domingo, 31 de diciembre de 2017

LOS PRIMEROS AEROGRAMAS DEL ECUADOR

Georg Maier


Por primera vez en la historia postal del país, y haciéndose eco de las modalidades modernas de comunicación, el Ecuador emitió tres aerogramas o Air Letter sheets en 1957. Con Decreto del 29 de mayo de ese año, publicado en el Registro Oficial del 17 de agosto, se autorizó la emisión. Según el decreto, se entiende por aerograma “el papel de correo aéreo que no necesita de sobre”; sin duda una definición poco feliz.

Aunque no se conoce la fecha oficial de su puesta en circulación, el Boletín Informativo de la Asociación Filatélica Ecuatoriana informó, en su momento, que empezaron a utilizarse en octubre de 1957 (Año 1, No. 1, diciembre de 1957).

Los tres aerogramas muestran sellos en azul oscuro sobre papel de color azul celeste pálido. Los valores son de sesenta centavos, con la imagen del monumento a Vicente León en la ciudad de Latacunga; un sucre con cuarenta centavos y el monumento a Pedro Vicente Maldonado en Riobamba; y tres sucres y el monumento al mariscal Antonio José de Sucre, en Guayaquil.

Los tres aerogramas ecuatorianos, emitidos en 1957

La cantidad emitida fue de 100.000 pliegos, repartidos en iguales partes en la siguiente forma:

33.333 aerogramas de 60 centavos cada uno.
33.333 aerogramas de 1 sucre con 40 centavos cada uno.
33.334 aerogramas de 3 sucres cada uno.

No existen pruebas ni especímenes de esta emisión.

Los pliegos fueron elaborados por la firma Walter Makin & Co. De Londres y muestran una filigrana con la inscripción “IMPERIAL / AIR MAIL” en dos líneas, ovalada arriba y recta abajo, con una alegoría entre ambas. Su tamaño es de 65 mm. de largo y 55 mm. de alto. Debido a la forma en que se cortó el pliego, la filigrana puede aparecer completa, parcialmente o, en raras ocasiones, desaparecer del todo.

Aparentemente el correo nacional no hizo ninguna publicidad sobre la emisión de los aerogramas. El público no sabía si el valor del aerograma incluía la tarifa de correo, por lo que la mayoría de las piezas circuladas no llevan el porte apropiado.

El aerograma enviado por Samuel Valarezo a Justo P. Campaña. Pese a que la tarifa de 60 centavos era la prevista para la correspondencia nacional,
se agregó un sello de treinta centavos

Había, además, ignorancia sobre el significado y beneficios del aerograma. Como ejemplo puede servir un aerograma de sesenta centavos al que se adhirió treinta adicionales para satisfacer el porte, y que fue enviado por el Director Nacional de Correos, Samuel Valarezo Delgado, desde Quito, a un conocido filatelista de Guayaquil, Julio P. Campaña Z. El señor  Valarezo escribe: “Acuso recibo de la suya de 16 pte. Y la contesto también por aerograma, ojo, el porte interno es solo de 90 centavos o sea 60 centavos del aerograma más 30 centavos adicionales”. En realidad, una gran parte de los aerogramas enviados reflejan la ignorancia de los usuarios en apreciar los beneficios de este entero postal.

El texto del aerograma enviado por Samuel Valarezo a Justo P. Campaña


Los aerogramas circularon en cantidad muy reducida. Muchos se usaron filatélicamente, sin mensaje alguno, o fueron cancelados de favor. La misma suerte tuvo un aerograma que se emitió con Motivo de la Copa Mundial de Fútbol de 1994: ninguna propaganda por parte del correo y poca circulación. La ignorancia nos persigue.

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