Chile Filatélico es una de las publicaciones clásicas de la filatelia americana. Publicada originalmente en Concepción, nació en marzo de 1929 como una revista privada, editada por Víctor Vargas y, a partir del número 22, en julio de 1936, se convirtió en órgano oficial de la Sociedad Filatélica de Chile.
Destacados filatelistas han tenido a su cargo la revista y la han convertido en un referente de la filatelia continental. Desde 2017, Cristian Mouat dirige Chile Filatélico, ha remozado la revista y la mantiene a la altura de los nuevos tiempos que vive la filatelia.
Acaba de publicarse el número 301 de Chile Filatélico. Una vez más, aparte de información de actualidad sobre la filatelia chilena, la revista nos entrega importantes y profundos estudios sobre filatelia e historia postal.
Esta edición se abre con la segunda parte del trabajo de Milenko Oblanovic sobre las sobretasas postales chilenas, que se usaron entre 1969 y 1974, para financiar la modenización del servicio postal.
Un artículo de Ross Towle, que se publica en versión inglesa y castellana, se refiere a las tarjetas postales de la exposición de minería y metalurgia de 1894, mientras que Jorge Maier nos presenta un estudio sobre los timbres numeradores de la Pacific Steam Navigation Company.
Cristian Mouat hace un completo estudio sobre los sellos chilenos con el centro invertido y nos presenta, también, una reseña de la subasta de la casa Corinphila, en enero de 2021, y un artículo que pasa revista a las actividades de la Sociedad Filatélica de Chile, hace cincuenta años.
Se publica también en este número la segunda parte del trabajo de Guillermo Schmeda sobre la historia postal paraguaya antes y después de la guerra del Chaco; un artículo de José Antonio Heráiz acerca de la importancia del Archivo de Indias de Sevilla, para el estudio del correo español en América; y, un estudio sobre los falsos mexicanos de Plácido Ramón de Torres, preparado por Gerhard Lang-Valchs.
La revista incluye un homenaje a los recientemente fallecidos Ricardo Boizard y Manuel Mariño, y publico un artículo de este último, en el que se pregunta que las estampillas de la Pacific Steam Navigation Compnay fueron las primeras vendidas en Chile.
Felicitaciones a Cristian por este empeño. Su capacidad y entusiasmo hacen posible que este clásico de la filatelia latinoamericana mejore constantemente y supere las varias dificultades que implica poner en manos de los filatelistas un material de tan alta calidad.
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