El primero de octubre de 1856, hace ciento sesenta años, el Uruguay adoptó el sistema de franqueo de correo por medio de estampillas, no como resultado de ninguna ley ni mandato oficial, sino de la iniciativa de don Atanasio Lapido, que desde unos años antes se desempeñaba como Asentista de Postas y Administrador General de Correos.
Los sellos postales que empezaron a utilizarse ese día fueron tres, uno azul de 60 centavos, otro verde de 80 y un tercero rojo de un real, que pagaban las tarifas para cartas simple, doble y triple, respectivamente.
Los tres primeros sellos postales uruguayos, que se pusieron en circulación el 1 de octubre de 1856 |
Desde inicios de la década de los cincuenta del siglo XIX se había establecido en el Uruguay un servicio de diligencias que, por medio de cinco rutas, unía Montevideo con el interior del país; las estampillas fueron pensadas para el transporte de correo que utilizaba esos carruajes; de ahí la palabra DILIGENCIA, que consta en la parte superior de los sellos y el nombre con el que comúnmente se conoce a estos últimos.
La moneda uruguaya de 40 centésimos de 1844, que se dice sirvió de modelo para el sol grabado en las primeras estampillas uruguayas |
A más de la palabra indicada, las estampillas tienen al pie el valor facial, y la viñeta central es un sol con cabeza humana cabellera que, según se dice, fue tomado del que aparecía en la moneda de cuarenta centésimos acuñada en 1844.
No se conocen las cantidades impresas, pero el tiraje fue sin duda reducido.
Las estampillas se imprimieron utilizando el sistema litográfico, en pliegos de papel blanco de treinta y cinco sellos cada uno, con siete hileras horizontales y cinco verticales, sin dentado.
El dibujo para las estampillas lo hizo Juan Ildefonso Blanco Vila (1812-1889), a quien se debe también el diseño de la bandera uruguaya; la impresión estuvo a cargo del francés Lucien Mége, de la casa impresora Mége y Willems.
Los primeros sellos impresos se distribuyeron a las agencias de diligencias de Sienra y Paseyro, en Montevideo, y a las establecidas en los departamentos de San José, Soriano, Florida, Durazno, Tacuarembó, Minas y Maldonado.
Una particularidad relacionada con el uso de esta emisión es que las estampilla, o no fueron canceladas con marca alguna, o lo fueron con trazos de tinta, generalmente una X, aunque se usaron también líneas onduladas o rúbricas.
Sobre con Diligencia de 60 centavos, sin cancelar. Esta pieza se adjudicó en US$ 8.500 en la subasta de la Casa Robert Siegel, el 13 de junio de 2009 (ver SIEGEL) |
Sobre franqueado con un sello Diligencia de 80 centavos, cancelado con una X. Tomado de la página del Club Filatélico del Uruguay |
Aunque en la colección Tapling, de la Biblioteca Británica, en Londres, existen algunas piezas, incluida una pareja del sesenta centavos, matasellados con el sello ADMon DE CORREOS - Montevideo, se ha establecido que se trata de cancelaciones de favor.
Se especula que la no anulación de los sellos usados y el uso de marcas a pluma, se debió al hecho de que las Diligencias fueron estampillas de iniciativa privada, por lo que no se utilizaron como canceladores lo sellos de los que disponía el Correo.
El bloque Ferrer |
Como ocurre en el caso de las estampillas litografiadas, cada uno de los treinta y cinco sellos de la plancha tiene características propias, lo que permite distinguir treinta y cinco tipos diferentes y establecer su ubicación. Un estudio sobre esas características puede verse en Estudio de los sellos Diligencia.
La pieza más destacada de la primera emisión uruguaya es el conocido como Bloque Ferrer, un conjunto de quince estampillas de ochenta centavos, correspondientes a la esquina superior derecha de la plana, con los márgenes superior y derecho de la hoja y los tipos correspondientes a las posiciones 3, 4, 5, 8, 9, 10, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 24, 25 y 30.
Este bloque, al que el británico Fred Melville calificó como una de las siete maravillas filatélicas del mundo, ha sido una pieza fundamental para reconstruir la ubicación en la plancha de cada uno de los treinta y cinco tipos de sellos.
A más de esta pieza existen dos bloque de cuatro de la misma plancha, uno con las posiciones 1, 2, 6 y 7, y otro con las posiciones 16, 17, 21 y 22, ambas con los márgenes izquierdos.
Tanto el bloque Ferrer, como los dos bloques de cuatro, fueron ofrecidos en la subasta de la casa Investphila, el 25 de septiembre de 2009, y pueden verse en THE "SUN" ISSUES.
El bloque Ferrer recibe su nombre del primer propietario de la pieza, el argentino Vicente Ferrer, quien la conservó durante once años, entre 1900 y 1911.
Para una historia completa de esta joya de la filatelia uruguaya, les remitimos a un texto preparado por Walter Britz, que puede consultarse en el enlace Historia del Block Ferrer.
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