domingo, 10 de marzo de 2024

UN TELEGRAMA OFICIAL

Teddy Suárez Montenegro

El 11 de febrero de 1892, el comisario de policía de Ambato envió un telegrama al de Riobamba, relacionado con un robo de billetes de banco. Dice el telegrama:

Señor Comisario:

Ayer fue robado del cuarto del Señor Agustín I. Mariño 20 billetes de á 4 sucres banco Ecuador, y uno de á 100 sucres del banco internacional. Todos tienen en el respaldo A. I. Mariño. Suplico á U aprehenda al tenedor de dichos billetes y recoja dinero.

El texto que se entregó al destinatario, sin embargo, no consta en formulario alguno sino en un papel sellado fuera de uso, correspondiente al bienio 1887-1888 y revalidado para el bienio siguiente. El papel fue doblado para ser entregado como carta, con la indicación del destinario y el origen (Sor. / Comisario / T. [telegrama] de Ambato). Tanto en el anverso, donde está escrito el mensaje, como en el reverso,  aparece el sello de la oficina telegráfica de Riobamba, impreso en color azul.

Es el mismo sello que poco después se colocará para cancelar los primeros timbres telegráficos, puestos en circulación el 1 de abril de 1892.

Dado el contenido del mensaje, ¿se utilizó este medio para mantener la debida reserva? o, simplemente, ¿la oficina de Riobamba carecía de formularios y utilizaba papel simple, o sellado fuera de uso, para entregar los telegramas? 

En el encabezado del mensaje consta el origen ("Telegrama de Ambato"), y las cifras 4 N° 18 - 50 - 60.  Según el artículo 35 del Reglamento de Telégrafos, todo despacho debía llevar el número de la oficina (probablemente el 4), el número de palabras y el porte. ¿Tal vez N° 18 es el número del telegrama? El 50 concuerda con el número de palabras, pues aquellas con más de 10 letras ("internacional") contaban como dos. No queda claro a qué corresponde el 60. Debe tomarse en cuenta que los telegramas oficiales no pagaban tarifa alguna.

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