Dijimos en nuestra anterior entrega que el procedimiento en ella descrito para desprender estampillas, no era aplicable a los sellos autoadhesivos. ¿Qué hacemos, nos han preguntado, con estos últimos?
Circulan en la reda algunos consejos en relación con este tema. En general, la utilización de solventes (bencina, acetona, thinner), permite desprender la estampilla del papel. Se aplica el solvente con un pincel en la parte posterior, esto es, en el papel pegado al sello, hasta que la estampilla pueda desprenderse con facilidad.
Siempre quedan rastros de la goma, que pueden eliminarse con talco.
Todos coinciden, sin embargo, en lo peligroso del procedimiento: la estampilla de todas manera puede acabar rompiéndose al intentar despegarla y los solventes pueden afectar la tinta.
Por eso, una recomendación general es conservar el sello pegado al papel, recortándolo adecuadamente; el recorte, incluso, puede incluir los matasellos, como vemos en esta imagen tomada de Filaposta.
El ultimo procedimiento lo veo más adecuado porque al final, lo que deseamos es conservar el sello
ResponderEliminarEl ultimo procedimiento lo veo más adecuado porque al final, lo que deseamos es conservar el sello
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