Cuando las cartas enviadas por correo eran un medio común de comunicación, y no había persona que no envíe o reciba correspondencia, la recomendación usual a quienes querían saber dónde obtener estampillas, era que averiguaran, entre parientes y amigos, quienes guardaban sobres que estuvieran dispuestos a regalar al coleccionistas.
Oficinas o locales comerciales, que por lo general recibían abundante correspondencia, eran buenos blancos en esta búsqueda de sellos. Recuerdo también que cuando colegial me apostaba en las oficinas postales para preguntar a quienes retiraban correspondencia de sus casilla, si podían regalarme los sobres, y muchas veces una mirada a los basureros podía deparar agradables sorpresas.
Hoy estas recomendaciones sirven solo en mínima medida, y las principales fuentes de sellos postales se encuentran en otros lugares.
Feria del Coleccionismo en la Asociación Filatélica Ecuatoriana |
Para un principiante, la compra de paquetes de sellos puede ser un buen punto de partida, ya acudiendo a un comercio filatélico, ya utilizando el internet como medio de contacto.
El intercambio tanto personal como por correspondencia, sirve mucho a la hora de incrementar nuestras colecciones. Los clubes filatélicos son lugares de encuentro en los que podemos toparnos con coleccionistas dispuestos a entregarnos piezas útiles, a cambio de aquellas que a nosotros no nos sirven. Una búsqueda en internet permitirá ubicar clubes o agrupaciones de intercambio por correspondencia, para establecer contacto con personas de otros países con las que podemos compartir inquietudes e intercambiar piezas.
Ferias filatélicas y dispersiones organizadas por clubes y asociaciones filatélicas son, también, espacios para encontrar, comprar o intercambiar sellos y piezas postales.
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