domingo, 4 de marzo de 2018

LA HISTORIA DEL MUNDIAL CONTADA CON ESTAMPILLAS (IX). INGLATERRA 1966: UN MUNDIAL A LA MEDIDA

Juan Pablo Aguilar Andrade
actualidadfilatelica@gmail.com


La estampilla de 4 peniques de la serie de tres
valores emitida por Gran Bretaña para
conmemorar la Copa de 1966
Ya antes del Mundial de Chile, en el congreso de la FIFA reunido en Roma en 1960, se había decidido que el turno europeo para organizar la Copa del año 1966 fuera asumido por Inglaterra. Por 34 votos a 27, los inventores del fútbol se impusieron sobre Alemania y, al parecer, la presencia de un inglés en la presidencia de la FIFA fue decisiva para ello.

En los años previos al Mundial de 1966, las emisiones postales dedicadas al fútbol se hicieron habituales. En 1965, una veintena de países puso en circulación estampillas con motivos futbolísticos, entre ellos Ecuador, que ilustró por primera vez sus sellos con jugadores de fútbol en dos de las estampillas de la serie conmemorativa de los V Juegos Deportivos Nacionales (Scott 740 y 743); la emisión incluyó una hoja recuerdo, en la que se reproducen todas las estampillas de la serie (Scott C440a).

Unos años antes, sin embargo, hubo ya un sello que, si bien no estaba directamente dedicado al fútbol, contenía un elemento futbolístico: en la serie de 1962, con imágenes de las obras del gobierno del presidente Camilo Ponce Enríquez, la estampilla de ochenta centavos (Scott 689), muestra una vista aérea del colegio Aguirre Abad, de Guayaquil, en la que aparece una cancha de fútbol.

En la fase clasificatoria para el Mundial de Inglaterra se hizo evidente que había llegado la hora de modificar las reglas de la FIFA, para dar espacio al fútbol africano y al asiático. Conforme lo previsto, las selecciones africanas debían disputar un campeonato continental, cuyo ganador jugaría por la clasificación con la selección triunfadora de la zona de Asia y Oceanía; pero los africanos reclamaron un espacio propio y se retiraron de la competición, siendo apoyados por Corea del Sur, que también se retiró del Campeonato. Sudáfrica, que no se sumó al boicot africano, fue excluida, como rechazo a su política de apartheid, por lo que el cupo para los tres continentes se definió en una liguilla en la que solo participaron Corea del Norte y Australia. Ganaron los coreanos, pero estuvieron a punto de no participar porque los ingleses, debido a razones políticas, se negaron durante algún tiempo a conceder visa a los jugadores.

En Europa, nueve cupos se disputaron entre treinta y cinco equipos, siendo los clasificados Alemania Federal, Bulgaria, España, Francia, Hungría, Italia, Portugal, Suiza y la Unión Soviética.

Para Sudamérica se asignaron tres plazas. Ecuador, en su segunda eliminatoria, estuvo a punto de clasificar; jugó contra Chile y Colombia y empató en el primer lugar con el primero, pero con un menor gol diferencia. Los otros clasificados fueron Argentina y Uruguay.

Ecuador. Emisión conmemorativa de los V Juegos Bolivarianos. Estas dos estampillas de la serie de doce valores fueron las primeras dedicadas al fútbol

El otro equipo americano fue México, que obtuvo el cupo por Norte, Centroamérica y El Caribe, en una liguilla final ante Costa Rica y Jamaica.

El 1 de junio de 1966, poco más de un mes antes del inicio del Campeonato, el Correo británico lo conmemoró con una serie de tres sellos (Scott 458-460), que se emitieron también en papel con fosforescencia (Scott 458p-460p). En el sello de 6 peniques hay variedades derivadas de la omisión de uno de los colores del sello (negro, amarillo o rojo); lo mismo ocurre con la estampilla de un chelín y tres peniques, en la que existe una variedad sin el color azul.

Sobre franqueado con las estampillas británicas conmemorativas de la Copa de 1966 y una etiqueta con la imagen de Willie, la mascota del torneo

La Copa de 1966 presentó, como parte de su aparato publicitario, una mascota: Willie, un león en cuya camisa estaba dibujada la bandera británica (no la inglesa). A partir de entonces, la mascota se convirtió en elemento indispensable de todos los mundiales de fútbol.

El Mundial de Inglaterra vio la multiplicación de las emisiones filatélicas dedicadas al torneo y falta espacio para reseñarlas. Hay que destacar, sin embargo, que esta fue la primera ocasión en que se puso a la venta una serie de las conocidas como “ómnibus”, esto es, de aquellas que con un motivo común emiten diferentes países, en este caso, veintiuno de la Comunidad Británica de Naciones, a los que se debieron otras tantas series de dos valores cada una, con la imagen de la Copa Jules Rimet y las piernas de un jugador que conduce un balón.

Las dos estampillas que completan la serie británica conmemorativa
del Campeonato Mundial de Fútbol de 1966
El campeonato se jugó entre el 11 y el 30 de julio de 1966 y, desde un inicio, se hizo presente el malestar de los participantes por una organización que favorecía claramente a los anfitriones; el calendario, por ejemplo, permitía a los ingleses más días de descanso entre partidos, que los que tenían otras selecciones.

