecuador en la revista El Museo Universal, en 1861 (volumen V, números 30-52).

En el viaje entre Quito y Guayaquil, al llegar a Bodegas (hoy Babahoyo), primera etapa del viaje, se topó con un chasqui y lo describió de esta manera, incluyendo además un grabado con la imagen del personaje:

El otro indio era pequeño, enjuto, de color pardo; vestía un ligero y corto calzoncillo de algodón, escaso poncho de lo mismo, sombrero en forma de vacía de barbero; llevaba al cuello una especie de saquillo a guisa de ligera mochila: unos granos de maíz en este saquillo colocados eran todas sus provisiones.

Entre las cintas del sombrero se echaban de ver unas cartas. Esto indicaba su oficio de portador de correspondencia, o correo, remedo del antiguo chasqui de los indios. Estos correos hacen viajes pasmosamente rápidos en todas estaciones: cruzan las selvas vírgenes, pasan a nado los ríos, cuando es necesario, y nada los detiene. A ratos descansan para beber agua y comer algunos granos de maíz: es todo su alimento. Andan noche y día por caminos enteramente extraviados y jamás descansan hasta llegar al lugar de su destino.

Se publica también el grabado que ilustró el relato de Avendaño en la entrega publicada en el número 33, del 18 de agosto de 1861.

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