Franklin D. Roosevelt (1882-1945), en su calidad de filatelista, prestó especial atención a los sellos postales emitidos por los Estados Unidos durante su largo gobierno (1933-1945); según se sabe, él personalmente revisaba y aprobaba los diseños y, en algunos casos, diseñaba la estampilla.
La última que, podemos decir, salió de sus manos, fue la que se emitiría el 25 de abril de 1945, trece días después de la muerte del Presidente, para conmemorar la Conferencia de San Francisco, que dio origen a las Naciones Unidas (Scott 928). Ernest A. Kehr reproduce, en El Apasionante Mundo de la Filatelia (pp. 245-246), la historia de este sello contada por el Jefe General de Correos de los Estados Unidos, Franck C. Walker:
Lo mismo que todos los norteamericanos, el Presidente se preocupaba por la Conferencia ... Habíamos hablado sobre las posibilidades de un sello conmemorativo de la Asamblea. Una noche, siendo ya bastante tarde, me llamó desde Warm Springs y me dijo que había reflexionado mucho acerca del tema: el diseño habría de ser muy simple, con las palabras "Pro-Naciones Unidad"; el recuadro completamente recto; como único detalle de adorno una pequeña ramo de laurel al pie de la impresión. La Oficina de Grabación e Impresión realizó varios bosquejos, y el famoso filatelista señaló uno de ellos, que a su juicio era el más apto para la Conferencia destinada a tener tanta influencia en el mundo. Teniendo presente la gran demanda que se haría de ese sello, el Presidente trató con William Hassett acerca de la venta "día de emisión". Aceptó también mi idea de que él, personalmente, comprara el primer ejemplar recibiéndolo del Jefe de Correos de San Francisco. Ésa fue su última disposición oficial, media hora más tarde había fallecido.
Con la muerte del Presidente, el diseño se modificó ligeramente: incluyó la frase "Hacia las Naciones Unidas 25 de abril de 1945" y el nombre de Roosevelt.
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