Conforme las reglas de la época, la selección que se coronara campeona por tres ocasiones se convertiría en la dueña definitiva del trofeo Jules Rimet. Hasta entonces, dos selecciones americanas, Brasil y Uruguay, y dos europeas, Italia y Alemania, habían obtenido el título, esta última en una oportunidad y las otras tres dos veces cada una. Todas estuvieron presentes en el Mundial de Inglaterra, pero Brasil e Italia no sobrevivieron a la fase de grupos.

El sello de Antigua, de la serie común emitida por la
Comunidad Británica de Naciones, conmemorativo
del Campeonato de 1966

Sospechosamente, en todos los partidos de los brasileños (que por otra parte jugaban en el “grupo de la muerte”) el arbitraje estuvo a cargo de británicos, y los jugadores de la selección reinante fueron víctimas de un juego brusco que los árbitros se negaron a ver; solo pudieron ganar el partido frente a Bulgaria y perdieron con Hungría y Portugal.

Italia había ganado su primer partido frente a Chile y perdido el segundo, con la Unión Soviética. El tercer partido, contra la debutante Corea del Norte, parecía fácil, pero un sorpresivo gol de Pak Doo Ik, un dentista y militar de Pyongyang, que jugaba al fútbol en sus ratos libres, obligó a que los ex-campeones adelanten su viaje de regreso. Los coreanos, por el contrario, tuvieron que cambiar sus reservas para postergar el retorno y buscar un hospedaje del que carecían, porque ante la seguridad de no pasar a la siguiente fase, tenían todo listo para volver a su país.

Eusebio, "La Pantera Negra de Mozambique",
goleador del Mundial de 1966
Ante el sorpresivo paso a cuartos de final, el gobierno coreano seleccionó a doce personas para que, con los gastos pagados, viajen a Inglaterra y alienten al equipo. Pese a la hinchada oficial, Corea del Norte no fue más allá de los cuartos de final: aunque convirtió los tres primeros goles del partido, cayó derrotada por cinco a tres ante la sensación del Campeonato, el Portugal de Eusebio, la “Pantera Negra de Mozambique”, que sería el goleador del torneo.

Uruguay logró superar la fase de grupos, pero cayó por cuatro a cero en el partido de cuartos de final ante la Alemania Federal. El mismo día, la otra selección sudamericana, Argentina, fue eliminada por los anfitriones que la superaron por un gol a cero. Se dice que hubo irregularidades en el sorteo de los árbitros y los resultados de los dos partidos fueron cuestionados, en el caso del juego entre Alemania y Uruguay, dos expulsiones y un penal no sancionado, y en el de Argentina e Inglaterra, una expulsión y un gol en posición adelantada.

Instaladas en las semifinales después de los sospechosos arbitrajes, tanto Alemania como Inglaterra derrotaron a sus rivales, la Unión Soviética y Portugal, respectivamente, y se convirtieron en finalistas.

El 28 de julio, Portugal consiguió el tercer puesto al derrotar por dos goles a uno a la Unión Soviética y, dos días después, el 30 de julio, se jugó la final en Wembley, ante cerca de 98.000 espectadores. Si bien los dueños de casa derrotaron a los alemanes por cuatro goles a dos, tampoco se puede hablar de un triunfo incuestionable. El partido, empatado a dos tantos, requirió y alargue; durante el primer tiempo suplementario, un tiro de Geoffrey Hurst se estrelló contra el horizontal y pegó en el piso, antes de la línea de meta, pero el árbitro concedió el gol. Ya sobre el final, Hurst convirtió el cuarto gol mientras la cancha era invadida por el público.

Los inventores del fútbol consiguieron así su único campeonato mundial. ¿La historia hubiera sido la misma sin las ayudas recibidas? Alf Ramsey, entrenador inglés, declaró que no tenía duda del resultado, porque confiaba en el apoyo del presidente de la FIFA, el inglés Stanley Rous, y sus colaboradores.

A la izquierda, para conmemorar el triunfo en la Copa de 1966, Inglaterra hizo una emisión con el resello "ENGLAND WINNERS",
sobre la estampilla de la serie emitida con oportunidad del Campeonato. A la derecha, los campeones de 1966. De izquierda a derecha,
de pie, J. Charlton, Banks, Hunt, Moore Hurst. Cohen y B. Charlton; en cuclillas, Stiles, Ball, Peters y Wilson

El comentario de Max Marquis, de la BBC, lo dice todo: “…podrán decir que ganamos porque teníamos el público a nuestro favor, que Alemania era mejor, que Portugal mereció llevarse la Copa, que le ganamos a la Argentina con la ayuda del árbitro … Admito cualquier opinión, pero lo que no acepto es discusión alguna en torno a los merecimientos ingleses en función de los esfuerzos y sacrificios realizados …”.

El 18 de agosto de 1966, el Correo británico festejó el triunfo con una emisión que fue el resultado de resellas las palabras "ENGLAND WINNERS", en la estampilla de cuatro peniques de la serie conmemorativa de la Copa (Scott 465).


1 comentario:

  1. Nesta copa o jogador portugues Euzébio arrebentou/machucou o nosso Pelé que teve que de ser substituído por Amarildo. Foi uma covardia.

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