sábado, 20 de marzo de 2021

LOS PASOS LEJANOS DE PLÁCIDO RAMÓN DE TORRES. LAS ANDANZAS DE UN FALSIFICADOR POR OTROS CONTINENTES (III)

Gerhard Lang-Valchs

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Los falsos "mayores"

Quedaba pendiente el descubrimiento de los “falsos mayores” de Torres. Se sabía ya desde hacía tiempo que había fabricado no solamente falsos de los valores clásicos de España, sino que se había también metido con Italia y muchos países sudamericanos. Sin embargo, sólo de los falsos de España existe una lista y hasta una buena descripción.

La manera particular y única de enfocar parte de su trabajo nos brinda la posibilidad de descubrir sus huellas, aunque hayan pasado más de cien años desde su muerte. Son sus “bromas” y sus “errores” deliberados los que nos indican dónde hay que buscar. Valores enteramente inventados o colores fuera de serie nos ayudan, y, finalmente, serán también los matasellos inventados y falsos los que nos ponen sobre su pista.

Nueva Gales del Sur

Arriba, “Sydney-view” originales. Abajo, falsos Torres

En las antípodas encontramos una serie de falsificaciones que un sitio de internet, dedicado a la detección de falsos,  atribuye a los hermanos Spiro.[1] Por lo visto uno de los matasellos aplicados indujo a esta suposición.

De izquierda a derecha, matasellos Sidney, matasellos Spiro y matasellos Torres

Broma de Torres “NEWCORNU”/”NEWFOUND

Una vista crítica y comparativa revela, sin embargo, que no se trata de uno de los matasellos típicos de los Spiro. Es una imitación muy parecida tanto al usado por los Spiro como a la cancelación auténtica australiana de Sydney. Este matasellos con cuatro barras, paralelas al eje largo de la elipse que forma, muestra en su parte central a lo largo de este eje, un espacio libre de barras, que en vez de los diez segmentos cóncavos, casi semicirculares contrapuestos [CCCCC ƆƆƆƆƆ] del ejemplar usado por los Spiro lleva doce segmentos, o sea uno más en cada lado.

Si el sello de Terranova, otra de las bromas de Torres, se merece según un ya fallecido experto en sellos de ese país, el premio a la originalidad por su trastocada inscripción bromista, los sellos de esta serie australiana merecen ser declarados campeones por su original reinterpretación del diseño.[2] En vez de una vista del puerto con una escena representando la vida comercial del Sydney de aquel entonces, ante el fondo de la ciudad, ahora se ve solamente la panorámica de una ciudad centroeuropea amurallada, bañada por un río que no por el mar como la hoy en día capital de Australia. El lema al pie del dibujo central original ha desaparecido por completo. Dos de las palabras de la inscripción han sido ampliadas con una letra cada una [“AUSTR” y SIEGILLUM”]. El fondo se compone en todos los ejemplares de la serie de líneas rectas, siempre horizontales, mientras que los auténticos tienen un fondo que se compone de puntos o de líneas son más o menos fuertemente onduladas. A nivel mundial no hay otro falsificador que se hubiera atrevido a desafiar de esta forma al mundo del coleccionismo.

Matasellos CORREOS sobre falsos Torres de Buenos Aires y Australia

El colmo de la extravagancia de Torres es en este caso, a mi juicio, la aplicación en algunos ejemplares de un matasellos obviamente falso y para nada anglo-sajón, sino más bien de pretendido origen ibero-americano. Se trata del matasellos “CORREOS; 7.1.60; II-III”, otra provocación por su fecha, imposible en este caso, ya que la emisión de 1850 ya fue sustituida por otra al año de su puesta en circulación. Como veremos más tarde, a raíz de un análisis detallado de los falsos de Buenos Aires, este matasellos se puede atribuir a Torres  ya que aparece en sus falsos de los así llamados “barquitos” (compárese figuras 23a-c con  27).[3]

Honduras

De izquierda a derecha, sello auténtico y tres falsos Torres

Mientras que los dos sellos originales están impresos en negro sobre papel azul y verde, estos falsos muestran una impresión en ambos colores sobre papel blanco. Un valor en color de “fantasía” amplía y completa la serie falsificada.

El fondo del dibujo de estos ejemplares está formado por líneas horizontales, ya a primera vista claramente inferior en número a los del original. El óvalo central es más pequeño y no toca el marco ni arriba ni abajo. Las dos estrellas y el ramo de hojas brillan por su ausencia. Por contra se añade un punto a la inscripción inferior y al lema del óvalo interior que, además, disfruta ahora de una “I” mayúscula particular que lleva un puntito como si fuera una minúscula crecida.

El dibujo central también se diferencia en casi todos sus detalles del original, siendo todas estas diferencias y también las anteriormente mencionadas comunes en los tres ejemplares. Las torres se parecen a los de un tablero de ajedrez, sin puerta ni ventana. La vista que tenemos a través de una especie de portal formado por las torres con un arco encima, difiere del original en absolutamente todos los detalles.

Falsos Spiro de Honduras

Una mirada a alguno de los muchos otros falsos de estos dos sellos que existen muestra que ahí las diferencias con el original son mucho menores, menos llamativas y a veces cuesta encontrar diferencias como, p.e. las líneas de fondo ligeramente inclinadas hacia la derecha, que no del todo horizontales, cosa que sí se puede adjudicar a un fallo accidental del imitador. 



[1] http://stampforgeries.com/forged-stamps-of-new-south-wales/ [11.03.2019; 14.30].

[2] Ed Wener: Newfoundland. Fakes and Forgeries, p.2.

[3] GLV: Los barquitos de Plácido Ramón de Torres, Revista F.A.E.F. (Órgano de la Federación Argentina de Entidades Filatélicas), nº 147, ago. 2019, p. 19-34.

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