Kypros, la palabra griega que significa cobre dio nombre a la isla cuyos yacimientos abastecieron en la antiguedad el oriente mediterráneo: Chipre.
Dominada por los venecianos desde 1489, la isla pasó a manos turcas en 1570 y, trescientos años después, en 1878, se convirtió en dominio británico.
Al fin de la Segunda Guerra Mundial aumentó el clamor por la enosis, la anexión a Grecia, impulsada por el ochenta por ciento de chipriotas de origen griego. Grecia confiaba en el apoyo de los ingleses, pero la decidida oposición de Turquía, también interesada en ocupar la isla, hizo que el parlamento británico optara por apoyar la creación de un estado independiente y aprobara una propuesta en ese sentido, el 29 de julio de 1954.
La serie de seis sellos emitida por Grecia en 1954, para protestar por la declaración del parlamento británico a favor de la independencia de Chipre |
La protesta griega se expresó por todos los medios, entre ellos la estampillas de correo.
En septiembre de 1964 el correo griego emitió una serie de seis sellos postales, con marcos de diversos colores y centro negro, en el cual se reproducía la declaración británica cubierta con una mancha de tinta. Cada dos estampillas de la serie tenían el texto de la declaración en distinto idioma: griego, inglés y francés.
La propuesta inglesa se hizo finalmente realidad y los países involucrados (Reino Unido, Grecia y Turquía), celebraron un tratado que reconoció la independencia de Chipre, bajo la presidencia de un greco-chipriota, el arzobispo Makarios, que debía gobernar con un turco-chipriota como vicepresidente con poder de veto.
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