sábado, 20 de junio de 2020

EL TRÉBOL ROJO. UN TRÉBOL (MARCOFÍLICO) DE CUATRO HOJAS

Trébol rojo de Pontevedra. Pieza única conocida.
(Fuente: Colección Eugenio de Quesada)
Eugenio de Quesada
Vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid
De la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal

Hay ocasiones en que el esfuerzo y la constancia en un estudio en marcha (o, más bien, un fruto positivo de la neurosis obsesiva que caracteriza a no pocos filatelistas), obtienen su recompensa. Encontrar un trébol de cuatro hojas es lo que me ocurrió cuando, hace años, emprendí, en el Ágora de Filatelia una primera catalogación de tipos, colores y variaciones del fechador tipo Trébol de 1878. Trabajo que completé con el estudio sobre “El Trébol y el Alfonsillo”, publicado en ‘Academus’, órgano oficial de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, y materializado en la colección de cinco cuadros del mismo título, que obtuvo medalla de Vermeil Grande en la Exposición Filatélica Nacional.

Una de las mayores satisfacciones que me dio este estudio-colección, fue el privilegio de toparme con un hallazgo singular: el único Trébol rojo del que se tiene noticia.

Procedencia: Archivo Monge

Varias acumulaciones, incluidas las procedentes del Archivo Monge y de fondos de otros grandes comerciantes españoles, me permitieron acceder a más de 12.000 ejemplares del Alfonsillo (25 céntimos azul grisáceo de la emisión de Alfonso XII de 1879), obliterados con el Trébol… además de más de un millar de cartas. De hecho, el Trébol rojo apareció en el Archivo Monge, que tras años oculto en el llamado Fondo Afinsa, fue subastado en uno de los grandes lotes de conjunto rematados en la mítica subasta de Filatelia Española de la sala Köhler, celebrada en  Wienbaden (Suiza).


Cuño original del fechador tipo Trébol de 1878. Imágenes de Alejandro Gracia.
(Fuente: Museo del Correo. Director: Evaristo Alfaro)

Las cinco tintas

El estudio del Trébol sobre el Alfonsillo (en que se aúnan dos de mis “debilidades”: el fechador de 1878 y el sello de 1879), permitió revelar la existencia de cinco colores del Trébol, en función de las tintas de estampación del matasellos. Como es sabido, el color del Trébol es, generalmente, negro. Menos frecuentes son las estampaciones que se efectuaron con tinta azul. Existe también, aunque es mucho menos habitual, el Trébol verde (Chiclana, Fromista, Guadalcanal, Valencia de Alcántara, Vélez-Rubio...). Siendo raras las estampaciones en violeta (Yecla, Jerez de los Caballeros...). Y, claro está, el Trébol rojo, del que desde su descubrimiento hasta la fecha, sólo se conoce un ejemplar (correspondiente a la Administración de Pontevedra).

Los cuatro tipos

El estudio-colección también permitió identificar cuatro tipos de Trébol, que se dan en la mayoría de las grandes Administraciones de Correos, correspondientes a las cuatro principales capitales de provincia. Conclusión a la que, quizá por una transferencia a la Filatelia de la teoría de los vasos comunicantes, llegamos a tiempo (aunque por diferentes caminos) mi colega vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid y de la Real Academia, Julio Peñas Artero, y un servidor. De hecho, en su excelente libro “El baile de los matasellos”, publicado como Estudio nº 5 de Afinet, él sería el primero en recoger los cuatro tipos de Trébol (establecidos en función del tamaño de las letras de la población y de que éstas estén juntas o separadas) y los cuatro colores (o tintas) en que se estampó este bellísimo y decimonónico matasellos. Incluido el Trébol rojo, que tuve el placer de mostrarle en un agradable encuentro celebrado en el bar inglés del Casino de Madrid, cuando preparaba su obra.


Origen del cuño

Como es sabido, el Trébol es un matasellos conocido con este nombre porque la fecha va enmarcada en un trébol de cuatro hojas. El mayor tratadista vivo de la Filatelia Española, el Dr. Oswald Schier, afirma que el prototipo del fechador se fabricó en Suiza en 1878, estando formado por un conjunto de piezas móviles.

Composición y funcionamiento

Pese a las aportaciones de grandes conocedores del funcionamiento del Correo, como el también colega de la Real Academia Juan Manuel Cerrato, el mecanismo exacto del cuño es todavía un misterio. Hablando en el terreno de las hipótesis, el fechador se componía de diversas piezas móviles, pudiendo asemejarse a una pequeña caja tipográfica circular, en la que se ajustaban los diversos elementos que conforman el cuño: la población, tipos sueltos de las dos cifras del día y las dos finales del año, las tres primeras letras del mes, el círculo exterior y los cuatro semicírculos unidos en forma de trébol, que hacen de este un  matasellos tan característico.

Un centenar de variaciones

Los diversos elementos del Trébol, presumiblemente, se fijaban mediante presión. De ahí las numerosas variedades de estampación a que dio lugar (que en el estudio sobre el Trébol y el Alfonsillo, publicado en ‘Academvs’, se cifra en más de un centenar variaciones-tipo), estando el cuño fabricado en acero (lo que explica su escaso desgaste), y habiéndose renovado cuando era solicitada su reposición por las administraciones del Correo con mayor volumen de correspondencia. De ahí la existencia de varios tipos diferentes, que llegan hasta seis si incluimos el resto de administraciones.

El Trébol sobre el Alfonsillo

Como es sabido, el Trébol se implantó en España en enero de 1878 (casi 16 meses antes que se emitiera el Alfonsillo, puesto en circulación el 1º de mayo de 1879), y tenía un diámetro de 26 milímetros. En el círculo exterior de las capitales de provincia y grandes poblaciones se lee el nombre, para las Administraciones Principales, seguidas con su número correspondiente por orden alfabético (excepto Madrid).


A la izquierda, fechador T+rebol de 1878, a la derecha, matasellos Araña de 1850.
El Trébol se inspira en el primer matasellos del periodo filatélico, la Araña, cuya composición recrea,
insertándola en el doble círculo de las leyendas, excluyendo las cuatro puntas de flecha.

Joya del último fechador clásico

El Trébol es, sin duda, nuestro último fechador clásico. Buena prueba de ello es el motivo elegido, que se inspira en la primera marca postal del periodo filatélico usada como matasellos: la Araña, cuya composición recrea, pero excluyendo las cuatro puntas de flecha. Además, marca la frontera entre los fechadores aplicados en la etapa de nuestra Historia Postal que abarca las emisiones de sellos clásicos españoles (desde la monarca Isabel II al primer rey constitucional Alfonso XII). Tras su creación en 1878, el fechador que marcaría el inicio de la marcofilia moderna sería el Puente de 1882. Y la principal joya de este fascinante fechador es, sin duda, el Trébol rojo, pieza única conocida y una suerte de trébol de cuatro hojas de nuestro último fechador clásico.

BIBLIOGRAFÍA

DE QUESADA, Eugenio: “El Trébol y el Alfonsillo. Estudio y Catalogación de variedades del fechador tipo Trébol de 1878 sobre el 25 céntimos azul grisáceo de Alfonso XII de 1879”. En ‘Academvs’, núm. 17 (noviembre 2013), pp. 51 y siguientes. Ed. Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal. Madrid, 2013.

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