Nos referimos en nuestra anterior entrega a la variedad del sello ecuatoriano de cuatro reales de 1866, conocida como recto verso, en la que aparece el sello impreso en ambos lados del papel, aunque en uno de ellos en color opaco.
La imagen con que ilustramos la nota (ver enlace RECTO VERSO) llamó la atención de Tom Hoke, un estudioso de los sellos de la primera serie ecuatoriana (pueden visitar su página web en el enlace ECUADORSTAMPS), quien opina que si bien el anverso de la pareja de sellos que aparece en la ilustración es auténtica, no ocurre lo mismo con el reverso.
Aunque la imagen no tiene la resolución ideal, si ampliamos en el sello de la derecha, el adorno en forma de hoja sobre la letra E de REALES no tiene la característica propia de los sellos auténticos: una nervadura que se abre en dos líneas claramente definidas, sin tocar el borde de la hoja (ver EL SELLO AUTÉNTICO DE CUATRO REALES).
En el recto verso con que ilustramos nuestra nota anterior, parece claro que la nervadura está formada por tres líneas (en realidad es más un arco que las líneas que aparecen en el original), y sin duda topa el borde de la hoja.
El atractivo que desde un inicio tuvo el sello de cuatro reales para los filatelistas, lo ha convertido en una de las piezas más falsificadas de la filatelia ecuatoriana; no es raro, entonces, que se falsifiquen también recto versos, utilizando ejemplares auténticos a los que se agrega la variedad.
Quisiéramos conocer sus comentarios sobre este tema.
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