El 28 de mayo de 1985, para conmemorar el cincuentenario del Banco Central de la República Argentina, se pusieron en circulación 26'400.000 piezas de una nueva moneda de cincuenta pesos, que mostraba en el anverso el valor facial, con dos números entrelazados, y en el reverso el busto de la Libertad.
La moneda tenía un peso de 5 gramos, acuñada en bronce de aluminio, con un diámetro de 23 mm. y canto liso.
Lo curioso de esta pieza numismática es que a los pocos días de entrar en circulación, el 15 de junio de 1985, el peso fue sustituido por el austral, como unidad monetaria argentina, con una equivalencia de 1 austral por cada 1000 pesos. La moneda de 50 pesos siguió circulando con un nuevo valor: 5 centavos de austral.
La cosa no termina ahí. En junio de 1991, la moneda de cincuenta pesos dejó de circular y, a los pocos meses, en enero del año siguiente, el peso volvió a ser la unidad monetaria argentina.
Curioso caso de una moneda que circuló cuando la unidad monetaria que representaba había dejado de existir, y dejó de hacerlo poco antes que volviera a la vida.
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