lunes, 29 de febrero de 2016

VOCES POPULARES PARA LAS MONEDAS DEL ECUADOR

Alfonso Carrillo Benítez

Al igual que en muchos países, las costumbres, la ironía, la originalidad, la broma, etc., y el mismo afán que tiene un pueblo para identificar a su manera sus símbolos, dieron paso para que la población ecuatoriana, a lo largo de su historia, proceda a denominar con sus propias acepciones, apodos, nombres, sobrenombres, a varias de las monedas que desde 1833 tuvo el país.

En este artículo se tratará de resumir las voces populares y la razón que tuvo el pueblo para acreditar sobrenombres a las piezas numismáticas.

Calé

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, describe "Moneda de cobre que valía un cuarto o sean cuatro maravedises; // 2. Col. y Ecuad. Moneda de cuartillo de real". en el país se elaboraron las monedas equivalentes a un cuarto de real desde 1842 con características especiales, pues son las primeras de cobre ligadas con un tercio de plata. El decreto de emisión señala que: "en el anverso, en su circunferencia y en el interior de la grafila, tendrá esta inscripción REPUBLICA DEL ECUADOR. QUITO;  en el centro: UN CUARTO; en el reverso, en el interior de la grafila, y en la parte superior, siete estrellas, en la parte inferior, el año de la fabricación, y a su derecha e izquierda las iniciales del ensayador; en el centro una torrecilla y sobre lla en el fondo del plano dos líneas que formarán la eclíptica". Existe de esta moneda, una variedad, pues antes de expedirse el Decreto ya se habían acuñado monedas con un águila sobre la torrecilla en vez de las dos líneas.


Toman este mismo apelativo de calé las monedas de dos y medio centavos emitidas en 1917 y posteriormente en 1928. La expresión calé con coco que nace con la primera acuñación de la moneda descrita, tuvo mucho auge, ya que la nuez importada desde Chile adquiere valor monetario ante la escasez de moneda fraccionaria en la época.




Cuartillo

Monedas de un cuarto de real. Eran las monedas de menor valor y las más pequeñas en la familia de las piezas numismáticas ecuatorianas dentro del sistema octavario. Su tamaño era de 7 líneas (14 milímetros) y su peso de alrededor de 1,7173 gramos. Ante la carencia de moneda fraccionaria, tuvieron gran acogida en el público.



Tuberculosas

Tomaron este apelativo las monedas de 4 reales de 1844, que en el anverso tenían el busto de Simón Bolívar. La figura del libertador era de pésima calidad, pues aparece desfigurado, por lo que a las piezas se las relacionaba con la enfermedad que lo llevó a la tumba.



Medio

Se llamaban así las monedas de cinco centavos de sucre. En 1884, luego de varios intentos, se instaura en el Ecuador el sistema decimal. Esta moneda originalmente tenía la denominación oficial de Medio Décimo y por tal razón se transporta en el tiempo su apelativo. La moneda de cinco centavos de sucre se acuña por última vez en 1979


Real

Unidad monetaria de plata en el sistema octavario, rezago de las piezas hispanoamericanas, adoptadas por todos los países que se independizaron de España, hasta que emitieron sus propias monedas decimales. En la transición para pasar al sistema decimal, el público debió transformar sus reales en sucres. Lo justo era el pago de 8 reales por 1 sucre; sin embargo, por las condiciones económicas crónicas de la caja fiscal el cambio fue de 10 reales por la nueva moneda, de ahí la designación popular de real a los 10 centavos de sucre. La última acuñación de esta moneda fue en 1976.




Peseta

Unidad monetaria española en el sistema decimal. Popularmente se les conoce a las monedas de 20 centavos de sucre desde 1942, que por primera vez se acuñan en cobre ligadas con zinc; luego una nueva y última emisión con esta característica metálica es en 1944. Por su tamaño y similitud en el color con la peseta, se adopta el mote para las monedas ecuatorianas citadas que salen a circulación en una última instancia en 1981.



Ayoras

Luego de la desastrosa época en materia de política monetaria (1863-1927) por la que atravesó el país luego del cierre definitivo de la Casa de la Moneda de Quito, años en los que los bancos privados con aprobación gubernamental, podría emitir moneda hasta cuando se funda el Banco Central como instituto emisor, en la presidencia del doctor Isidro Ayora. En 1928 sale a circulación la nueva familia de monedas ecuatorianas, manteniendo como unidad monetaria el sucre, con distintas características de tamaño, peso, liga, al orginal de 1884. Como homenaje al presidente señalado y por su intervención reguladora en política monetaria, a nuestra unidad numismática se la apodó ayora.



Lauritas

Entre las monedas que conformaban la familia de las de 1928 se acuñaron en plata al 72%, las de cincuenta centavos, con una dimensión de 18 milímetros de diámetro y un peso de 2,5 gramos. A estas monedas y las de iguales características de 1930 se les llamaba lauritas como ofrenda a doña Laura Carbo Núñez, esposa del doctor Isidro Ayora.




Ecuatorianas

Se estableció esta denominación popular a las monedas de oro acuñadas en 1899 y 1900 con un valor nominal de 10 sucres, con un diámetro de 22 milímetros y 8,136 gramos de peso. Sin poder confirmar, posiblemente el título se dio en contrapunto, ya que en un inicio se llamaban libras esterlinas, especialmente por la similitud en el tamaño con la unidad monetaria británica.


Tapatías

Aludiendo a la casa de amonedación (México) de las piezas con un valor facial de cinco sucres, acuñadas en los años 1943 y 1944, llevan el sobrenombre para identificarlas popularmente.


Chumaditos

Luego de más de treinta años aparecen en circulación en 1963, monedas de 50 centavos de sucre, en la época que presidía el gobierno nacional el doctor Carlos Julio Arosemena Monroy, y por sus aficiones a la bebida, el pueblo bautizó a las citadas piezas monetarias con esta voz popular ecuatoriana, con la que se designa a los borrachitos.


Borjitas

Los efectos económicos y la devaluación constante del sucre frente a otras divisas, se ven reflejados en nuestras piezas monetarias. Durante la presidencia del doctor Rodrigo Borja Cevallos (1988-1992), dramáticamente, la moneda de un sucre fue disminuida en su tamaño. Pasó a tener 19 milímetros de diámetro frente a los 26 que tuvo por el espacio de 40 años. La voz popular conjuga el nuevo tamaño de la pieza monetaria, con el responsable de su circulación.


Posiblemente existan otros apelativos acreditados a nuestras monedas, por lo que de presentarse el caso pedimos la participación de los lectores; el autor estaría gustoso de añadir más voces populares a este glosario de sobrenombres numismáticos.

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