Georg Maier
La primera serie de tarjetas postales peruanas
fue pedida a la American Bank Note Company, probablemente a fines de 1880, lo
que coincidió con la Guerra del Pacífico (1879-1883) y la ocupación del Perú
por el ejército chileno.
A la llegada de las tarjetas al Perú, éstas
fueron entregadas al Departamento de Ica para que sean custodiadas hasta que la
ocupación termine y la situación se normalice. Cuando fueron finalmente
emitidas, en 1883, se lo hizo con un resello: la imagen del sol colocada al
centro de la parte superior, en colores diferentes según el valor facial.
Se trata de seis tipos de tarjetas, tres
sencillas de tres, cuatro y cinco centavos, respectivamente, y tres tarjetas
dobles, de los mismos valores.
El señor Aldo Salvatecci, renombrado
filatelista peruano, encontró un documento en el cual se menciona que las
tarjetas, un total de 1’436.000 ejemplares, se encontraban en 52 cajas. La
cantidad no fue verificada por la persona encargada por falta de apoyo para el
conteo; esta persona, un señor G. Carrera, esperaba que la American Banknote
Company informara oportunamente la cantidad exacta de lo enviado, para
establecer cualquier posible pérdida (Citado por Herbert H. Moll, The postal stationery of Peru, Unidted Postal Stationery Society, 1999, pp. 4-5).
Aparentemente la esperada comunicación de la
casa impresora no llegó, pero sí contamos con una prueba de impresión en
relieve, fechada el 16 de ¿marzo? de 1880; se trata de una tarjeta de cuatro centavos, que incorpora al margen
los diseños que deberían tener las de tres y cinco centavos.
Lo interesante de la
prueba es que contiene anotaciones manuscritas con las que fueron, sin duda,
las cantidades impresas. Los datos son los siguientes:
Esta emisión numerosa
puede explicar la razón por la que se contó con material suficiente como para
resellarlo inicialmente con la imagen del sol y, más tarde, con la foto del
edificio del Correo Principal de Lima.
Si las cantidades que
constan en la prueba con la que imprimió efectivamente la American Bank Note
Company, habría una diferencia de 36.000 tarjetas en relación con el dato que
proporciona el señor Carrera.
Junto con la
prueba reproducida en la página anterior se encontraban dos diseños
rudimentarios de las tarjetas, uno para la doble y otro para la sencilla, que
constan enseguida.
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