En el Ecuador, las palabras real y medio, carecen de significado para las generaciones actuales que, durante los últimos veinte años, han crecido con un sistema monetario dolarizado, en el que los pagos se hacen con dólares y centavos.
Para quienes tuvimos al sucre como moneda nacional, real y medio eran palabras familiares, heredadas del viejo sistema monetario español, que estuvo vigente en nuestro país hasta 1884.
El medio décimo de 1884 |
Hasta ese año, la República mantuvo el sistema conocido como octavario, porque tenía como base el peso de plata, divido en ocho reales.
Monedas de medio real, uno y dos reales, fueron las primeras que se acuñaron en la Casa de la Monedfa de Quito, a inicios de la República y luego, cuando se adoptó el sistema decimal quedó establecido que cada real equivalía a diez centavos.
Un décimo de 1916 |
De ahí, cuando empezó a circular el sucre a mediados de la década del ochenta del siglo XIX, las monedas de diez centavos (o un décimo de sucre) siguieron llamándose reales y las de cinco centavos (el medio décimo de sucre) medios reales o, simplemente, medios. Ese era el nombre que les dábamos en nuestra infancia, que empezó a perderse cuando la inflación convirtió en polvo la moneda fraccionaria y quedó en el olvido cuando el siglo XXI nos trajo el dólar.
Cinco centavos de 1946, el "medio" |
Diez centavos de 1937, el "real" |
Y aunque quienes fuimos niños en los años sesenta ya no usábamos la denominación, oímos a nuestros mayores hablar de pesos en lugar de ochenta centavos y utilizar el término peseta, para referirse a la pieza de veinte centavos, los dos reales que por ese entonces podían llenar un bolsillo de dulces o refrescarnos con un helado.
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