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| Vicente Rocafuerte, en la emisión Seebeck de 1894 |
Vicente Rocafuerte (1783-1847), segundo Presidente del Ecuador (1835-1839), fue uno de los impulsores de la navegación a vapor en el Pacífico brindó todo su apoyo al proyecto de William Wheelwright y su empresa, la Pacific Steam Navigation.
Ésto se constata al revisar la correspondencia entre Rocafuerte y Juan José Flores, que contiene varias referencia al tema.
El 31 de agosto de 1836, Rocafuerte pide a Flores, que según parece recibió una propuesta de Wheelwright, que le diga que "aquí encontrará toda protección" pues su plan parece muy bueno.
De hecho, en abril de 1837 el Presidente consiguió que el Congreso ecuatoriano autorizara las operaciones de Wheelwright, pese a la oposición existente por parte de algunos legisladores. El Decreto lo publicamos ya en este blog.
Cuatro años después, el 19 de agosto de 1840, cuando Flores era Presidente del Ecuador y Rocafuerte ocupaba la gobernación del Guayas, hay una referencia a la llegada de Wheelwright a Guayaquil. Rocafuerte lo califica como íntimo amigo de Flores, e informa a este último que al día siguiente el empresario partirá para Callao "con el objeto de recibir el primer buque de vapor, que salió en junio de Inglaterra, y debe estar ya en Valparaiso". Según Rocafuerte, Weeleright calculaba estar en Guayaquil de vuelta en el buque de vapor a mediados de septiembre; entonces, dice, "podremos ir de aquí a Lima en cinco días, y volver en dos. La introducción de los barcos de vapor en el Pacífico va a producir una revolución comercial más portentosa que la de nuestra independencia: como el gran objeto es ir de la Nueva Holanda [Australia] y de la India a Londres por barcos de vapor que surcarán el Pacífico, y pondrán los pasajeros en Panamá, resulta que antes de tres años el Ecuador va a ser el centro comercial de la Europa y de la Asia, y que su posición geográfica es la mejor de toda la América. Han calculado que por esta nueva vía se podrá ir de la Nueva Holanda, o de Calcula a Londres en 65 a 68 días, en la mitad menos del tiempo del que hoy se necesita para hacer este viaje".
El 28 de octubre de 1840 Rocafuerte transmite a Flores una representación de Wheelwright, que pide al Ecuador una concesión siilar a la que ya le habían otorgado Perú y Chile. "Por este correo, dice el Gobernador, va una representación de Wheelright [sic] sobre sus barcos de vapor, él pide al gobierno y al congreso lo que le han concedido ya el Perú, Chile y más naciones de América. La introducción de la navegación a vapor en el Pacífico va a producir una revolución, cuyas ventajas comerciales son incalculables, sobre todo para el Ecuador que es un país marítimo y rico en productos coloniales. Y esta es una empresa de singular magnitud, que está ya felizmente realizada; pues llegaron a Valparaiso los dos primeros buques de vapor que salieron de Inglaterra, y tardaron 55 días, viniendo por el Cabo de Hornos, y después de haber estado en el río Janeyro [sic] y tocado no sé en que otro punto. Dentro de ocho a diez días tendremos aquí uno de estos vapores, que son de 800 toneladas cada uno".
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| El vapor Perú en el puerto de Valparaiso; al fondo, a la izquierda, el Chile |
Los barcos tardarían todavía en llegar a Guayaquil. El 12 de mayo de 1841, Rocafuerte informa nuevamente a Flores que el 7 de junio "estará en este puerto el famoso vapor Perú de 800 toneladas; han anunciado que entrará en la bahía de las 3 a las 5 de la tarde, veremos si así lo cumplen. Aún no ha despachado el ministerio la solicitud de Wheelwright, y si andamos con mezquinas consideraciones, y estrechez de ideas, nos veremos privados de las grande ventajas de la navegación por el vapor".
El vapor Perú no llegó y hubo que esperar hasta el 8 de octubre de 1841, para que anclara en el puerto de Guayaquil el vapor Chile. Rocafuerte lo informó a Flores en una carte del 13 de ese mes: "El famoso vapor Chile llegó aquí el 8 del corriente; es un buque magnífico, Wheelwright lo ha traído para carenarlo, mañana lo tumbarán en la playa de ciudad vieja".
Nuevas gestiones haría Rocafuerte para impedir que la Pacific Steam dejara de operar en Guayaquil, pero nos referiremos a eso en otra oportunidad.
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