Anverso y reverso de un Kuan de la dinastía Ming |
A la larga lista de inventos que debemos a la China antigua, hay que sumar el papel moneda. Marco Polo lo descubrió y se lo contó a los europeos.
En el capítulo 97 del Libro de las Maravilla, señala: "También es Cambalue la ceca del gran señor; Arreglolo de tal manera que el Gran Khan posee el secreto del alquimista más avisado. Hace acuñar moneda del modo siguiente: toman la corteza de los árboles ... y de la membrana que hay entre la corteza y el tronco suelen hacer una pasta como la del papiro, de color muy moreno. A estos papeles o tarjetas las hace cortar de varios tamaños, por lo general como tarjetas largas y estrechas. Una pequeña, a la cual le da el valor de la mitad de un sueldo; otra mayor, que vale un sueldo; otra de medio ducado de Venecia, y otra de dos ducados, y otra de cinco, y otra de diez. Otra hay que vale un bizancio, y otra de tres bizancios, y así hasta diez bizancios. Todos estos papeles o tarjetas son sellados con el signo del Gran Khan. Y una vez estampillados, los hace repartir por todas las provincias, reinos y señoríos y paga con ellos todas sus cuentas. Nadie puede desechar esta moneda, so pena de muerte. Y todos los mercaderes toman esos papeles en pago de sus mercancías y con ellas se pagan las perlas, las joyas, el oro y la plata ... Los comerciantes los aceptan con gran placer, porque con ellos pueden a su vez comprar cuanto quieran. Una vez al año se publica un bando diciendo que todos los que posean oro, piedras y plata lo lleven a la ceca y le serán trocados por ese papel moneda. De esta manera el gran señor acumula tesoros incalculables de plata, oro y piedras finas".
"Cuando estos papeles se rompen, o ensucian, o deterioran, se los llevan a la ceca, donde los cambian por nuevos con una disminución del 3 por 100. Y ya veis cómo el gran señor puede tener, y tiene, los mayores tesoros del mundo".
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