"EL CORREO SIN CORREOS" RESCATA LA "PREHISTORIA" DE NUESTRA PREFILATELIA Y VESTIGIOS DE HISTORIA POSTAL
Entrevista de José María Duchel de Mumberta Eugenio de Quesada, Académico, Vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid y director de "EL ECO"
Eugenio de Quesada (Jaén, 1961), editor y periodista, es presidente del Grupo NEXO y vicepresidente de las Asociación Iberoamericana y Española de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET), decano y vicepresidente de la Mesa del Turismo de España y posee la Medalla de Oro al Mérito Turístico otorgada por el Rey de España por acuerdo del Gobierno en Consejo de Ministros (que le otorga el tratamiento de Excelentísimo señor). En el ámbito de la Filatelia e Historia Postal, es decano y vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid, donde ingresó hace 44 años, y poseedor de la Placa de la Orden al Mérito Postal (que otorga el tratamiento de Ilustrísimo señor), la Medalla de Oro al Mérito Filatélico, las Medallas Individuales de FESOFI y de ANFIL, o el galardón al Filatélico Andaluz del Año, entre otras distinciones. Miembro de número de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal y de la Academia Europea de Filatelia, preside la Comisión de Publicaciones de FESOFI, siendo editor y director de “EL ECO Filatélico” desde hace una década. Prolífico investigador y coleccionista, dirige los ‘Estudios EL ECO Filatélico’ y la ‘Biblioteca de Estudios’ de SOFIMA, habiendo sido director de las revistas “Academvs” y de “España Coleccionista”, y editor de dos de las Bibliotecas ‘Cuadernos de Filatelia’ de FESOFI y ‘Discursos Académicos’ de la RAHF e HP. Su última obra es “Chasquis”, volumen de 360 páginas a gran formato galardonado con medalla de Oro y 88 puntos, basado en una de sus colecciones, que acaba de obtener 92 puntos FIP y Premio Especial en la Exposición Mundial de HUNFILEX 2022 de Budapest. Su última colección, “El correo sin Correos”, es un estudio sin precedentes que compila el conjunto más excepcional jamás reunido de cartas de fraude y fuera de valija conducidas al margen del Correo del siglo XV al XIX, que en su debut en España obtuvo medalla de Oro y 88 puntos en Exfilna 2021 y este año se presenta un “exhibit” de ocho cuadros, de los 15 que la forman.
Eugenio de Quesada con su primera colección en EXFILNA 1978 (izquierda)
y recibiendo del presidente de FESOFI el Gran Premio Nacional de Filatelia Juvenil en la Exposición JUVENIA de Vigo de 1983 |
—Hablemos
de sus colecciones. ¿En qué consiste la última: “El correo sin Correos”?
—Es
un exhaustivo estudio-colección de la “otra” correspondencia: las cartas
conducidas al margen del Correo a lo largo de 500 años. Estudia y ofrece la más
extensa y diversa tipología nunca antes reunida de cartas de fraude y fuera de
valija desde el siglo XV hasta el XIX. El correo sin Correos son las cartas
conducidas por particulares al margen de la Real Renta de Correos, de los
Correos Mayores y de los Privilegios Postales. Una correspondencia que ha sido
tanto o más frecuente que la conducida en la valija postal. Tengamos en cuenta
que para los especialistas en la Prefilatelia Española, nuestra Historia Postal
empieza bien entrado el siglo XVIII, a partir de 1716.
—¿Por
qué el inicio de la Prefilatelia Española se establece en 1716?
—Es
el año en que Feliipe V inicia la creación de la Real Renta de Correos,
“nacionalizando” el servicio postal en España, Indias y otras dependencias de
Ultramar, que hasta entonces estaba en manos de los Correos Mayores. El siglo XVIII
marca la creación de lo que hoy llamamos Correos, siendo el inicio de la
Prefilatelia Española y, por tanto, de muchas colecciones especializadas en el
estudio de las marcas prefilatélicas.
—¿Qué
supone este hecho para los coleccionistas de prefilatelia de sus demarcaciones
postales?
—Pues
que la fecha de inicio de muchas colecciones, que arrancaban en la segunda
mitad del siglo XVIII, puede remontarse incluso a tres siglos más atrás. Con
lo que ello supone la posibilidad de incorporar a nuestras colecciones piezas
mucho más antiguas, anteriores a la Real Renta de Correos, de las que hasta
ahora se sabía muy poco… o más bien casi nada.
—Estaríamos
ante la proto Prefilatelia o una suerte de “prehistorifilatelia”, al referirnos
a cartas anteriores al periodo prefilatélico. ¿Cuál es la base científica o
documental de este “salto atrás”, hasta los orígenes de nuestra Historia
Postal?
—Mi colección se basa en la profunda (y todavía inédita) investigación realizada por el académico David González Corchado para su Discurso de Ingreso en la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, que se publicará este año en la Biblioteca ‘Discursos Académicos’. Creo sinceramente que esta reveladora obra sobre los precursores del Correo y las cartas de fraude y fuera de valija será equivalente, por su importancia para nuestra Historia Postal, a la aportación al conocimiento de nuestras tarifas que supuso el “Manual de Tarifas Postales” del también académico José Antonio Herráiz, y está a la altura de los Manuales de dos últimos grandes tratadistas de la Filatelia Española, los académicos Álvaro Martínez-Pinna y Oswald Schier.
—¿Es
“El correo sin Correos” una prolongación de su estudio-colección sobre los
Chasquis?
—Sin
duda. Gracias a mi colección de cartas “con Chasqui” me adentré en el
apasionante mundo de las cartas de fraude y fuera de valija del siglo XVII y
XVIII en el Nuevo Reino y el Virreinato de Nueva Granada… y el resto de la
América española. Los Chasquis son el icono del Correo y, por extensión, de la
Comunicación en América. Junto con la Mita, los Chasquis son la única figura e
institución prehispánica del Imperio Inca que los españoles incorporaron a la
Administración del Reino tras el Descubrimiento, siendo puestos al servicio de
la Corona por los Correos Mayores de Indias, porque sólo los legendarios
correos del Inca sabían cómo transitar unos caminos y senderos desconocidos por
los españoles.
—¿A
qué atribuye la importancia y el singular atractivo de los Chasquis?
—El
Imperio Español en América utilizó a los correos o mensajeros indígenas para la
conducción hasta los extremos más apartados de los territorios de Indias, de
las cartas que transmitían las órdenes de la Corona desde la isla La Española
(actual República Dominicana) y Cuba hasta los vastos territorios mexicas de
Mesoamérica que Cortés convirtió en Virreinato de Nueva España, pasando por el
Virreinato de Nueva Granada conquistado por Jiménez de Quesada (actualmente
Colombia y Venezuela) y el Virreinato del Perú incaico de Pizarro, hasta la
Capitanía General de Chile (actual Santiago de Chile) y el Virreinato del Río
de la Plata (hoy el Gran Buenos Aires) del adelantado Mendoza. Además de ser el
icono de la Comunicación y la esencia del indigenismo, el Chasqui constituye el
eslabón que une las civilizaciones prehispánicas con el Imperio Español. De ahí
la potencia y el interés de los correos indígenas en la América española.
—¿Cuántas
cartas “con Chasqui” se conocen y qué las hace tan excepcionales?
—Muy
pocas y sólo en el Virreinato de Nueva Granada, donde los Chasquis campaban a
sus anchas ante el desinterés del Correo Mayor de Indias por establecer el
servicio postal en los tan extensos como despoblados territorios neogranadinos.
Tengo el privilegio de haber adquirido la mayoría de estas cartas. Al margen de
su extraordinaria rareza, lo verdaderamente excepcional es el hecho de que, en la América virreinal, la
Corona española se sirviera de nativos indígenas para la conducción de las
cartas que contenían, nada menos, que las órdenes e instrucciones reales
transportadas en los barcos que arribaban a los puertos de La Habana o
Cartagena de Indias desde la metrópoli. Este es un hecho único —sin precedentes
en las potencias coloniales de la época— que será objeto de un próximo estudio del
principal investigador de los Chasquis mexicas, el doctor Nelson González,
profesor de Historia de América de la Universidad de La Sorbona (París), con el
que tengo el honor de colaborar en este empeño.
Almorzando con el escritor Arturo Pérez Reverte, académico de la Real
Academia Española de la Lengua, y con el poeta y cantante Joaquín Sabina, en su mesa de Casa Lucio |
—Tras
dirigir “Academvs” y editar los ‘Discursos Académicos’, ¿qué le llevó a
centrarse en EL ECO y los ‘Estudios EL ECO Filatélico’?
—En
la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal dediqué casi un
lustro a una labor tan ilusionante como fue dirigir la prestigiada revista
“Academvs” y editar la nueva época de los Discursos Académicos. Especialmente
grata fue mi relación con los académicos, tanto de número como muy
especialmente académicos correspondientes de Iberoamérica. Fue un privilegio y
un placer poner mi experiencia como editor al servicio de las publicaciones de
la Academia, con el anhelo de asegurar su continuidad y el objetivo de que
alcanzaran un alto grado de excelencia, tras la extraordinaria labor
desarrollada por mi antecesor (y amigo) Leoncio Mayo, bajo la presidencia del
maestro (y no menos amigo) Ramón Cortés de Haro. Las “diferencias” surgidas por
parte del actual presidente y del secretario de la Academia (que el presidente
se ha ocupado de hacer explícitas en las últimas asambleas y en las cuales no
voy a entrar), me llevaron a dimitir de la dirección de las publicaciones de la
Academia, y concentrarme en la dirección de EL ECO, órgano oficial de FESOFI y
revista decana de Filatelia en español, y potenciar la publicación de los
Estudios EL ECO, que van ya por su sexto volumen: “Filatelia Fiscal” (2016),
“Historia Postal” (2017), “Filatelia Temática” (2018), “Filatelia Tradicional”
(2019), “La Guerra Civil Española” (2020) y “Prefilatelia: Chasquis” (2021).
—EL
ECO mantiene su puntual edición mensual, pese al descenso de publicidad y
suscriptores…
—Y
mientras de mí dependa, así seguirá siendo. Aunque en el Grupo NEXO estamos
desarrollando una innovadora Plataforma Digital de Coleccionismo, seguimos
prestándole a EL ECO toda la atención y el mimo que merece una publicación que
está en el año 78 de edición ininterrumpida. Hemos de asumir que, en paralelo
al auge del coleccionismo y el estudio de la Historia Postal (o sea, de la
carta), la Filatelia (esto es, el sello) sigue en retroceso. La elevada edad
media de los coleccionistas de sellos (y de los comerciantes) coincide con la
creciente dificultad para incorporar a los más jóvenes, lo que reduce el
consumo de novedades y lleva a los Correos a reducir su apoyo a nuestro
coleccionismo. Un círculo vicioso que EL ECO puso de manifiesto en la Edición
Especial 75º Aniversario, en un amplio y riguroso ejercicio de prospectiva
sobre lo que estaba por venir, estableciendo un paralelismo romántico con la
mítica orquesta del Titanic que, desgraciadamente, está cumpliéndose punto por
punto.
—¿Cómo
afecta al Asociacionismo esta contracción del coleccionismo de sellos?
—Pues
sufriendo un reduccionismo por partida doble: tanto en el número de las
Sociedades como en el de sus socios. La Filatelia hace ya muchos años que dejó
de ser el gran coleccionismo de masas que fue. La Filatelia ha evolucionado
creciendo en calidad pero decreciendo en cantidad. Nuestra gran asignatura
pendiente, además de mantener el necesario apoyo de Correos (pese al aliento
que seguimos recibiendo del Ministerio de Fomento), es lograr nuestro
reconocimiento como actividad cultural, por parte del Ministerio de Cultura. Un
objetivo en el que tengo constancia que la Junta Directiva de FESOFI está
trabajando intensamente.
—¿Están
en peligro las Exposiciones y otras actividades presenciales?
—La
reducción de subvenciones y apoyos, especialmente por parte de Correos y la
FNMT, está requiriendo de FESOFI un enorme esfuerzo de austeridad y, en
especial, de creatividad y adaptación. La actual Junta Directiva, presidida por
Miguel Ángel García, lleva años haciendo de la necesidad virtud y asumiendo
buena parte del peso organizativo de la Exposición Filatélica Nacional que, a
raíz de la pandemia, ha tenido que adaptarse a un innovador formato, primero
virtual y ahora híbrido. Además, FESOFI ha potenciado su portal, incrementando
de manera notable su tráfico web, tanto en número de visitantes como de páginas
vistas, estimulando iniciativas participativas, como es el caso de las
colaboraciones “Desde mi casa”, incrementado la edición de nuevos tomos de la
Biblioteca ‘Cuadernos de Filatelia’, además de otras iniciativas editoriales,
manteniendo la celebración de las Juvenias y el programa de Exposiciones
Escolares, además de seguir impulsando la participación en Exposiciones Internacionales
y atendiendo los compromisos internacionales… En suma, asumiendo una
extraordinaria labor, casi heroica, por la que tanto FESOFI como parte de las
Federaciones autonómicas y las Sociedades federadas más activas merecen nuestro
reconocimiento y la más alta valoración.
—¿Qué
futuro tienen las Exfilnas, Juvenias, Ferias del Sello, Convenciones…?
—Pese
a lo anteriormente expuesto, soy optimista respecto a nuestro futuro. Pero,
sobre todo, creo en los frutos del esfuerzo, la constancia y la pasión proactiva
hacia nuestra común afición. La pandemia ha impedido la celebración de las
últimas ediciones de la Feria Nacional del Sello de Anfil o de las Convenciones
de Afinet, por citar solo dos eventos relevantes, obligando a renunciar a otros
eventos, como la Gala de Premios Nexofil & Nexonum, aunque se mantenga la
concesión de los prestigiados galardones anuales de EL ECO, que otorga cada año
un gran Jurado Internacional formado por presidentes de Federaciones y
académicos de más de 30 países de Europa y América.
—Pero
frente al declive de los eventos presenciales, los virtuales parecen estar en
auge…
—Así
es. El auge de la tecnología ha impulsado el comercio electrónico (a través de
‘market place’ como los que brindan TodoColección, eBay o Delcampe). Aunque lo
más destacable que ha propiciado la pandemia es el ‘boom’ de la transferencia
de conocimiento propiciado por las conferencias virtuales (como las de SOFIMA y
FESOFI, Afinet o Mi Oficina, disponibles en sus canales de YouTube). Respecto a
las Exfilnas, como decía, el camino hacia el futuro se ha abierto con su
adaptación a un formato híbrido, que suma la visualización virtual de las
colecciones a su celebración presencial… además de a las exposiciones virtuales
que nos impuso la Covid-19.
—¿Y
cómo vive esta coyuntura el Comercio?...
—Sorprendentemente,
las Casas de Subastas y los comerciantes dedicados a la Historia Postal y la
Filatelia Temática u otras especialidades como la Prefilatelia, están viviendo
un buen momento. Paradójicamente, el rigor de la pandemia ha hecho que muchos
coleccionistas vuelvan los ojos hacia su afición que, además de un bálsamo para
estos tiempos difíciles o un eficaz modo de entretenimiento, constituye un
ejercicio intelectual de primer orden. Otra cosa es el comercio, digamos,
tradicional; cuyos propietarios han envejecido tanto o más que los
coleccionistas, y que cada vez aporta menos valor al servicio que presta.
—¿Cuáles
son sus últimos retos?
—En materia de colecciones, tras ampliar de tres a cinco cuadros “Correspondencia con Muestras Comerciales en España, en Prefilatelia y Emisiones de Isabel II a Alfonso XIII” (que obtuvo medalla de Oro en la última Exfilna), estoy entregado a la tarea de transformar “El correo sin Correos” en una colección de ocho cuadros, desde los cinco actuales (con el objetivo de alcanzar medalla de Oro Grande). En libros y estudios, tras publicar “Chasquis”, trabajo en dos nuevos libros: uno concebido a partir de los sellos y documentos fiscales de Policía de Cuba del siglo XIX, que se ha convertido en una historia de la Policía en la Isla, desde la Santa Hermandad creada por los Reyes Católicos y los Bandos de Buen Gobierno de la Ilustración hasta la implantación de Cuerpos de Orden Público y de la Guardia Civil; y otro de Historia Postal creado a partir de la colección “El correo sin Correos”; a lo que se sumará un próximo estudio sobre la importancia del Correo en el comercio y la industria textil en España, a raíz de la segunda Revolución Industrial. Y, por supuesto, continuar haciendo posible la edición mensual de EL ECO, preparar el séptimo volumen de los Estudios EL ECO, editar nuevos tomos de la Biblioteca de Estudios de SOFIMA, organizar la octava edición de los Premios Nexofil & Nexonum a los Mejores Sellos y Monedas del Mundo… y lanzar la nueva Plataforma Digital de Coleccionismo de EL ECO y el Grupo NEXO.
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