domingo, 29 de enero de 2017

1930: EL PRIMER VUELO POSTAL ENTRE GUAYAQUIL Y QUITO

Cachet conmemorativo del primer vuelo
postal Guayaquil-Quito
Juan Pablo Aguilar Andrade

Pese a que el primer vuelo postal se realizó en el Ecuador el 4 de noviembre de 1920, cuando Elia Liut unió Guayaquil con Cuenca en el Telégrafo 1, hubo que esperar casi una década para que se hiciera un vuelo de transporte postal entre las dos principales ciudades del Ecuador. Un avión de la PANAGRA, piloteado por el capitán Harold H. Harris, hizo el primer vuelo desde Quito, pero el primer transporte de correspondencia desde Guayaquil hasta la capital de la República ocurrió recién el 2 de enero de 1930; fue, además, el primer vuelo con pilotos nacionales que unió las dos ciudades.

Para ese entonces la superioridad militar, aduciendo que las condiciones climáticas de Guayaquil no eran adecuadas,  decidido trasladar a Latacunga la escuela de aviación que funcionaba en el puerto y, para ello, se ordenó que los aparatos volaran hasta la ciudad de Quito.

La fecha escogida fue el 2 de enero de 1930; el día anterior se había anunciado al público que los aviones trasportarían correspondencia, la misma que debía ser entregada hasta la diez de la mañana de ese primer día del año.

Los aviones eran dos biplanos biplaza Travel Air Type 4000, de fabricación norteamericana, con motores Wright J-6 “Whirlwind”, que había sido bautizados como R-1 y R-2. A las seis y media de la mañana despegaron del campo El Cóndor, ubicado en Durán, donde se había congregado un buen número de personas para atestiguar el inicio del que los contemporáneos calificaban como "sensacional vuelo". A bordo del R-1 iban los capitanes Luis A. Mantilla y Jacinto Vélez, mientras que el R-2 era conducido por el capitán Cosme Renella y el teniente César Borja.


El R-1 (izquierda) y el R-2 (fotos tomadas del número 48 de la Revista Militar)

Una reseña publicada en el número 48 de la Revista Militar, informa que los pilotos estuvieron desde las cuatro de la mañana recibiendo partes telegráficos sobre el estado del clima a lo largo de la ruta, "necesario preliminar para el viaje", según precisa el cronista. La ruta que siguieron, dice la misma nota pasaba sobre "Babahoyo, Angamarca y dejando a la derecha el Chimborazo atravesaron la cordillera hasta toca en Squisilí, dejando así mismo a la derecha a la ciudad de Ambato. Desde este último lugar de su viaje, Saquisilí, partieron a Latacunga, en donde hicieron un vuelo sobre la ciudad, a cincuenta metros de altura, arrojando en la población un paquete que contenía los diarios locales de Guayaquil que circularon en la mañana de ayer y luego de una exploración desde el aire del campo aviatorio de la capital de León, emprendieron vuelo a Quito".

El vuelo sobre Latacunga hizo que la gente se volcara hacia el campo de aviación, donde esperaban que aterrizarían los aviones; decepcionados, los latacungueños vieron a los aparatos alejarse hacia el norte.


Los pilotos del vuelo del 2 de enero de 1930 entre Guayaquil y Quito (fotos tomadas del número 48 de la Revista Militar)

Si bien los aviones fueron cargados con 65 galones de combustible cada uno, calculados para cinco horas de vuelo (trece galones por hora), el viaje duró dos horas y media, sin más obstáculos que neblina en el vuelo sobre la costa.

Al arribar a la capital dieron algunas vueltas sobre ella y aterrizaron finalmente en el campo de Iñaquito, donde les esperaban el presidente de la República (Isidro Ayora), los ministros de Guerra, Marina y Aviación y de Previsión Social, autoridades civiles y militares y un numeroso público que recibió a los pilotos con aplausos. Para conmemorar el acontecimiento, se brindó una copa de champán en la residencia del presidente de la República y luego hubo un agasajo en el Círculo Militar.


Los pilotos son recibidos por el presidente de la República (al centro), en el campo de Iñaquito (fotos tomadas del número 48 de la Revista Militar)

Según la crónica de la Revista Militar, los aviadores habrían expresado su admiración por el campo de aterrizaje de Iñaquito, al que calificaron como el más adecuado para la operación de aeronaves.

En cuanto a las piezas postales transportadas en este vuelo, Justo Campaña indica que fueron 272 y 13 pliegos oficiales; Leo Jonh Harris sigue este dato y habla de 285 piezas. La crónica de la Revista Militar, sin embargo, afirma que los aviones llevaron a Quito 274 piezas, entre ellas 34 cartas que habían llegado a Guayaquil transportadas por la PANAGRA.

Por iniciativa privada, se aplicó a la correspondencia un cachet conmemorativo que, dentro de un rectángulo mostraba el mapa de la ruta seguida por los aviadores, la fecha del vuelo (enero 2 de 1930) y la leyenda "PRIMER VUELO / GUAYAQUIL-QUITO/ ESCUADRILLA MILITAR / PILOTOS: / CAPITANES / LUIS MANTILLA / COSME RENELLA / JACINTO VELEZ / Y TENIENTE / CESAR BORJA". Se utilizó tinta violeta.


Uno de los sobres transportados en el vuelo Guayaquil-Quito, el 2 de enero de 1930


Justo Campaña, responsable del cachet, cuenta en su catálogo de los correos aéreos del Ecuador, que con él "inició una era de cachets elaborados e ilustrados con este sello conmemorativo, pues fue quien lo ideó y diseñó, el cual pocos días más tarde, fué oficializado por la Dirección General de Correos, que solicitó el cachet para conservarlo para referencia, como aplicado por el Correo de Guayaquil".

Según Campaña, la mitad del cachet la retuvo el Centro Filatélico de Guayaquil, habiéndose enviado la otra parte al archivo de la Dirección de Correos, en Quito.

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