Este 1 de octubre se cumplieron ciento cincuenta años de la emisión de las primeras tarjetas postales. Se pusieron a la venta en el Imperio Austrohúngaro y su éxito fue inmediato: un millón y medio de tarjetas se vendieron durante el primer mes de uso.
La idea de crear este producto postal fue de Heinrich von Stephan, Consejero Postal de Prusia, quien hizo la propuesta en la conferencia de Karlsruhe; la tarjeta serviría para enviar pequeños mensajes y su costo sería la mitad del que se cobraba por la correspondencia ordinaria. El Director de Correos de Prusia rechazó la propuesta por considerarla atentatoria contra el secreto de la correspondencia, pero von Stephan la había difundido en un folleto que repartió entre los delegados a la conferencia.
Heinrich von Stephan y la primera tarjeta postal |
De ahí la tomó Emanuel Hermann, profesor de la Academia Militar Theresia, de Viena, quien el 26 de enero de 1869 publicó en el Neue Wiener Presse un artículo sobre la posibilidad de poner en marcha este novedoso sistema. Maly von Pavanovits, Director de Correos austriaco, acogió la idea y poco después la tarjeta postal se difundió ampliamente por el mundo. En el Ecuador, la primera tarjeta se puso en circulación quince años después, a inicios de 1884.
Pronto se establecieron medidas estándar para las tarjetas y reglas para su uso (no debían contener insultos y siempre tenían que estar firmadas, por ejemplo). Las tarjetas postales se convirtieron en instrumento de publicidad y, a fines del siglo XIX, empezaron a imprimirse tarjetas con imágenes y fotografías.
Las primeras tarjetas postales eran enteros postales; llevaban impresa una estampilla con la indicación del valor. Posteriormente, aunque siguieron haciéndose enteros postales (emitidos oficialmente por los correos nacionales), se generalizó el uso de postales de industria privada, a las que debía adherirse la estampilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario