Juan Pablo Aguilar Andrade
actualidadfilatelica@gmail.com
En 1974 se resolvió que la Copa del Mundo
de 1986 se juegue en Colombia; sin embargo, la FIFA no estaba muy convencida de
que la situación política en ese país fuera apropiada para el torneo, así que
se establecieron una serie de requisitos imposibles de cumplir para los
propuestos anfitriones: 12 estadios con capacidad mínima para 40.000 personas
para la primera fase, 4 estadios para al menos 60.000 personas para la segunda
fase, dos para 80.000 personas destinados a los partidos inaugural y final, una
torre de comunicaciones en Bogotá, congelamiento de las tarifas hoteleras,
autorización para que circulen libremente divisas internacionales, una flota de
limusinas a disposición de los directivos de la FIFA, una red de trenes para
comunicar a todas las sedes, aeropuertos para aviones jet en todas las sedes,
red de carreteras para que se desplacen los aficionados.
El 25 de octubre de 1982, el presidente
colombiano, Belisario Betancur, anunció que Colombia renunciaba a ser la sede
del Campeonato. Poco después, en mayo de 1983, el Congreso de la FIFA reunido
en Estocolmo decidió, por primera vez, repetir una sede: México.
Sello de 1 colón de la serie emitida por Costa Rica en 1986, con la mascota del mundial de México |
En 1986 se mantuvo el número de equipos
(veinticuatro) y el sistema de juego de la Copa de España. En la fase
clasificatoria, cuatro equipos obtuvieron los cupos previstas para Sudamérica
(Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay); Canadá, junto con la selección
anfitriona, representó a Norte, Centroamérica y El Caribe; los clasificados por
África fueron Argelia y Marruecos, mientras que Corea del Sur e Irak lo fueron
por Asia; por Europa participaron nueve selecciones, a más del campeón reinante
(Alemania Federal, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Escocia, España, Francia,
Hungría, Inglaterra, Irlanda del Norte, Polonia, Portugal y la Unión
Soviética).
Desde 1984, México hizo dos emisiones de
dos sellos cada una, como preparación para la Copa del Mundo, la primera el 19
de noviembre de ese año (Scott 1372-1373) y la segunda el 15 de diciembre de
1985 (Scott 1414-1425).
También en México se escogió como mascota
del Campeonato a un vegetal: Pique, un charro mexicano con cabeza de chile
jalapeño. El muñeco fue una de las imágenes de la serie de cinco sellos emitida
por Costa Rica el 30 de mayo de 1986 (Scott 369-373).
La Copa del Mundo se inauguró en el
estadio Azteca, en el Distrito Federal, el 31 de mayo de 1986, con un juego en
el que Italia y Bulgaria empataron a un gol. Fue el preludio de una actuación
deslucida de los campeones reinantes, que conseguirían solo un triunfo y un
nuevo empate en la primera fase, y terminarían eliminados por los franceses en
la segunda.
El mismo día de la inauguración, México
puso a la venta una serie de cinco estampillas y una hoja recuerdo, para
conmemorar el Campeonato (Scott 1439-1444).
En la hoja recuerdo se deslizó el que se
ha convertido en un error común: incluir entre las banderas la de Gran Bretaña
y no la de Inglaterra. Ocurrió también con la emisión ecuatoriana hecha el 6 de
mayo de 1986, compuesta de una hoja recuerdo y dos estampillas (Scott
1129-1130); la hoja ecuatoriana, sin embargo se llevó la palma en el campeonato
de errores: la bandera de Corea del Norte sustituyó a la de Corea del Sur, que
fue el país participante en el torneo, y en lugar de las banderas de Irlanda
del Norte y de Escocia se incluyeron las de la República de Irlanda y Noruega.
Las estampillas y la hoja recuerdo emitidas por México el día de la inauguración del Campeonato |
Diego Armando Maradona fue, en 1978, una
ausencia sentida por los aficionados argentinas, que reclamaron al entrenador
Julio César Menotti por no haberlo convocado; jugó por primera vez un
campeonato del mundo en España, en 1982, pero fue en la Copa de México en la
que alcanzó su consagración definitiva.
La actuación de Maradona no estuvo
limitada a la cancha, sino que se colocó a la cabeza de la protesta contra los
directivos de la FIFA, que antepuso la rentabilidad del negocio al bienestar de
los jugadores. México fue el mundial del calor, porque se decidió programar los
partidos a las doce del día, para que pudieran televisarse en Europa a una hora
“adecuada”. “Los jugadores deben ocuparse de lo que saben hacer: jugar al
fútbol; la organización del torneo es cuestión exclusiva de los dirigentes; que
jueguen y se callen la boca”, dicen que fue la respuesta de Joao Havelange,
desde su palco con aire acondicionado.
En el campo de juego, Maradona brilló y
legó a la historia del fútbol dos momentos históricos: “la mano de Dios” y el
que para muchos es el gol del siglo. Fue el 22 de junio, en el partido de
cuartos de final que se jugó contra Inglaterra en el estadio Azteca. Asistieron
114.50 espectadores y fue el primero en el que se enfrentaban las dos
selecciones, después de la guerra de la Malvinas.
La mano de Diego, en la fotografía del mexicano Alejandro Ojeda Carbajal |
El segundo tiempo arrancó con el marcador
igualado a cero. En el minuto 51, el portero inglés Peter Shilton y Maradona,
saltaron en pos de la pelota que había sido rechazada por Steve Hodge; el
arquero era más alto que el argentino, pero la mano de este último llegó
primero y la pelota acabó en las redes; ni el árbitro ni el juez de línea
vieron lo que pasó y el tanto argentino fue convalidado. Maradona diría después
que el gol se hizo un poco con la cabeza y un poco con la “mano de Dios”; años
más tarde confesaría que empujó la pelota con el puño.
Al poco rato, en el minuto 55, Maradona se
hizo con la bola y, desde su propio campo, salió disparado hacia el arco rival;
al atravesar la cancha dejó en el camino a Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y
Fenwick, eludió al portero Shilton y anotó el gol. Si quieren vero, pulsen
AQUÍ.
El gol de Lineker en el minuto 81 no pudo
evitar la derrota inglesa y Argentina se convirtió en semifinalista junto con
Alemania Federal, Bélgica y Francia.
México fue no solo el mundial que inventó
la “ola” y el campeonato del “gol del siglo”, sino también el de la expulsión
más rápida de la historia: la del uruguayo José Batista, en el segundo 56 del
partido contra Escocia, el 8 de junio.
En México se repitió, ya sin las emociones
del juego en España, el enfrentamiento entre Alemania Federal y Francia. En
esta ocasión, los alemanes anotaron dos goles y los franceses ninguno; estos
últimos tuvieron que contentarse, nuevamente, con el partido por el tercer
puesto, que alcanzarían tras derrotar a Bélgica por cuatro a dos, tras un
alargue.
Los campeones de 1986. De izquierda a derecha, de pie, Batista, Cuciuffo, Olarticoechea, Pumpido, Brown, Ruggeri y Maradona; en cuclillas, Burruchaga, Giusti, Enrique y Valdano |
Argentina jugó el partido final con los
alemanes el 29 de junio, tras haber dejado en el camino a los belgas por dos a
cero.
Tras aventajar a los alemanes en el primer
tiempo con gol de Brown (minuto 23), Argentina aumentó la ventaja al inicio de
la segunda parte gracias a Valdano (minuto 55). Los alemanes aprovecharon la
ventaja que generó la confianza en los sudamericanos y en seis minutos, a
partir del minuto 74, igualaron el marcador con goles de Rummenigge y Völler.
Para entonces, la confianza se trasladó a los alemanes que, tres minutos
después de haber anotado el segundo gol, recibieron un tanto de Burruchaga y
perdieron por tercera ocasión una final de la Copa del Mundo.
El estadio Azteca se convirtió, así, en el
escenario en el que se coronaron campeones los dos mejores jugadores de la
historia: Pelé en 1970 y Maradona en 1986.
Los argentinos festejaron el título, esta
vez sin remordimientos y en democracia, como diría Jorge Valdano.
El 8 de noviembre de 1986, el Correo
argentino se unió al festejo con dos mini pliegos, cada uno con dos imágenes:
la selección y el “gol del siglo” en el primero; y, el gol de Burruchaga en la
final y Maradona elevando la Copa, en el segundo. Los mini pliegos incluyeron
los marcadores finales de los siete partidos jugados por Argentina en México.
Los mini pliegos argentinos conmemorativos del triunfo en México |
Cuanto costarán
ResponderEliminarYo tengo las estampillas, las vendo.
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