Un defecto de impresión dio origen a la que es sin duda la variedad más interesante del cuatro reales de 1866, la conocida como recto verso o impresión a los dos lados.
Se trata de piezas en las que la estampilla aparece impresa en las dos caras del papel, pero en una de ellas con un color desvaído y desplazamientos horizontales o verticales, en algunos casos muy notorios. La goma, en los ejemplares que todavía la tienen, está siempre en el lado de la impresión descolorida y desplazada.
El 4 reales recto verso. A la izquierda el anverso, a la derecha el reverso |
Parece claro que el impresor no estuvo satisfecho con el resultado de la impresión de ciertas planas, por lo que decidió repetir el proceso en la otra cara, lo que por otra parte era plenamente explicable en esa tiempo, en que la escasez de papel justificaba ahorros de este tipo.
El recto verso existe en sellos sueltos, habiéndose registrado poco más de una decena de parejas y no más de cinco bloques de cuatro.
Robert D'Elia reportó cuatro ejemplares usados: uno con el fechador circular Quito Franca, dos fechados el 10 de enero de 1871 y un cuarto con fecha 14 de diciembre de 1869. Además de éstos, en la colección Lund hay un ejemplar cancelado con el rombo de puntos Franca de Guayaquil.
No se conocen ejemplares en sobre, aunque se ha mencionado que hay uno cuya existencia, hasta el momento, no ha podido constatarse.
Dadas las diferentes tonalidades y desplazamientos que aparecen en este sello, es claro que el error se produjo en más de una plana. Al momento, se calcula que deben haber sobrevivido alrededor de un centenar de estampillas recto verso.
Hay que notar que, si bien los dos lados de la impresión nunca coinciden perfectamente, no se ha encontrado ningún caso en el que una de las caras esté invertida en relación con la otra.
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