domingo, 13 de marzo de 2016

OTRAS POSIBLES PRUEBAS DEL CUATRO REALES

Revisamos en la entrega anterior las supuestas pruebas del sello ecuatoriano de cuatro reales de 1866, y llegamos a la conclusión de que se trataba, en realidad, de piezas forjadas, impresas por lo menos veinte años después de la emisión original.

Hay, sin embargo, entre las estampillas referidas, algunas que por sus características merecen ser analizadas por separado.

En su estudio sobre las primeras estampillas ecuatorianas, Jorge Ayora afirmaba (p. 53) que si existían pruebas, éstas debían haberse presentado en colores rojo y negro, pues no era creíble que se hubieran utilizados los colores de los sellos que ya estaban en circulación (azul, verde y amarillo).

Posible prueba del cuatro reales, en color negro
Y son precisamente esos los colores de sellos similares a los que aparecen los bloques de ocho reseñados en nuestra nota anterior, también con el cóndor mirando a la derecha, pero engomados, con una impresión más nítida y en papel delgado blanco grisáceo.

¿Se trata de pruebas?

En el caso de las tres primeras estampillas de la serie, es seguro que se hicieron pruebas. El Ministro de Hacienda, al informar al Congreso de 1865, indicó que cuando se pensabas mandar a imprimir las estampillas en Europa, se presentó Manuel Rivadeneira, a quien se escogió después del ensayo respectivo, al ver la buena calidad del trabajo realizado. 

Existe un sello de medio real, en color negro, que con toda certeza es la prueba a la que se refirió el Ministro de Hacienda; ¿ocurre lo mismo con la estampilla de cuatro reales?

Pienso que no. En primer lugar, puesto que se habían hecho ya las estampillas de medio y un real, no era necesario establecer si el trabajo de Manuel Rivadeneira (sabemos que en realidad la grabadora era su hija, Emilia) era de calidad; pero, sobre todo, no parece probable que Emilia Rivadeneira, que había hecho ya para los primeros sellos un escudo sin error, con el cóndor mirando a la izquierda, haya cometido el error de torcer el cuello del ave.

A esto se añade la existencia de matasellos de favor en las supuestas pruebas, lo que no tiene explicación y hace improbable que nos encontremos, en realidad, frente a ensayos.

A partir de unas poco claras afirmaciones de Salinas de Lozada, Robert D'Elia recuerda que Emilia Rivadeneira presentó ante el Poder Legislativo, en 1887, una petición por la que pretendía ser contratada nuevamente para imprimir los sellos postales del Ecuador, Salinas de Lozada no es muy preciso en relación con ésto, dice el autor citado, pero al parecer sostiene que las pruebas del cuatro reales fueron parte de esa petición.

El pedido de Emilia se imprimió en un folleto bajo el título Algo sobre el sistema proteccionista y en él constan, efectivamente, muestras del trabajo de la grabadora. Se trata de una ilustración de carácter religioso, de cuatro reproducciones de la estampilla de cinco centavos, impresa por la American Bank Note Company, entonces en circulación (Banco Central 10; Scott 14); y de tres sellos, pensados sin duda para timbres fiscales o papel sellado.

Los sellos reproducidos en el folleto de Emilia Rivadeneira (1887). Las estampillas se imprimieron
en color: verde, amarillo, naranja y azul, en la primera fila, y verde, naranja y azul en la segunda
No es descabellado suponer, sin embargo, que junto con el folleto y las reproducciones en él incluidas, se haya entregado, en la solicitud original o en copias a los legisladores, estampillas de cuatro reales con el cóndor mirando a la derecha.

Sabemos que el pedido de Emilia Rivadeneira no fue atendido, y que si bien el Congreso expidió una Resolución en la que reconocía el trabajo de la grabadora (21 de julio de 1887), ésta nunca más fue contratada para imprimir sellos postales.

Autores como D'Elia y Suárez-Bongiovanni se refieren a la posibilidad de que, preparadas las reproducciones de la estampilla de cuatro reales con el cóndor mirando a la derecha como medio para conseguir un nuevo contrato del Gobierno, Emilia Rivadeneira utilizó posteriormente las planchas para imprimir sellos para el mercado filatélico, decepcionada por lo que consideraba un tratamiento injusto por parte de las autoridades.

De todos modos, aunque nos movemos siempre en el mundo de las especulaciones, todo apunta a que tampoco en este caso nos encontramos ante pruebas del cuatro reales.

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