HASTA SIEMPRE PACO

Paco Gilabert dicta una conferencia en Quito

El entusiasmo y la generosidad de Paco se reflejaban en su mirada, en cada gesto de su cuerpo menudo, que convocaba a la amistad.

Entusiasmo por lo que le apasionaba: la filatelia como instrumento pedagógico y vía para el conocimiento; generosidad para volcar lo que sabía en la mente de cualquiera que buscara su consejo y quisiera beber de su sabiduría. Porque su otra pasión era enseñar y un maestro, cuando es verdaderamente tal, no conoce el egoismo.

El 21 de agosto, en su querida Granada, nos dejó físicamente Francisco Gilabert Granero. Lo que de él han dicho en estos días todos quienes tuvieron la suerte de conocerlo, la desazón que invadía a los que recibían la noticia, son prueba más que suficiente de que esta es una pérdida de la que es difícil recuperarse y que, para quienes compartíamos este curioso oficio de reunir pedacitos de papel, nos deja sin un referente fundamental, nos deja con una colección de preguntas que tal vez solo él podía contestar.

Para los filatelistas ecuatorianos, Paco fue el maestro que acompañó los primeros pasos que les permitieron  abrirse al mundo. Estuvo aquí varias veces, dictó conferencias, compartió nuestros espacios, comprendió limitaciones y empujó vocaciones. 

Su familia ha agradecido las múltiples muestras de condolencia recibidas en estos días. Los que debemos agradecer somos nosotros. Gracias Paco por tu vida, por el tiempo que nos fue dado compartir, por todo eso que nos diste y que está entre esas cosas que nunca se pueden pagar.

Hasta siempre Paco.

Momentos con Paco