sábado, 10 de junio de 2017

OTRO ERROR DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO

Comentábamos hace poco en este blog cómo la falta de control sobre el material que se maneja para la impresión de nuestros sellos postales, así como sobre los restos que quedan del proceso de impresión, nos ha inundado de basura filatélica relacionada con nuestras últimas emisiones; supuestos errores que, en todos los casos, son fabricados a propósito u obtenidos irregularmente de la imprenta, sin que nunca hayan sido puestos a la venta por el Correo ecuatoriano.

Lamentablemente, no es ésto todo lo que pasa. Hay casos en los que el Instituto Geográfico Militar, responsable de nuestras emisiones de especies valorados, parece no tener conciencia de que los sellos postales no son cualquier material impreso, sino uno muy especial, que debe trabajarse con la uniformidad suficiente que impida la aparición de errores o variedades. Recordemos, si no, las famosas series láser: se pensó que no había problema en imprimir con ese sistema una primera remesa de estampillas y terminar el trabajo en el sistema offset; obviamente, el resultado fue la existencia de dos variedades de una misma emisión.

El pasado 18 de mayo, Correos del Ecuador presentó al público la emisión Día Internacional de la Filatelia, compuesta por una hojita con un amplio marco blanco, con el número de hoja, y un bloque de cuatro sellos, uno dedicado a los diez años club de filatelia olímpica AFODE y otros tres con la imagen de piezas importantes de nuestra filatelia. Ésta es la pieza que los asistentes al acto pudieron adquirir y que se ha visto ya ofrecida, desde hace algunas semanas, en internet.



Por eso nuestra sorpresa cuando, al acudir al servicio de novedades de Correos del Ecuador, junto con los ejemplares de la hoja que conocíamos, estaban a la venta otros, con el marco recortado; según se nos explicó, los de marco grande correspondían a la primera remesa enviada desde el Instituto Geográfico Militar y los de marco recortado a las remesas posteriores. Para comprobar que ésto es así, basta con ver la numeración de las hojas: las de marco grande corresponden a los primeros números y las de marco pequeño a números posteriores.

Y si revisamos la hoja de marco grande, nos queda claro que estas piezas estaban pensadas para tener el marco pequeño; por eso, en las esquinas se pueden ver las líneas de corte. Al parecer, ante la premura de poner a la venta las hojas el día de la presentación, el Instituto Geográfico no realizó la tarea final de corte, y envió las piezas a medio terminar (primera remesa).


Pero luego, en lugar de dejar las cosas como estaban y cuidar la uniformidad de la emisión, aunque ésta hubiera quedado a medio terminar, el Instituto hizo el corte en el material que no formaba parte de la primera remesa. 

Puesto que los dos tipos de hoja se entregaron al Correo y ésto los puso en venta, tenemos una vez más dos legítimas variedades de una misma serie, como resultado de otra imperdonable ligereza del Instituto Geográfico Militar.

No sabemos de cuántos ejemplares se componía la primera remesa, pero sin duda la cantidad será inferior a la de las hojas cortadas, que deben considerarse como las tipo, mientras el marco grande correspondería a la variedad.

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