Juan Pablo Aguilar Andrade
Conocidas son, entre los coleccionistas ecuatorianos, dos estampillas con valor facial de 10 centavos, que aparecen como destinadas al servicio aéreo, pero que nunca llegaron a emitirse.
Ambos sellos tienen la misma imagen: un cóndor con las alas desplegadas en un paisaje dominado por un volcán en erupción. Una de las estampillas es de color verde y la otra carmín, están debidamente engomadas e identifican al impresor, con una leyenda al pie, en la que se lee: Talleres del Servicio Geográfico Militar Quito Ecuador.
El catálogo especializado de Olivier Bertossa se refiere a estos sellos como impresos probablemente en 1961 y los identifica con los números romanos que utiliza para los no emitidos, en este caso el LII y el LIII.
Las estampillas, sin embargo, debieron ser muy anteriores: con seguridad, de mediados de la década del cuarenta del siglo pasado.
En efecto, el Servicio Geográfico Militar funcionó como tal solo hasta agosto de 1947, cuando el presidente José María Velasco Ibarra estableció, a partir del referido Servicio, el Instituto Geográfico Militar, que desde fines de los años sesenta ha sido el encargado de la impresión de sellos postales y otras especies valoradas en el Ecuador.
Fue precisamente en 1945, cuando el Servicio Geográfico Militar dio los primeros pasos en su proyecto de convertirse en impresor de especies valoradas. Ese año imprimió un timbre fiscal rosa, de 10 centavos, pero el trabajo fue muy deficiente: abundan los dentados desplazados, los timbres no son del mismo tamaño y hay varias tonalidades de color.
No es difícil que los ensayos a los que nos referimos, las dos estampillas con el cóndor y el volcán, hayan sido preparados en ese tiempo. De todos modos, es claro que debieron ser hechos con anterioridad a 1947.
Recientemente han llegado a nuestras manos, a más de las estampillas en referencia, dos pruebas fotográficas que, sin duda, fueron preparadas junto con ellas.
Ambos tienen idéntico diseño, aunque los dibujos tienen notorias diferencias y, sobre todo, son mejor trabajados en las dos pruebas que en los sellos impresos.
El tamaño de las pruebas fotográficas, ambas en blanco y negro, es ligeramente superior al de las estampillas. Una tiene un valor facial de 50 centavos y no posee ninguna identificación; la otra, más parecida a los sellos finales, es como éstos de 10 centavos, incluye la identificación del Servicio Geográfico Militar (la leyenda dice Talleres de Reproducción del Servicio Geográfico Militar - Quito - Ecuador.
En la esquina inferior derecha consta la firma de J.M. MURGUEITIO, seguramente el autor de los diseños.
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